Santa Rosa será patrona

En la sesión del 14 de septiembre de 1816, fray Justo Santa María de Oro, diputado por San Juan, mocionó que se eligiera “por patrona de la Independencia de la América a la Virgen Americana Santa Rosa de Lima”. Y que se solicitara al Sumo Pontífice la aprobación y confirmación de ese patronato, además de “las gracias y prerrogativas que como a tal deben corresponderle”. La moción fue aprobada “e inmediatamente sancionada por aclamación”.

Luego se consideró la renuncia de José Javier Díaz al cargo de gobernador de Córdoba, contenida en su oficio del 3 de agosto. Tras discutir el tema, se acordó aceptarla, por “las complicadas circunstancias en que aquel pueblo se hallaba”. Hubo acuerdo en que el cargo debía ser cubierto por “un sujeto de la confianza del público”, que fuera “capaz de fijar el orden lastimosamente trastornado por unos hijos espurios de la Patria que lastimosamente devoran sus entrañas”.

Como la medida “era urgentísima”, el Congreso se consideró autorizado para llevarla a cabo de inmediato. Según la crónica de “El Redactor”, luego de ser “oídos primeramente los diputados de aquella provincia (de Córdoba), se procedió a la elección de gobernador interino hasta la sanción del Reglamento, y resultó nombrado, por casi toda la sala, el benemérito ciudadano don Ambrosio Funes”.

Resuelto ese punto, se decidió dar noticia de tal designación al Director Supremo, al ex gobernador José Javier Díaz y al Cabildo de Córdoba. Esto además de “librar inmediatamente el despacho correspondiente al nuevo electo”, cosa que se hizo el mismo día, según “El Redactor”