15 Febrero 2016
Según un especialista, “los acoples atentan contra los partidos políticos”
Luego de las controvertidas elecciones provinciales de agosto pasado, el Gobierno provincial inició el debate para avanzar en una reforma política. Para el politólogo, que disertó la semana pasada en el ciclo “Tucumán Dialoga”, el escándalo que llevó a los comicios a la Justicia fue causado por disputas territoriales. Intendentes, a favor de limitar las alianzas “No sería sencillo eliminar las colectoras, pero sí se las podría restringir”, aseguró el doctor en Ciencias Políticas
REFORMA ELECTORAL. El politólogo Germán Lodola disertó en el marco del ciclo oficial “Tucumán Dialoga”. LA GACETA / FOTO DE DIEGO ARÁOZ
“El sistema electoral tucumano no puede entenderse descontextualizado de lo que es el sistema electoral federal. Lo que en el ámbito provincial son los acoples, en el país son las alianzas, que también deberían estar más reguladas”. Según Germán Lodola, doctor en Ciencias Políticas de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos), debería considerarse avanzar hacia una reforma a nivel nacional, aunque considera que su implementación sería impracticable desde el punto de vista político. Aseveró, además, que los partidos están atravesando una crisis en la Argentina.
El profesor del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Torcuato Di Tella brindó una conferencia en el marco del ciclo “Tucumán Dialoga”, impulsado por el Gobierno de Juan Manzur para debatir sobre una posible reforma electoral en Tucumán, y fue entrevistado por LA GACETA.
- ¿Qué lectura hace sobre el sistema electoral de Tucumán?
- Lo que la provincia decidió hacer con los acoples tiene unas implicancias políticas enormes. Por un lado están las cuestiones obvias, de las que todos hablan: perjudican la calidad del proceso electoral y alientan una fragmentación en la oferta de candidatos en los comicios. Pero hay algo de lo que se habla menos: el sistema de colectoras impacta profundamente sobre las estructuras partidarias. Los acoples atentan contra el funcionamiento de los partidos, los debilita.
- ¿De qué manera son perjudicados los partidos?
- El sistema alienta el voto personal y un éxodo de dirigentes que abandonan los partidos por no tener lugar. Ya no hay una vinculación entre el candidato y la estructura partidaria. Se fomentan además microemprendimientos electorales de partidos muy pequeños, que utilizan a los acoples para mantener su personería jurídica. Asimismo, se genera un problema potencial: los partidos dejan de ser las instituciones que canalizan la política organizativa en la provincia. De todas formas, también le encuentro a la modalidad de colectoras algo destacable: posibilita que accedan al poder, en ocasiones, ciudadanos que de otra manera no podrían hacerlo. Te abre el juego más elitista de la política; el problema es que lo abre demasiado.
- ¿Considera que se trata de un sistema diseñado para beneficiar al oficialismo de turno?
- En cierto sentido, los acoples concentran poder arriba, porque todos suman para el cargo ejecutivo. Pero se faccionaliza la base. En una primera instancia contribuyen para el mantenimiento del más poderoso. Pero llega un punto en el que el de arriba no controla a los de abajo, ya que se llega a un nivel de personalismo tan grande entre dirigentes que las lealtades partidarias se desdibujan.
- ¿Esto podría explicar el escenario de las elecciones del 23 de agosto en Tucumán?
- La crisis que devino en las denuncias de fraude y en episodios como los de quema de urnas fue producto de disputas territoriales. El sistema electoral, los acoples, llevaron a esos conflictos por el control del territorio.
- ¿Debería modificarse el sistema de colectoras en Tucumán?
- No sería sencillo eliminar las colectoras, porque no sé si existe un incentivo suficiente como para que las autoridades quieran hacerlo. Sí creo que podrían generarse mecanismos indirectos para hacer mucho más restrictiva la formación de acoples. Por ejemplo: aumentar los requisitos para su conformación; ser más rigurosos con el control de los avales; e incluso establecer un mecanismo de ordenamiento de las alianzas partidarias, que no sea posible aliarse con cualquiera en cualquier momento.
Reforma macrista
Lodola aseguró que el triunfo del líder del PRO Mauricio Macri en las elecciones presidenciales de 2015 le hace bien al sistema político argentino. “Le da a la Argentina algo que nunca tuvo: un partido de centroderecha con representación institucional”. El politólogo, sin embargo, considera que el macrismo adolece de una estructura fuerte en el ámbito nacional, y que por eso pretende reformar el sistema electoral.
- ¿Qué reflexión hace sobre la convocatoria de la Nación a discutir una reforma electoral?
- Creo que la está impulsando por una necesidad política, y no por un genuino interés de hacer los procesos electorales más transparentes. El PRO es un partido con poca incidencia territorial en las provincias, y veo que algunas de las propuestas, como la de la concurrencia de las elecciones (que los comicios nacional y de todas las provincias sean realizados el mismo día), apuntan a generar mecanismo de tracción de votos hacia la figura nacional del partido. Así pretenden ingresar electoralmente en los territorios provinciales.
- ¿Piensa que es viable la centralización de la organización de los comicios en el país?
- Muchos de los puntos sugeridos por el macrismo son impracticables. Por ejemplo, para lograr elecciones concurrentes el Gobierno nacional debería acordar políticamente con los 23 Gobiernos provinciales y con la Ciudad de Buenos Aires. Y eso es difícil porque cada provincia tiene la potestad constitucional de definir tanto el modelo como la fecha de los comicios. Tampoco creo que sea viable lograr una Justicia Electoral centralizada, con incidencia en los procesos electorales de las distintas administraciones provinciales.
