03 Septiembre 2016
Muhammad Ali: ¿Cuál es mi nombre?
Reviví la vida de la leyenda más grande del boxeo mundial. Periodistas del New York Times recuerdan sus mejores peleas y sus momentos más controversiales.
Muhammad Ali, que murió este año de un shock séptico a los 74 años, es una de las figuras más grande de la historia del boxeo. Poco después de su muerte, el diario New York Times realizó una producción multimedial donde algunos de los periodistas que lo conocieron revivieron los años de gloria del tres veces campeón mundial de boxeo en la categoría peso pesado.
Aunque se puede discutir si Ali fue el mejor peso pesado de la historia, no se puede dudar de que fue el boxeador
que provocó la mayor cantidad de emociones dentro y fuera de un cuadrilátero. Cuando subía al ring mostraba una cualidad física lírica y un estilo de boxeo poco ortodoxo, que mezclaba velocidad, agilidad y poder, de una forma
que no se había visto antes. Pero él era más que la suma de sus dotes atléticos.
Su mente ágil, su descarada confianza en sí mismo y una serie de convicciones personales provocaron un magnetismo hacia él que el cuadrilátero no podía contener.
Ali fue la súper estrella del deporte mundial más polarizada que haya existido. Siendo admirado y despreciado en los 60 y 70 por sus posturas religiosas, políticas y sociales. Su negativa al ser llamado para participar en la Guerra de Vietnam; su conversión del cristianismo al Islam y el cambio de su nombre de ?esclavo?, Cassius Clay, a una más acorde a la secta negra separatista a la que se unió, La Nación Perdida y Encontrada del Isla; eran percibidos como serias amenazas para los sectores más conservadores, y como nobles desafíos para la oposición liberal.
En medio de esas apreciaciones, se fue formando y fortaleciendo la imagen de una leyenda que sigue vigente hasta el día de hoy.
Muhammad Ali, que murió este año de un shock séptico a los 74 años, es una de las figuras más grande de la historia del boxeo. Poco después de su muerte, el diario New York Times realizó una producción multimedial donde algunos de los periodistas que lo conocieron revivieron los años de gloria del tres veces campeón mundial de boxeo en la categoría peso pesado.
Aunque se puede discutir si Ali fue el mejor peso pesado de la historia, no se puede dudar de que fue el boxeadorque provocó la mayor cantidad de emociones dentro y fuera de un cuadrilátero. Cuando subía al ring mostraba una cualidad física lírica y un estilo de boxeo poco ortodoxo, que mezclaba velocidad, agilidad y poder, de una forma que no se había visto antes. Pero él era más que la suma de sus dotes atléticos.
Su mente ágil, su descarada confianza en sí mismo y una serie de convicciones personales provocaron un magnetismo hacia él que el cuadrilátero no podía contener.
Ali fue la súper estrella del deporte mundial más polarizada que haya existido. Siendo admirado y despreciado en los 60 y 70 por sus posturas religiosas, políticas y sociales.
Su negativa al ser llamado para participar en la Guerra de Vietnam; su conversión del cristianismo al Islam y el cambio de su nombre de "esclavo", Cassius Clay, a una más acorde a la secta negra separatista a la que se unió, La Nación Perdida y Encontrada del Isla; eran percibidos como serias amenazas para los sectores más conservadores, y como nobles desafíos para la oposición liberal.
En medio de esas apreciaciones, se fue formando y fortaleciendo la imagen de una leyenda que sigue vigente hasta el día de hoy.
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