Emiliano Vargas Aignasse: “la marihuana era para consumo personal”

Emiliano Vargas Aignasse: “la marihuana era para consumo personal”

El suspendido legislador dice que muchos de sus pares lo usaron para “posicionarse” “No voy a permitir que se inicie un trámite posterior”, advirtió. “Tengo la soberanía que el pueblo me dio”, añadió.

DOLENCIAS. En la entrevista, Vargas Aignasse dijo que fumó marihuana debido a una grave enfermedad. la gaceta / foto de diego aráoz DOLENCIAS. En la entrevista, Vargas Aignasse dijo que fumó marihuana debido a una grave enfermedad. la gaceta / foto de diego aráoz
17 Abril 2016
La escena se produce al final de la entrevista. Emiliano Vargas Aignasse se levanta de un salto del sillón del living de su casa y se abalanza con un abrazo urgente hacia su esposa Ethel, que llora sin consuelo. La secuencia revela que desde la madrugada del 26 de enero pasado, cuando Vargas Aignasse fue detenido con 47 gramos de marihuana en el interior de su camioneta, no sólo su carrera como legislador atraviesa un momento crítico: también para su familia estos dos meses y medio han sido un calvario inolvidable.

Durante más de una hora de diálogo con LA GACETA, en un barrio privado de El Manantial, el suspendido parlamentario oficialista relata su versión de los hechos. Acusa a la Policía de Santiago del Estero de haber falsificado actas, de haberlo secuestrado y de haber inventado un pedido de coimas y una persecución de 20 kilómetros para justificar su intervención en jurisdicción tucumana. Les reclama a sus pares de la Legislatura que no le hayan concedido una licencia, como había solicitado, en lugar de inhabilitarlo por 120 días en el cargo. Incluso, señala que algunos colegas aprovecharon su caso para sacar rédito político. Y advierte: “no cuestiono la sanción, pero no voy a permitir que ningún legislador, sea del partido que sea, intente avanzar más allá de esa medida”.

También es momento de confesiones. Admite que ha fumado marihuana y que la droga hallada en su camioneta Toyota Hilux le pertenecía. Pero sostiene que no es “delincuente” ni “adicto”. Según dice, lo hacía para aplacar síntomas de una grave enfermedad. Y añade que sus colegas de la Legislatura sabían esto, porque había presentado un certificado médico con su pedido de licencia. “Si mañana algien me dice: ‘lo espero en tal centro médico para que se someta a estudios anti drogas’, con gusto vamos. E invitamos a los medios, para que corroboren. Emiliano Vargas Aignasse está limpio”, asegura.

- ¿Qué pasó ese día?

- En realidad todo comenzó el día antes, el domingo 25 de enero, que es cuando volvemos junto a mi familia en la camioneta de mi esposa. Habíamos pasado 15 días en Mar del Plata. Ese lunes decido ir a Las Termas de Río Hondo, porque había un cumpleaños con unos amigos muy queridos. La persona que me acompañaba (una joven de 22 años) es una amiga de mi familia y sobrina del cumpleañero. Mi esposa no podía venir con nosotros porque ella tenía que reincorporarse a su trabajo. Entonces a las 22 de ese domingo paso a buscar a esta amiga por su casa, ya en mi camioneta, y emprendemos viaje. Pasamos el peaje que está en Tucumán, un puesto policial que no tenía vigilancia y, en medio de la noche, vemos las luces del control caminero, ya en Santiago del Estero. Yo recordé que me había olvidado el carnet de manejo en la camioneta de mi esposa, y me hice a un costado. Entonces di la vuelta en “U”, porque mi idea era regresar a buscar el carnet.

- La Policía asegura que le hizo señas de luces y que usted estaba a 30 metros...

- En ningún momento advierto señalización de algún tipo. De hecho, he comprobado con imágenes satelitales que tampoco hubo persecución. Entre el puesto de control y el peaje hay 1.000 metros. Yo me paré a pagar y no iba a una velocidad alta. ¿Qué tipo de huida es esa? Además, a unos pocos kilómetros paramos en una estación de servicios porque mi amiga quería ir al baño y comprar unas papas fritas. Antes de llegar a Los Puestos, cuando íbamos a unos 120 km, no más que eso, de golpe se me aparece una camioneta blanca sobre el carril izquierdo. No tenían identificación ni luces, y dos de los hombres nos apuntaban con pistolas 9 milímetros. Me hice a un costado porque mi amiga empezó a gritar, le dije que se quedara en la camioneta y yo bajé, porque pensaba que eran asaltantes...

- Lo primero que hizo, según la policía, fue identificarse como legislador e intentar coimearlos...

