Veterinarios tucumanos salvaron al tapir más viejo del mundo

Veterinarios tucumanos salvaron al tapir más viejo del mundo

Para operar a "Inés", de 34 años de edad, se montó un quirófano completo en la Casa Laboratorio de la Reserva Experimental de Horco Molle. Llevó un mes preparar la cirugía.

LA ABUELA DE TODOS. Inés comparte su recinto con garzas y un oso hormiguero. LA GACETA / FOTO DE ARCHIVO LA ABUELA DE TODOS. Inés comparte su recinto con garzas y un oso hormiguero. LA GACETA / FOTO DE ARCHIVO
01 Junio 2016
Un tapir hembra de 34 años de edad, que vive en cautiverio y es el ejemplar más viejo del mundo, fue intervenido quirúrgicamente por médicos y veterinarios tucumanos que lograron salvarle la vida en lo que se convirtió en "un desafío profesional" sin precedentes en la provincia, destacaron los responsables de la reserva donde habitan estos animales que están en vía de extinción.
La cirugía consistió en "una anexohisterectomía, es decir, se extrajo el útero y los ovarios”, explicó Juan Cruz Yalour, médico cirujano del Sanatorio Rivadavia, quien encabezó la operación que, según aclaró, “llevó alrededor de un mes prepararla".
Para operar a Inés, como se llama el tapir hembra que habita en la Reserva Experimental de Horco Molle, se montó un quirófano completo en la Casa Laboratorio de la reserva.
"Tuvimos que hacer fabricar una camilla especial, capaz de soportar el peso de Inés, y trajimos el instrumental adecuado del sanatorio, como elementos descartables, aparatos para coagular y respirador, entre otros", señaló Yalour a la agencia de noticias Télam.
El cirujano sostuvo que "en un primer momento se intentó realizar una cirugía laparoscópica pero fue imposible porque el útero era enorme, mucho más grande que uno humano, y por eso se decidió hacer una cirugía convencional que duró cerca de dos horas”.
“Se hizo una incisión de unos 20 centímetros abajo del ombligo y con depósito sellador de vasos sanguíneos especial pudimos controlar el sangrado y realizar todo tranquilamente”, indicó.
"Fue un desafío profesional muy grande”, destacó Pablo Aon, veterinario de la reserva y uno de los profesionales que participaron de la operación: el equipo de profesionales estuvo integrado por nueve médicos del sanatorio Rivadavia y dos veterinarios de la reserva.
Inés habita en la Reserva, que pertenece a la facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Tucumán y cuenta con un espacio de 200 hectáreas que se utiliza para rehabilitar animales autóctonos que son rescatados y luego se los devuelve a su hábitat natural.
Juan Pablo Juliá, director de la Reserva, sostuvo que de acuerdo a las investigaciones realizadas por el Grupo Argentino de Tapires (que nuclea a zoológicos, investigadores y aficionados dedicados a la conservación de la especie) y del Tapir Especialist Group (organización internacional para la conservación de la naturaleza), "Inés es el ejemplar más viejo del mundo que se encuentra en cautiverio”.
Actualmente la reserva cuenta con un total de ocho tapires (cinco machos y tres hembras), y a mediados de marzo nació un macho que es el más joven del lugar.
"En total en Argentina tenemos identificados cerca de 60 ejemplares en zoológicos y reservas”, precisó Juliá, quien comento que “desde los años '50 esta especie viene siendo amenazada a nivel nacional por la destrucción de su hábitat, que ha ido desapareciendo o fragmentándose en parches pequeños".
"No pueden mantener poblaciones viables y esto se produjo especialmente en la región chaqueña, mientras que en la yungas del norte del país y en Misiones las poblaciones lograron mantenerse relativamente sanas”, agregó.
Otras de las amenazas a la especie es la caza excesiva, ya que "tiene una tasa de reproducción muy baja lo cual hace que tienda a desaparecer rápidamente”, explicó Juliá.

Un tapir hembra de 34 años de edad, que vive en cautiverio y es el ejemplar más viejo del mundo, fue intervenido quirúrgicamente por médicos y veterinarios tucumanos que lograron salvarle la vida en lo que se convirtió en "un desafío profesional sin precedentes en la provincia", destacaron los responsables de la reserva donde habitan estos animales que están en vía de extinción.

La cirugía consistió en "una anexohisterectomía, es decir, se extrajo el útero y los ovarios”, explicó Juan Cruz Yalour, médico cirujano del Sanatorio Rivadavia, quien encabezó la operación que, según aclaró, “llevó alrededor de un mes prepararla". Para operar a Inés, como se llama el tapir hembra que habita en la Reserva Experimental de Horco Molle, se montó un quirófano completo en la Casa Laboratorio de la reserva.

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"Tuvimos que hacer fabricar una camilla especial, capaz de soportar el peso de Inés, y trajimos el instrumental adecuado del sanatorio, como elementos descartables, aparatos para coagular y respirador, entre otros", señaló Yalour a la agencia de noticias Télam.

El cirujano sostuvo que "en un primer momento se intentó realizar una cirugía laparoscópica pero fue imposible porque el útero era enorme, mucho más grande que uno humano, y por eso se decidió hacer una cirugía convencional que duró cerca de dos horas”.

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“Se hizo una incisión de unos 20 centímetros abajo del ombligo y con depósito sellador de vasos sanguíneos especial pudimos controlar el sangrado y realizar todo tranquilamente”, indicó.

"Fue un desafío profesional muy grande”, destacó Pablo Aon, veterinario de la reserva y uno de los profesionales que participaron de la operación: el equipo de profesionales estuvo integrado por nueve médicos del sanatorio Rivadavia y dos veterinarios de la reserva.

Inés habita en la Reserva, que pertenece a la facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Tucumán y cuenta con un espacio de 200 hectáreas que se utiliza para rehabilitar animales autóctonos que son rescatados y luego se los devuelve a su hábitat natural.

Juan Pablo Juliá, director de la Reserva, sostuvo que de acuerdo a las investigaciones realizadas por el Grupo Argentino de Tapires (que nuclea a zoológicos, investigadores y aficionados dedicados a la conservación de la especie) y del Tapir Especialist Group (organización internacional para la conservación de la naturaleza), "Inés es el ejemplar más viejo del mundo que se encuentra en cautiverio”.

Actualmente la reserva cuenta con un total de ocho tapires (cinco machos y tres hembras), y a mediados de marzo nació un macho que es el más joven del lugar.

"En total en Argentina tenemos identificados cerca de 60 ejemplares en zoológicos y reservas”, precisó Juliá, quien comento que “desde los años '50 esta especie viene siendo amenazada a nivel nacional por la destrucción de su hábitat, que ha ido desapareciendo o fragmentándose en parches pequeños".

"No pueden mantener poblaciones viables y esto se produjo especialmente en la región chaqueña, mientras que en la yungas del norte del país y en Misiones las poblaciones lograron mantenerse relativamente sanas”, agregó.

Otras de las amenazas a la especie es la caza excesiva, ya que "tiene una tasa de reproducción muy baja lo cual hace que tienda a desaparecer rápidamente”, explicó Juliá.

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