25 Junio 2016
Dan por cerrado el circuito de la ruta del dinero k
El juez federal Casanello y el fiscal federal Marijuan dieron detalles de la operatoria para sacar y volver a ingresar al país millones de dólares Los magistrados recibieron datos de la Unidad de Investigación Financiera que comprometen a los cuatro hijos del empresario detenido Lázaro Báez. Se procedió a inhibir los bienes de los jóvenes y se les tomará declaración indagatoria. Casanello insistió con que nunca habló con Cristina Fernández
BUENOS AIRES.- “Logramos cerrar el circuito”. El juez federal Sebastián Casanello lanzó ayer esta sentencia para anunciar que, junto al fiscal federal Guillermo Marijuan, consiguió develar el inicio y el final de la supuesta operatoria de lavado de dinero denominada “la ruta del dinero k”.
Según la hipótesis oficial, el empresario de la construcción Lázaro Báez (detenido por esta causa) sacó sumas millonarias dinero no declarado del país y las envió a cuentas de bancos suizos que estaban a nombre de sus hijos.
La versión fue confirmada ayer en una improvisada rueda de prensa que dieron Casanello y Marijuan en los pasillos de Comodoro Py al 2.000. Los magistrados dieron por probado que Báez sacó del mercado argentino más de 25 millones de dólares y los envió a Suiza a través de empresas offshore con sede en Panamá y Uruguay.
Según el juez federal y el fiscal federal, una vez que los fondos salían del país iban a parar a cuentas de los hijos de Báez en el banco Safra de Ginebra, Suiza. Por eso, Leandro, Melina, Luciana y Martín Báez, los cuatro hijos del empresario, fueron citados a declarar a partir del 6 de julio.
Los investigadores accedieron a un informe de inteligencia realizado por la Unidad de Información Financiera (UIF), en el que se daba cuenta de que los hijos de Báez eran beneficiaros de al menos tres cuentas en Suiza. Según esos datos, el dinero era sacado del país a través de tres firmas radicadas en Panamá, denominadas Kinsky, Tyndall y Teegan, y de una en empresa en Uruguay, Worldwide.
Estas compañías depositaban el dinero no declarado en las cuentas bancarias suizas, y luego los recursos financieros eran girados a la cuenta de Helvetic Service Group (HSG), del empresario Marcelo Ramos, para reingresar al país a través de la compra venta de bonos.
“El dinero se llevaba a Suiza y se reingresaba a la Argentina con la supuesta venta de unos bonos”, sostuvo el fiscal federal.
De acuerdo a la información con la que cuentan Casanello y Marijuan, Helvetic Service Group compraba los bonos de la deuda pública argentina y de allí transferidas a la cuenta comitente que esa firma poseía en Financial Net Sociedad de Bolsa S.A., que luego liquidó esos títulos en el mercado de valores de la ciudad de Rosario.
La liquidación de esos bonos en el mercado de Rosario “permitió incorporar una cuantiosa suma de dinero al patrimonio de Austral Construcciones S.A., de modo tal de culminar con el ciclo de blanqueo de dinero que comenzó con la clandestina expatriación de grandes sumas de dinero”, sostuvo Casanello en su fallo.
Esos fondos habrían ingresado a la cuenta de Austral Construcciones en el Banco Nación a través de nueve cheques firmados por el apoderado de HSG, el abogado detenido Jorge Chueco. Este hecho había sido presentado por Báez, en su declaración ante Casanello, como un préstamo para afrontar una licitación de obra pública.
Las indagatorias a los hijos de Báez deberán esperar, ya que la semana próxima Marijuán estará de licencia. Leandro está citado para el 6 de julio a las 10, Melina para el día siguiente y Luciana para el 11 julio, mientras que la fecha en la que volverá a declarar Martín Báez no fue confirmada por las autoridades judiciales.
Tanto el juez como el fiscal sostuvieron que las detenciones de los hijos de Lázaro Báez no están descartadas, pero que para decidirlas tendrán que “determinar qué rol tuvo cada uno” en el circuito del presunto lavado de dinero.
