08 Abril 2016
-FAMILIA FELIZ. Paola cumplió su cábala y se convirtió en ganadora. MARKETING LA GACETA.
La semana con la cual concluye un nuevo ciclo de los Números de Oro se despidió dándole una alegría a lo grande a Paola Andrea Villalba y a su familia. La joven lectora, de 35 años, se convirtió en la única ganadora de un pozo que, además, estaba acumulado. Así que la vecina del barrio Juan Pablo I terminó alzándose con una recompensa de $ 100.000.
El rostro de Paola trasuntaba una alegría que ella no hacía el menor esfuerzo por disimular cuando se presentó en LA GACETA para confirmar fehacientemente que se había convertido en una ganadora del entretenimiento.
Llegó, también, visiblemente ansiosa. Y dio las explicaciones acerca de las cuales se encontraba con algo de nerviosismo. Manifestó que, como si se tratase de una suerte de cábala de los Villalba, ella es la que siempre se encarga de comprar LA GACETA, mientras que su padre, Hugo Alfredo Villalba, es el responsable de controlar los números.
Es casi una ceremonia familiar que se ha convertido en tradición. “Participamos de los Números de Oro desde los comienzos del entrenimiento. Muchas veces nos faltó un solo número para completar el cartón”, recordó, con cierta nostalgia.
Pero esta vez fue diferente. “Mi papá me llamó temprano. Estaba muy emocionado porque habíamos completado la grilla. Sin embargo, no lo podía creer así que me decía que no estaba del todo seguro y me pedía que yo me encargara de corroborarlo. Así que vine y lo confirmé. Y aún así, yo tampoco lo puedo creer”, relató entre risas.
Madre de dos chicos de 15 y de 13 años, Paola (vino acompaña por su hermana Priscilla, de 22), aseveró que ganar el pozo “es como un milagro. Desde hace años necesitamos refaccionar la casa de mis padres, así que a esto estará destonado el dinero”.
El rostro de Paola trasuntaba una alegría que ella no hacía el menor esfuerzo por disimular cuando se presentó en LA GACETA para confirmar fehacientemente que se había convertido en una ganadora del entretenimiento.
Llegó, también, visiblemente ansiosa. Y dio las explicaciones acerca de las cuales se encontraba con algo de nerviosismo. Manifestó que, como si se tratase de una suerte de cábala de los Villalba, ella es la que siempre se encarga de comprar LA GACETA, mientras que su padre, Hugo Alfredo Villalba, es el responsable de controlar los números.
Es casi una ceremonia familiar que se ha convertido en tradición. “Participamos de los Números de Oro desde los comienzos del entrenimiento. Muchas veces nos faltó un solo número para completar el cartón”, recordó, con cierta nostalgia.
Pero esta vez fue diferente. “Mi papá me llamó temprano. Estaba muy emocionado porque habíamos completado la grilla. Sin embargo, no lo podía creer así que me decía que no estaba del todo seguro y me pedía que yo me encargara de corroborarlo. Así que vine y lo confirmé. Y aún así, yo tampoco lo puedo creer”, relató entre risas.
Madre de dos chicos de 15 y de 13 años, Paola (vino acompaña por su hermana Priscilla, de 22), aseveró que ganar el pozo “es como un milagro. Desde hace años necesitamos refaccionar la casa de mis padres, así que a esto estará destonado el dinero”.
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