“Las redes sociales te permiten tomarles el pulso a los lectores”

“Las redes sociales te permiten tomarles el pulso a los lectores”

Los autores de la saga para jóvenes “Electro” transmiten la pasión por la lectura a través de las redes. Historias eternas, con nuevos códigos.

A CUATRO MANOS. Carbajo (cineasta) y Ruescas (escritor, booktuber) visitarán Tucumán el martes próximo.
29 Abril 2016

Para los madrileños Javier Ruescas (28, escritor, booktuber, blogger y experto en redes sociale) y Manu Carbajo (26, cineasta, booktrailerer), el siglo XXI es propicio para contar historias a cuatro manos, con el aporte de sus respectivas miradas. Así surgió “Electro”, saga sazonada con esos condimentos distópicos que tanto atrapan al lector joven y que se convirtió en boom. Pero no sólo “Electro” los hizo famosos. Para ellos, nativos digitales, unir las redes sociales con la escritura fue un encuentro anunciado. De eso “hablaron” con LA GACETA, vía mail, antes de su visita a Tucumán, la semana próxima, en el marco del “Mayo de las Letras”.


- ¿Había libros en sus casas?

J: Siempre ha habido, sí. Muchos. Y siempre me han comprado todos los libros que he querido. La literatura en mi casa ha estado muy presente desde que era niño.

M: A mi madre le encanta leer. Siempre hemos tenido muchísimas colecciones de libros (desde clásicos hasta best-sellers). Además, independientemente de las lecturas que me mandaban en el colegio, mi madre me ha regalado libros que me interesaban. ¡Sobre todo en verano!

- En el siglo XIX, el siglo de la novela, el escritor era un ser solitario. Hoy, en la era de los Youtubers, ¿sigue siendo solitario el momento creativo, y lo que cambia es la socialización?

J: Para nosotros (tanto cuando escribimos juntos como cuando escribimos por separado) el momento creativo es absolutamente personal. No lo compartimos con nadie, trabajamos por nuestra cuenta. Creamos nuestra historia, no dejamos que lo lea nadie... pero una vez lo hemos acabado y se va a publicar sí que nos gusta que el libro llegue tan lejos como sea posible, y actualmente gracias a las redes sociales apenas hay límites. Así que, en nuestro caso, el trabajo del escritor sigue siendo solitario, pero el de los lectores puede no serlo tanto.

M: Creo que el trabajo del artista sigue siendo solitario. Independientemente de que escribas solo o a cuatro manos. Como bien dice Javier, es algo muy personal. La única diferencia hay ahora es que hoy en día el feedback que da el lector es, prácticamente, inmediato. Al fin y al cabo eso es lo que ha cambiado: la manera de comunicarnos. La manera de crear sigue siendo la misma desde Aristoteles.

- Con la “inteligencia colectiva”, poder meter mano en finales y en tramas, ¿en qué queda la “obra de autor” ?

J: Como ya he dicho, para mí todos mis libros son “obra de autor”, puesto que no me dejo influir por lo que quieren los lectores en las redes cuando han empezado a leer una saga que tengo a medias, o escribo lo que ellos me piden. Las redes sociales han estado muy presentes en mi vida personal desde el principio y ha sido muy natural llevarlas al campo profesional. Lo bueno es que te permiten tomarles el pulso a los lectores y, sobre todo, poder hablar con ellos de una manera directa y rápida.

M: La saga Electro, por ejemplo, la escribimos de golpe antes de que se publicara el primer libro. Cuando se publicó aquí en España Electro (el primero de la saga), nosotros ya habíamos terminado de escribir Némesis (el cierre de la trilogía). Con esto quiero decir que, en nuestro caso, no nos influye la opinión del lector a la hora de cambiar el final de una historia o de una trama. Cuando escribimos nos encerramos en nuestra burbuja, cocinamos la historia y, una vez hecha, se la damos al público. Y a este le puede gustar o no gustar. La obra es, por tanto, 100% nuestra, de los autores. Y esto nos pasa tanto en Electro como en nuestros otros proyectos. Como bien dice Javier, las redes sociales permiten hablar con el lector de una forma más directa y rápida; pero, en nuestro caso, no les hacemos partícipes de ese proceso de creación. Les hacemos partícipes de vivir, directamente, la propia historia.

- ¿ Qué leen los jóvenes? Impresiona el interés que tienen por los mundos distópicos.

- Hoy día los jóvenes leen de todo, pero el hecho de que les gusten tanto los mundos distópicos significa que están pendientes de lo que pasa a su alrededor y de las consecuencias que puede tener seguir determinados caminos. Nosotros tenemos el poder de cambiar el futuro, de hacerlo mejor, de lograr que no se parezca a las distopías que inventamos los escritores. De algún modo, este tipo de novelas son advertencias de lo que podría suceder y hacen que el lector se vuelva más crítico con la sociedad que le rodea.

- ¿ En qué momento se cruzaron sus caminos?

J: En una fiesta de unos amigos en común nos conocimos, comprendimos que a ambos nos gustaba contar historias (Manu a través del cine y yo a través de la literatura) y decidimos colaborar juntos para ver qué resultado nos daba.

- En lo operativo, ¿ qué herramientas puntuales usan?

J: Somos muy clásicos: Word para escribir y teléfono para resolver dudas cuando no podíamos quedar.

M: En mi caso, al venir del mundo del guión, intento organizarme mucho antes de escribir. Utilizo varias técnicas de pioneros americanos en la escritura del guión y las aplico al proceso creativo de mis historias. Para eso me ayudo de una estupenda pizarra en la que trazo arcos argumentales, paradigmas, anoto secuencias, personajes...

- ¿ Qué les dirían a los chicos que no leen? ¿ Qué se está perdiendo un chico que no lee?

J: Se está perdiendo un montón de historias que le harán vibrar, conocer nuevas realidades, mundos, sociedades, maneras de pensar; se está perdiendo emociones y también la posibilidad de conocer a otros lectores.

M: La posibilidad de viajar, desde luego. Leer te permite viajar mentalmente a mundos que tú vas construyendo con las instrucciones que te da el autor del libro. Y esto te hace conocer mundos, culturas, personajes... Te enriquece mucho.

- ¿ Qué historias los inspiran ?

J: Para Electro bebimos de muchas historias, narradas tanto en libros como en películas. Por decir algunas: Los juegos del Hambre, Divergente, El corredor del Laberinto; clásicos como El Retrato de Dorian Grey...

M: En el caso del cine, nos ha influenciado películas como The Book of Eli o The Road para generar los paisajes de la historia. El silencio de los corderos, por ejemplo, nos ha influenciado a la hora de crear el personaje de Ray (para madurar hay que enfrentarse a los miedos). La premisa de despertar en un mundo desconocido de Matrix también está presente en nuestra historia. Y luego nos hemos impregnado de las llamadas “tramas maestras” de la antigua Grecia.

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