Todavía se desconoce el origen de los fondos no declarados que fueron fugados al exterior (el “hecho precedente” a la maniobra de lavado de dinero), aunque el juez Casanello sostuvo que “el juzgado habla de un fraude fiscal”, mientras que hay otros posibles delitos, como los sobreprecios en obras públicas, que están siendo investigados por otros jueces.
Pese a que la Unidad de Información Financiera (UIF) pidió expresamente el arresto de los hijos de Báez, el juez federal se limitó a inhibir sus bienes y a prohibirles la salida del país.
La descripción de la operatoria indica que “Helvetic Services Group habría recibido un mandato a partir del año 2011 por parte de la Fundación Kinsky, radicada en Panamá y cuyos directores serían Jorge Chueco y Daniel Pérez Gadín, para canalizar dinero en las sociedades Austral Construcciones por 20 millones de dólares y Epsur SA por 5 millones de dólares. A su vez, la Fundación Kinsky presentaría como beneficiarios finales a Leandro Báez, Luciana Báez, Martín Báez y Melina Báez”.
Marijuán brindó detalles de la ruta del dinero k, como se denominó en los medios a la supuesta operatoria para retirar y devolver fondos del país. “Se llevaba a Suiza y se reingresaba al país por una supuesta venta de unos bonos”, aseguró. La finalidad última, precisó, era la compra de propiedades.
El fiscal federal aludió específicamente al programa Periodismo para Todos, en el que los financistas Federico Elaskar y Leonardo Fariña describieron la forma en que se blanqueaba ese dinero de origen espurio. “Ese hecho está esclarecido”, explicó Marijuán. Y dejó abierta la posibilidad de que existan “muchos hechos más”.
Ratificación y desmentida
Casanello negó una vez más que se haya reunido con la ex presidenta Cristina Fernández en la Quinta de Olivos.
El empresario Báez ratificó ayer esta versión ante la Cámara Federal. Según dijo, en septiembre de 2015 vio en Olivos a Casanello y al entonces secretario general de la Presidencia Eduardo “Wado” de Pedro con otras personas. Añadió que el magistrado y el actual diputado del Frente para la Victoria (FPV) aguardaban en una sala contigua a la oficina de Cristina, para reunirse con la entonces Presidenta. Este es el principal argumento que esgrimió la defensa del detenido para recursar al magistrado en la causa.
Ayer, Casanello desmintió una vez más esta versión. El diputado kirchnerista de Pedro también rechazó los dichos de Báez. (Télam-DyN-Especial)
Según la hipótesis oficial, el empresario de la construcción Lázaro Báez (detenido por esta causa) sacó sumas millonarias dinero no declarado del país y las envió a cuentas de bancos suizos que estaban a nombre de sus hijos.
La versión fue confirmada ayer en una improvisada rueda de prensa que dieron Casanello y Marijuan en los pasillos de Comodoro Py al 2.000. Los magistrados dieron por probado que Báez sacó del mercado argentino más de 25 millones de dólares y los envió a Suiza a través de empresas offshore con sede en Panamá y Uruguay.
Según el juez federal y el fiscal federal, una vez que los fondos salían del país iban a parar a cuentas de los hijos de Báez en el banco Safra de Ginebra, Suiza. Por eso, Leandro, Melina, Luciana y Martín Báez, los cuatro hijos del empresario, fueron citados a declarar a partir del 6 de julio.
Los investigadores accedieron a un informe de inteligencia realizado por la Unidad de Información Financiera (UIF), en el que se daba cuenta de que los hijos de Báez eran beneficiaros de al menos tres cuentas en Suiza. Según esos datos, el dinero era sacado del país a través de tres firmas radicadas en Panamá, denominadas Kinsky, Tyndall y Teegan, y de una en empresa en Uruguay, Worldwide.
Estas compañías depositaban el dinero no declarado en las cuentas bancarias suizas, y luego los recursos financieros eran girados a la cuenta de Helvetic Service Group (HSG), del empresario Marcelo Ramos, para reingresar al país a través de la compra venta de bonos.
“El dinero se llevaba a Suiza y se reingresaba a la Argentina con la supuesta venta de unos bonos”, sostuvo el fiscal federal.
