02 Mayo 2016
PRESUPUESTO. Se debe disponer de $ 800, por lo menos, para llenar el tanque de un auto mediano. la gaceta / foto de analia jaramillo
“Ya no sé qué hacer. Llenar el tanque de nafta me implica no menos de $ 800. Y el combustible sigue subiendo”. Jorge se quejaba mientras hacía cola el sábado por la noche para tratar de cargar nafta premium con el precio viejo. Pudo hacerlo y, una hora después, la Infinia pasó a costar $ 20,79 el litro. Ayer, las estaciones de servicio reajustaron los valores, luego de que el Ministerio de Energía de la Nación autorizara a las petroleras a retocar el valor de sus productos en torno del 10%, el incremento más alto en lo que va del año. Además, esta es la cuarta suba que se registra desde que asumió el nuevo gobierno, lo que lleva al 30% el total del incremento.
Desde el sábado por la noche se observó filas de automóviles en las estaciones de servicio de la provincia, con el fin de cargar combustible antes de que se produzca el reajuste. La situación fue tal que algunas expendedoras se quedaron sin producto, como se pudo constatar en una recorrida de LA GACETA.
En las pizarras de la estatal YPF, la Infinia figura ahora a $ 20,79 el litro, mientras que la Super cuesta $ 18,94. El aumento fue mayor en los establecimientos de bandera Shell. En este caso, la Super se ofrece a $ 18,99, mientras que la V Power Nafta cuesta $ 21,35 el litro.
La medida fue criticada por dirigentes del sector de los expendedores de combustibles, que alegaron que “no hay motivos” para el nuevo ajuste y además alertaron que caerán las ventas y que estos incrementos de precios “pueden provocar más inflación”.
Las estaciones de servicio ajustaron los precios desde los primeros minutos del domingo. En una recorrida que realizaron periodistas de la agencia DyN por el Gran Buenos Aires y por la Capital Federal, se pudo comprobar que los valores de las naftas se ubicaban en 17,15 pesos para la Súper y en 20,20 pesos para la Premium.
Cuestionamientos
El nuevo aumento fue cuestionado por la presidenta de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (FECRA), Rosario Sica, y por el presidente de la Federación de Entidades del Combustible, Luis Malchiodi, quienes coincidieron en advertir que causará inflación.
Sica se quejó porque “el amigo (ministro de Energía, Juan José) Aranguren avisa con tres o cuatro días de anticipación y provoca el fastidio del consumidor”. Además, “el expendedor se desespera” porque “compró todo el stock a precio viejo y ahora lo debe vender a precio nuevo”.
Asimismo, señaló que en las estaciones de servicio “la venta de combustibles ya está cayendo. Hay recesión y la industria automotriz está paralizada porque caen las ventas de autos a Brasil”. La empresaria destacó que en el Litoral “están con todos los campos inundados”, por lo que la pérdida de cosecha de soja por las inundaciones se hará sentir con creces y habrá camiones “que no llegarán al puerto, que no demandarán combustible”.
En igual sintonía, Malchiodi dijo estar “desconcertado” frente a la nueva suba porque “no había motivo para este aumento” y afirmó que provocará “inflación sin ninguna duda” porque “genera inconvenientes en toda la cadena de valores”.
Malchiodi sostuvo que su sector “pagará las consecuencias”, ya que “la gente se restringe más en el uso” de la nafta, lo que originará caída de ventas.
También consideró que “hoy el usuario en la Argentina está subvencionando a las provincias petroleras y a las empresas” con este esquema de ajustes tarifarios en el precio de combustibles locales, cuando el valor del barril internacional está en baja.
“Con los países vecinos teníamos precios similares. Hoy evidentemente vamos a estar más arriba. Realmente entendíamos que no había motivo para este aumento”, cuestionó el empresario.
Desde el sábado por la noche se observó filas de automóviles en las estaciones de servicio de la provincia, con el fin de cargar combustible antes de que se produzca el reajuste. La situación fue tal que algunas expendedoras se quedaron sin producto, como se pudo constatar en una recorrida de LA GACETA.
En las pizarras de la estatal YPF, la Infinia figura ahora a $ 20,79 el litro, mientras que la Super cuesta $ 18,94. El aumento fue mayor en los establecimientos de bandera Shell. En este caso, la Super se ofrece a $ 18,99, mientras que la V Power Nafta cuesta $ 21,35 el litro.
La medida fue criticada por dirigentes del sector de los expendedores de combustibles, que alegaron que “no hay motivos” para el nuevo ajuste y además alertaron que caerán las ventas y que estos incrementos de precios “pueden provocar más inflación”.
Las estaciones de servicio ajustaron los precios desde los primeros minutos del domingo. En una recorrida que realizaron periodistas de la agencia DyN por el Gran Buenos Aires y por la Capital Federal, se pudo comprobar que los valores de las naftas se ubicaban en 17,15 pesos para la Súper y en 20,20 pesos para la Premium.
Cuestionamientos
El nuevo aumento fue cuestionado por la presidenta de la Federación de Empresarios de Combustibles de la República Argentina (FECRA), Rosario Sica, y por el presidente de la Federación de Entidades del Combustible, Luis Malchiodi, quienes coincidieron en advertir que causará inflación.
Sica se quejó porque “el amigo (ministro de Energía, Juan José) Aranguren avisa con tres o cuatro días de anticipación y provoca el fastidio del consumidor”. Además, “el expendedor se desespera” porque “compró todo el stock a precio viejo y ahora lo debe vender a precio nuevo”.
Asimismo, señaló que en las estaciones de servicio “la venta de combustibles ya está cayendo. Hay recesión y la industria automotriz está paralizada porque caen las ventas de autos a Brasil”. La empresaria destacó que en el Litoral “están con todos los campos inundados”, por lo que la pérdida de cosecha de soja por las inundaciones se hará sentir con creces y habrá camiones “que no llegarán al puerto, que no demandarán combustible”.
En igual sintonía, Malchiodi dijo estar “desconcertado” frente a la nueva suba porque “no había motivo para este aumento” y afirmó que provocará “inflación sin ninguna duda” porque “genera inconvenientes en toda la cadena de valores”.
Malchiodi sostuvo que su sector “pagará las consecuencias”, ya que “la gente se restringe más en el uso” de la nafta, lo que originará caída de ventas.
También consideró que “hoy el usuario en la Argentina está subvencionando a las provincias petroleras y a las empresas” con este esquema de ajustes tarifarios en el precio de combustibles locales, cuando el valor del barril internacional está en baja.
“Con los países vecinos teníamos precios similares. Hoy evidentemente vamos a estar más arriba. Realmente entendíamos que no había motivo para este aumento”, cuestionó el empresario.