- En ningún momento. Yo no sabía si eran asaltantes, asesinos o qué. Ellos tergiversaron una frase mía, que fue: “no nos hagan daño, yo les voy a entregar todo el dinero”. Eran hombres armados y vestidos de civil. Más tarde pude verles que en la parte de atrás de sus chaquetas decía algo de “Narcotráfico”. Pero estábamos en medio de la oscuridad de la noche, en la ruta. Y eran tipos muy violentos. De hecho, cuando les dije que debían informar al juez con jurisdicción allí me contestaron: “me importa una m... el juez federal de Tucumán”.

- ¿Qué pensó cuando la Policía encontró la droga?

- La bolsita con marihuana era mía, y les transmití que era para consumo personal. Sé que no estaba cometiendo un delito, moralmente puede ser reprochable, pero la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha fallado que el consumo personal no es un delito. En ningún momento lo negué.

- ¿Por qué dice que la Policía santiagueña lo ha secuestrado?

- Porque me quitaron el celular, no me dejaron hacer ninguna llamada y me llevaron de inmediato al puesto policial de Yutu Yacu, en Santiago del Estero. Ahí hicieron una pantomima de operativo, parando testigos y revisando la camioneta con perros. Yo me había identificado para entonces como legislador. No les importó nada. Después me llevaron a un destacamento, me desnudaron totalmente, hicieron que los testigos vieran que no llevaba más droga. Me trataron como un delincuente, sacándome fotos... En esos momentos pensé que si así trataban a un legislador, qué le harían a cualquier ciudadano. Para colmo, los policías robaron los tickets que yo tenía del peaje. Querían eliminar pruebas para falsear el acta. Pero con mi abogado conseguimos las filmaciones, y demuestran que no hubo ninguna persecución.

- ¿Por qué piensa que hacían todo eso los policías?

- Me sorprende que hayan cruzado 20 km la jurisdicción para interceptarme. Creo que ellos, usando las cámaras del puesto de Yutu Yacu, sacaron la información del dominio de mi camioneta y descubrieron que era legislador tucumano. Quizás tenían la intención de colocarse una medalla en el pecho. Yo he sido extorsionado por ellos.

- Ellos dicen que usted ofreció “ayudarlos económicamente” si ellos lo ayudaban...

- Imagínese que tiene un arma de fuego apuntándole al pecho. ¿Quién puede decir algo así? Soy un funcionario público, conozco las leyes, jamás les ofrecería dinero a los policías.

- ¿Cómo vivió las repercusiones que hubo en la Legislatura?

- Quiero que los legisladores lo entiendan: el hecho de que el cuerpo legislativo no haya salido en defensa de Emiliano Vargas Aignasse implica que no salió en defensa de la institución. Tenemos una autonomía provincial prevista por la Constitución. Yo había pedido una licencia de 100 días, firmada por mi oncólogo, en la que indicaba que la exposición le hacía muy mal a mi salud. Pero me suspendieron. El cuerpo legislativo tiene esas atribuciones, se produjo la sanción y la respeto, pero el dictamen es cuestionable, le diría al doctor Marcelo Caponio que estudie más, porque para presidir esa comsión le falta mucho. Remite a dos fallos que se referían a las inmunidades parlamentarias.

- También se analizó la posibilidad de penas más duras...

- Voy a acatar la suspensión, pero bajo ningún punto de vista voy a permitir que inicien algún trámite posterior. No están dados los elementos. Aquí se falseó un acta de procedimiento, la Policía ha mentido, y aunque la Justicia federal mañana no falle a favor de Emiliano Vargas Aignasse, soy un legislador elegido por el pueblo y tengo la soberanía que el pueblo me dio. Soy inocente hasta que se demuestre lo contrario. Estoy convencido de que no me van a procesar, pero si sucede, eso no significa nada, porque no significa una elevación a juicio y mucho menos una condena. Muchos legisladoers han aprovechado para hacer prensa, para decir que son los más limpios del mundo, de la ética y la moral... Lo he escuchado a (Alberto) Colombres Garmendia y a Luis Brodersen tratarme de adicto. A muchos respeto y valoro, pero a muchos no, y han usado esta situación para tener exposición pública. Párrafo aparte para Caponio, que creo que debe ponerse a estudiar.

- ¿Pudo hablar con Jaldo?

- No he conversado con el presidente de la Cámara. Me une un gran respeto. Decidí solicitarle una audiencia. El lunes o martes trataré de conversar con él.

- Él le deseó una pronta recupración.

- Ha interpretado que algún problema con adicciones podría haber tenido. Pero lo quiero remarcar: vengo haciendo estudios toxicológicos. El 10 de febrero, el 10 de marzo, otro la semana pasada, no sólo para mostrar a la sociedad, sino para mostrar a mi familia mi situación para que sepan que no tengo una adicción.

- Brodersen dice que usted aún cobra gastos sociales.

- No tengo relación con la Legislatura desde que ha sucedido el hecho, no volví más.

- En el recinto se recordó un incidente que tuvo cuando cayó de la camioneta...

- Al mediodía me hice un estudio en el que necesitaba que me durmieran, con anestesia total. Cuando salí cometí el error de tratar de manejar la camioneta.

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