De acuerdo a la información con la que cuentan Casanello y Marijuan, Helvetic Service Group compraba los bonos de la deuda pública argentina y de allí transferidas a la cuenta comitente que esa firma poseía en Financial Net Sociedad de Bolsa S.A., que luego liquidó esos títulos en el mercado de valores de la ciudad de Rosario.
La liquidación de esos bonos en el mercado de Rosario “permitió incorporar una cuantiosa suma de dinero al patrimonio de Austral Construcciones S.A., de modo tal de culminar con el ciclo de blanqueo de dinero que comenzó con la clandestina expatriación de grandes sumas de dinero”, sostuvo Casanello en su fallo.
Esos fondos habrían ingresado a la cuenta de Austral Construcciones en el Banco Nación a través de nueve cheques firmados por el apoderado de HSG, el abogado detenido Jorge Chueco. Este hecho había sido presentado por Báez, en su declaración ante Casanello, como un préstamo para afrontar una licitación de obra pública.
Las indagatorias a los hijos de Báez deberán esperar, ya que la semana próxima Marijuán estará de licencia. Leandro está citado para el 6 de julio a las 10, Melina para el día siguiente y Luciana para el 11 julio, mientras que la fecha en la que volverá a declarar Martín Báez no fue confirmada por las autoridades judiciales.
Tanto el juez como el fiscal sostuvieron que las detenciones de los hijos de Lázaro Báez no están descartadas, pero que para decidirlas tendrán que “determinar qué rol tuvo cada uno” en el circuito del presunto lavado de dinero.
Todavía se desconoce el origen de los fondos no declarados que fueron fugados al exterior (el “hecho precedente” a la maniobra de lavado de dinero), aunque el juez Casanello sostuvo que “el juzgado habla de un fraude fiscal”, mientras que hay otros posibles delitos, como los sobreprecios en obras públicas, que están siendo investigados por otros jueces.
Pese a que la Unidad de Información Financiera (UIF) pidió expresamente el arresto de los hijos de Báez, el juez federal se limitó a inhibir sus bienes y a prohibirles la salida del país.
La descripción de la operatoria indica que “Helvetic Services Group habría recibido un mandato a partir del año 2011 por parte de la Fundación Kinsky, radicada en Panamá y cuyos directores serían Jorge Chueco y Daniel Pérez Gadín, para canalizar dinero en las sociedades Austral Construcciones por 20 millones de dólares y Epsur SA por 5 millones de dólares. A su vez, la Fundación Kinsky presentaría como beneficiarios finales a Leandro Báez, Luciana Báez, Martín Báez y Melina Báez”.
Marijuán brindó detalles de la ruta del dinero k, como se denominó en los medios a la supuesta operatoria para retirar y devolver fondos del país. “Se llevaba a Suiza y se reingresaba al país por una supuesta venta de unos bonos”, aseguró. La finalidad última, precisó, era la compra de propiedades.
El fiscal federal aludió específicamente al programa Periodismo para Todos, en el que los financistas Federico Elaskar y Leonardo Fariña describieron la forma en que se blanqueaba ese dinero de origen espurio. “Ese hecho está esclarecido”, explicó Marijuán. Y dejó abierta la posibilidad de que existan “muchos hechos más”.
Ratificación y desmentida
Casanello negó una vez más que se haya reunido con la ex presidenta Cristina Fernández en la Quinta de Olivos.
El empresario Báez ratificó ayer esta versión ante la Cámara Federal. Según dijo, en septiembre de 2015 vio en Olivos a Casanello y al entonces secretario general de la Presidencia Eduardo “Wado” de Pedro con otras personas. Añadió que el magistrado y el actual diputado del Frente para la Victoria (FPV) aguardaban en una sala contigua a la oficina de Cristina, para reunirse con la entonces Presidenta. Este es el principal argumento que esgrimió la defensa del detenido para recursar al magistrado en la causa.
Ayer, Casanello desmintió una vez más esta versión. El diputado kirchnerista de Pedro también rechazó los dichos de Báez. (Télam-DyN-Especial)