25 Agosto 2016
La iniciativa de habilitar un horno crematorio en el cementerio del Norte vuelve a reflotarse por la escasez de espacios en las necropolis municipales. “Los cementerios del Norte y el Jardín del Norte tienen una tarifa social para las inhumaciones y sus parcelas son muy codiciadas por familias de escasos recursos. Por ese motivo se están quedando sin espacios para sepultura”, contextualiza Alicia Belmonte, que estuvo a cargo de la Dirección de Cementerios de la Municipalidad durante 10 años.
Como contraste, un estudio realizado en 2013 por la Dirección de Cementerios reveló que en 2018 no habrá parcelas para inhumar más cuerpos en tierras municipales.
La funcionaria, ahora subcontadora de la Intendencia, se mostró a favor de la instalación de un horno crematorio y brindó detalles de sus ventajas. “Cada vez más gente quiere la cremación de sus restos o los de un ser querido. Además servirán para cremar los restos de quienes no tienen familia”, explicó.
El Cementerio del Norte tienen fichadas alrededor de 25.000 concesiones, entre sepulturas, capillas y mausoleos. En algunos casos hay hasta cuatro restos por monumento, por lo que los espacios se agotan, incluso en el cementerio del Jardín, que cuenta con siete hectáreas y que está detrás del camposanto del Norte. “El espacio físico para sepultar alcanzará para dos o tres años más”, insistió Belmonte.
El secretario de Relaciones Institucionales, José Luis Avignone, asegura que el problema es prioritario para el intendente Germán Alfaro. “La instalación es imperiosa. Sobre todo por la alta contaminación en las napas freáticas. Esto pone en peligro la salud de quienes viven en los alrededores”, aseguró. El ex edil dijo que es consciente del rechazo que genera el proyecto entre los vecinos de la zona, que el martes se manifestaron con un corte sobre avenida Juan B. Justo.
“Pediremos un estudio de impacto ambiental a la Provincia. Entiendo el malestar de los vecinos, creo que hay que informarlos mejor”, aseguró Avignone, en referencia a los temores de que las cremaciones contaminen el ambiente.
La Ordenanza 4.050, sancionada el 29 de octubre de 2008, habilita la instalación de crematorios en la capital, que sólo pueden ser operados por la Municipalidad.
Cuestión ambiental
“Existen hornos que no sólo incineran sino que lavan los gases y regulan la temperatura para que no se generen compuestos orgánicos, productos de la incineración, que son potencialmente contaminantes”, explica a LA GACETA Juan González, doctor en Ciencias Biológicas, director del Instituto de Ecología de la Fundación Miguel Lillo y ex director de Medio Ambiente de la Provincia.
González advirtió que es necesario que se concreten estrictos controles para disminuir el impacto sobre el medio ambiente.
“Es necesario quitar marcapasos, si los hubiera, prótesis artificiales o amalgamas que contengan metales, para no generar otros compuestos químicos ante el calor de la incineración. Si las prácticas de prevención no funcionan, la cremación puede ser ineficiente, contaminante y sobre todo generar compuestos químicos muy peligrosos para la salud, como son las dioxinas, furanos y óxidos de metales”, sintetizó el experto.
Como contraste, un estudio realizado en 2013 por la Dirección de Cementerios reveló que en 2018 no habrá parcelas para inhumar más cuerpos en tierras municipales.
La funcionaria, ahora subcontadora de la Intendencia, se mostró a favor de la instalación de un horno crematorio y brindó detalles de sus ventajas. “Cada vez más gente quiere la cremación de sus restos o los de un ser querido. Además servirán para cremar los restos de quienes no tienen familia”, explicó.
El Cementerio del Norte tienen fichadas alrededor de 25.000 concesiones, entre sepulturas, capillas y mausoleos. En algunos casos hay hasta cuatro restos por monumento, por lo que los espacios se agotan, incluso en el cementerio del Jardín, que cuenta con siete hectáreas y que está detrás del camposanto del Norte. “El espacio físico para sepultar alcanzará para dos o tres años más”, insistió Belmonte.
El secretario de Relaciones Institucionales, José Luis Avignone, asegura que el problema es prioritario para el intendente Germán Alfaro. “La instalación es imperiosa. Sobre todo por la alta contaminación en las napas freáticas. Esto pone en peligro la salud de quienes viven en los alrededores”, aseguró. El ex edil dijo que es consciente del rechazo que genera el proyecto entre los vecinos de la zona, que el martes se manifestaron con un corte sobre avenida Juan B. Justo.
“Pediremos un estudio de impacto ambiental a la Provincia. Entiendo el malestar de los vecinos, creo que hay que informarlos mejor”, aseguró Avignone, en referencia a los temores de que las cremaciones contaminen el ambiente.
La Ordenanza 4.050, sancionada el 29 de octubre de 2008, habilita la instalación de crematorios en la capital, que sólo pueden ser operados por la Municipalidad.
Cuestión ambiental
“Existen hornos que no sólo incineran sino que lavan los gases y regulan la temperatura para que no se generen compuestos orgánicos, productos de la incineración, que son potencialmente contaminantes”, explica a LA GACETA Juan González, doctor en Ciencias Biológicas, director del Instituto de Ecología de la Fundación Miguel Lillo y ex director de Medio Ambiente de la Provincia.
González advirtió que es necesario que se concreten estrictos controles para disminuir el impacto sobre el medio ambiente.
“Es necesario quitar marcapasos, si los hubiera, prótesis artificiales o amalgamas que contengan metales, para no generar otros compuestos químicos ante el calor de la incineración. Si las prácticas de prevención no funcionan, la cremación puede ser ineficiente, contaminante y sobre todo generar compuestos químicos muy peligrosos para la salud, como son las dioxinas, furanos y óxidos de metales”, sintetizó el experto.