- ¿Considera necesaria una reforma política?
- ¿Pueden los partidos seguir siendo las instituciones que coorganicen las elecciones? Creo que habría que estudiar la posibilidad de modificar el sistema, en este contexto en el que los partidos políticos están debilitados y no son los de antes, con su capacidad de militancia y fiscalización. En este sentido, implementar la boleta única podría ser una solución, ya que centralizaría la organización de los comicios en el Estado.
El profesor del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Torcuato Di Tella brindó una conferencia en el marco del ciclo “Tucumán Dialoga”, impulsado por el Gobierno de Juan Manzur para debatir sobre una posible reforma electoral en Tucumán, y fue entrevistado por LA GACETA.
- ¿Qué lectura hace sobre el sistema electoral de Tucumán?
- Lo que la provincia decidió hacer con los acoples tiene unas implicancias políticas enormes. Por un lado están las cuestiones obvias, de las que todos hablan: perjudican la calidad del proceso electoral y alientan una fragmentación en la oferta de candidatos en los comicios. Pero hay algo de lo que se habla menos: el sistema de colectoras impacta profundamente sobre las estructuras partidarias. Los acoples atentan contra el funcionamiento de los partidos, los debilita.
- ¿De qué manera son perjudicados los partidos?
- El sistema alienta el voto personal y un éxodo de dirigentes que abandonan los partidos por no tener lugar. Ya no hay una vinculación entre el candidato y la estructura partidaria. Se fomentan además microemprendimientos electorales de partidos muy pequeños, que utilizan a los acoples para mantener su personería jurídica. Asimismo, se genera un problema potencial: los partidos dejan de ser las instituciones que canalizan la política organizativa en la provincia. De todas formas, también le encuentro a la modalidad de colectoras algo destacable: posibilita que accedan al poder, en ocasiones, ciudadanos que de otra manera no podrían hacerlo. Te abre el juego más elitista de la política; el problema es que lo abre demasiado.
- ¿Considera que se trata de un sistema diseñado para beneficiar al oficialismo de turno?
- En cierto sentido, los acoples concentran poder arriba, porque todos suman para el cargo ejecutivo. Pero se faccionaliza la base. En una primera instancia contribuyen para el mantenimiento del más poderoso. Pero llega un punto en el que el de arriba no controla a los de abajo, ya que se llega a un nivel de personalismo tan grande entre dirigentes que las lealtades partidarias se desdibujan.
- ¿Esto podría explicar el escenario de las elecciones del 23 de agosto en Tucumán?
- La crisis que devino en las denuncias de fraude y en episodios como los de quema de urnas fue producto de disputas territoriales. El sistema electoral, los acoples, llevaron a esos conflictos por el control del territorio.
- ¿Debería modificarse el sistema de colectoras en Tucumán?
- No sería sencillo eliminar las colectoras, porque no sé si existe un incentivo suficiente como para que las autoridades quieran hacerlo. Sí creo que podrían generarse mecanismos indirectos para hacer mucho más restrictiva la formación de acoples. Por ejemplo: aumentar los requisitos para su conformación; ser más rigurosos con el control de los avales; e incluso establecer un mecanismo de ordenamiento de las alianzas partidarias, que no sea posible aliarse con cualquiera en cualquier momento.
Reforma macrista
Lodola aseguró que el triunfo del líder del PRO Mauricio Macri en las elecciones presidenciales de 2015 le hace bien al sistema político argentino. “Le da a la Argentina algo que nunca tuvo: un partido de centroderecha con representación institucional”. El politólogo, sin embargo, considera que el macrismo adolece de una estructura fuerte en el ámbito nacional, y que por eso pretende reformar el sistema electoral.
- ¿Qué reflexión hace sobre la convocatoria de la Nación a discutir una reforma electoral?
- Creo que la está impulsando por una necesidad política, y no por un genuino interés de hacer los procesos electorales más transparentes. El PRO es un partido con poca incidencia territorial en las provincias, y veo que algunas de las propuestas, como la de la concurrencia de las elecciones (que los comicios nacional y de todas las provincias sean realizados el mismo día), apuntan a generar mecanismo de tracción de votos hacia la figura nacional del partido. Así pretenden ingresar electoralmente en los territorios provinciales.
- ¿Piensa que es viable la centralización de la organización de los comicios en el país?
- Muchos de los puntos sugeridos por el macrismo son impracticables. Por ejemplo, para lograr elecciones concurrentes el Gobierno nacional debería acordar políticamente con los 23 Gobiernos provinciales y con la Ciudad de Buenos Aires. Y eso es difícil porque cada provincia tiene la potestad constitucional de definir tanto el modelo como la fecha de los comicios. Tampoco creo que sea viable lograr una Justicia Electoral centralizada, con incidencia en los procesos electorales de las distintas administraciones provinciales.
- ¿Considera necesaria una reforma política?
- ¿Pueden los partidos seguir siendo las instituciones que coorganicen las elecciones? Creo que habría que estudiar la posibilidad de modificar el sistema, en este contexto en el que los partidos políticos están debilitados y no son los de antes, con su capacidad de militancia y fiscalización. En este sentido, implementar la boleta única podría ser una solución, ya que centralizaría la organización de los comicios en el Estado.