El desafío de cumplir los sueños pese a las imposiciones sociales

ACTÚAN HOY
• A las 22, en el bar Santos Discépolo (La Rioja 219).

Hace 35 años, Teatro Abierto fue la expresión artística más importante que se levantó contra la dictadura militar. Los textos reunían la denuncia de las violaciones a los derechos humanos y la esperanza de poder construir una sociedad distinta. Alcanzar los sueños aunque sea desde un escenario era entonces una de las mayores utopías que se planteaba.

En ese contexto, Carlos Gorostiza estrenó “El acompañamiento”, presentada en tono realista, en la que dos amigos (Carlos Carella y Ulises Dumont) comparten sus deseos y sus anhelos de triunfar como dúo tanguero. Carla Florentina Illuminato retomó esa idea y la adaptó en “Sudáfrica”, la obra que estrenó en el bar Santos Discépolo en su primer trabajo de dirección, para concluir la Licenciatura en Teatro de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán.

“Es una obra que siempre me daba vueltas en la cabeza, porque quería dar vida a personajes con los que me identificaba. Y lo pude hacer con dos poderosos actores como Martín Lombardelli y Rodolfo Juárez, en una puesta que fui construyendo desde lo que proponían, sus cuerpos, sus historias, su pasado, sus anécdotas y su relación en las escenas. Llegamos a un producto muy auténtico y genuino, al punto que se usan los nombres reales de cada actor”, explica la directora.

En la reformulación, se mantienen algunos ejes del texto original y se modifican otros. En su núcleo, cuenta la decisión de Rodolfo de abandonar su vida rutinaria para cumplir su sueño, para lo que necesitaba montar un espacio dentro del bar, parecido al de un estudio de televisión bizarro, precario y pintoresco. Allí lo visita Martín, quien se propone hacerlo entrar en razón y que vuelva a su trabajo. Para Rodo, en tanto, sería su cómplice ideal de locura.

Illuminato destaca que “los buenos amigos son aquellos que nos hacen ver con otros ojos la misma realidad y resulta inevitable que compartan los mismos deseos de libertad, de éxito, de dejar atrás las frustraciones y convertirlas en fantasías, objetivos que hay que cumplirlos en vida aunque el riesgo sea grande”. “La mayor motivación es decidir hacer lo que a uno de verdad lo llena de satisfacción, es ése el éxito que quiere Rodo. Lo que planteo en la obra es qué sucede cuando un hombre decide abandonar todos aquellos mandatos sociales, deja de lado el deber ser y las convenciones de su entorno, que están establecidas dentro de cada uno de nosotros y de las que resulta tan difícil despegarse y correrse”, agrega.

“Todas las funciones son diferentes, ya que los actores se hacen cargo del entorno y la obra transcurre en un espacio real que incluye la cocina, el baño y los exteriores. Ésta es la primera obra de teatro que se realiza en el Santos Discépolo, que es un espacio muy interesante, con mucha movida cultural. Somos los encargados de iniciar esta sala, con la idea de que muchos sueñen junto a nosotros, disfruten del encuentro y hagan que el teatro sea una fiesta”, señala la responsable de la puesta.