27 Agosto 2015
IMPUTADO. Fernando Farré es acusado de matar a su mujer. perfil.com
BUENOS AIRES.- La abogada que intervino en el proceso de divorcio entre el empresario Fernando Farré y su esposa, Claudia Schaefer, asesinada a puñaladas el viernes en el vestidor de una casa del country Martindale, en Pilar, consideró ayer que si los letrados que acompañaban ese día al matrimonio hubieran logrado entrar al lugar del ataque también estarían muertos.
“Quizá si la abogada de mi estudio, que tiene 25 años, y el doctor (Carlos Alfredo) Quirno (representante de Schaefer) lograban entrar a ese lugar no sólo estaríamos lamentando a Claudia sino a otras dos víctimas”, manifestó la letrada Mariana Gallego. La abogada también contó cómo fueron los momentos previos al crimen, según le relató la abogada que trabaja para su estudio, quien acompañó a Farré hasta el country a esperar que Schaefer fuera a retirar sus efectos personales, como habían acordado días antes.
“Se encontraron en Capital. Farré manejó el auto, llevó a la abogada y su mamá al lugar. Estaba de buen humor, hablaba normalmente, hasta les preparó un té en la cocina”, describió la letrada.
Según Gallego, “pasadas las once llega Claudia con Quirno y entran por una puerta lateral que da a la cocina” y permanecen todos allí hasta que en un momento los abogados se retiran y quedan Farré, su madre y Schaefer solos.
La abogada dijo que nadie vio al empresario tomar cuchillos de la cocina, según consta en la causa, y que los abogados recién advirtieron que algo sucedía cuando escucharon una voz de alerta de la madre de Farré.
Gallego contó que a poco del crimen, la madre de Farré la llamó para que continuara interviniendo en los trámites civiles, aunque le dijo que no, y añadió que la mujer le dio una versión de los hechos que no cree ni comparte.
Divorcio tormentoso
Consultada sobre la asistencia que le brindó al empresario durante el proceso para llegar a la separación, la abogada dijo que “había dos temas que para Farré eran claves: seguir viviendo con los hijos y la preocupación por no poder seguir su nivel de vida y la exigencia de empezar a vender bienes gananciales”
Gallego aseguró que el empresario estaba obsesionado con que su mujer vendiera su camioneta, que costaba más de $ 1,2 millón, a lo que ella se negaba porque decía que los gastos los pagaba la empresa para la que ella trabajaba.
Incluso, Farré llegó a mandarle un mail al jefe de su esposa para decirle que él quería vender ese vehículo, confirmó Gallego para ejemplificar lo “obsesivo” que estaba con ese asunto.
“La mujer hacia mucho que le venía pidiendo separarse, miles de veces, es cierto, y yo lo hablé con él y le dije andate, basta”, recordó.
Gallego dijo que el empresario también se sentía molesto porque la casa en la que vivía con Schaefer y sus hijos había sido comprada con el dinero que provino de su familia primaria.
“Él estaba en el lugar de víctima y decía que ella lo maltrataba, lo ninguneaba y eso sumado a su situación sin trabajo, hacia que lo menospreciara”.
Finalmente dijo que Farré no estaba en pareja y que si bien él le daba un montón de versiones sobre la situación sentimental de su mujer, no cree que el crimen haya tenido que ver con un tema de celos. “No me parecía el hombre celoso, con ese perfil, no era del perfil de que le preocupara que su mujer tuviera una pareja, al menos no por celos de hombre, tal vez por otros motivos”, concluyó.
Nuevo defensor
Adrián Tenca, el nuevo abogado de Farré adelantó parte de la estrategia de su defensa y dijo que existe la posibilidad de que su cliente sea “inimputable”.
En este contexto, remarcó que trabajará la defensa de su cliente en “en tres planos”, la inimputabilidad, las circunstancias extraordinarias de atenuación y la emoción violenta. (Télam)
“Quizá si la abogada de mi estudio, que tiene 25 años, y el doctor (Carlos Alfredo) Quirno (representante de Schaefer) lograban entrar a ese lugar no sólo estaríamos lamentando a Claudia sino a otras dos víctimas”, manifestó la letrada Mariana Gallego. La abogada también contó cómo fueron los momentos previos al crimen, según le relató la abogada que trabaja para su estudio, quien acompañó a Farré hasta el country a esperar que Schaefer fuera a retirar sus efectos personales, como habían acordado días antes.
“Se encontraron en Capital. Farré manejó el auto, llevó a la abogada y su mamá al lugar. Estaba de buen humor, hablaba normalmente, hasta les preparó un té en la cocina”, describió la letrada.
Según Gallego, “pasadas las once llega Claudia con Quirno y entran por una puerta lateral que da a la cocina” y permanecen todos allí hasta que en un momento los abogados se retiran y quedan Farré, su madre y Schaefer solos.
La abogada dijo que nadie vio al empresario tomar cuchillos de la cocina, según consta en la causa, y que los abogados recién advirtieron que algo sucedía cuando escucharon una voz de alerta de la madre de Farré.
Gallego contó que a poco del crimen, la madre de Farré la llamó para que continuara interviniendo en los trámites civiles, aunque le dijo que no, y añadió que la mujer le dio una versión de los hechos que no cree ni comparte.
Divorcio tormentoso
Consultada sobre la asistencia que le brindó al empresario durante el proceso para llegar a la separación, la abogada dijo que “había dos temas que para Farré eran claves: seguir viviendo con los hijos y la preocupación por no poder seguir su nivel de vida y la exigencia de empezar a vender bienes gananciales”
Gallego aseguró que el empresario estaba obsesionado con que su mujer vendiera su camioneta, que costaba más de $ 1,2 millón, a lo que ella se negaba porque decía que los gastos los pagaba la empresa para la que ella trabajaba.
Incluso, Farré llegó a mandarle un mail al jefe de su esposa para decirle que él quería vender ese vehículo, confirmó Gallego para ejemplificar lo “obsesivo” que estaba con ese asunto.
“La mujer hacia mucho que le venía pidiendo separarse, miles de veces, es cierto, y yo lo hablé con él y le dije andate, basta”, recordó.
Gallego dijo que el empresario también se sentía molesto porque la casa en la que vivía con Schaefer y sus hijos había sido comprada con el dinero que provino de su familia primaria.
“Él estaba en el lugar de víctima y decía que ella lo maltrataba, lo ninguneaba y eso sumado a su situación sin trabajo, hacia que lo menospreciara”.
Finalmente dijo que Farré no estaba en pareja y que si bien él le daba un montón de versiones sobre la situación sentimental de su mujer, no cree que el crimen haya tenido que ver con un tema de celos. “No me parecía el hombre celoso, con ese perfil, no era del perfil de que le preocupara que su mujer tuviera una pareja, al menos no por celos de hombre, tal vez por otros motivos”, concluyó.
Nuevo defensor
Adrián Tenca, el nuevo abogado de Farré adelantó parte de la estrategia de su defensa y dijo que existe la posibilidad de que su cliente sea “inimputable”.
En este contexto, remarcó que trabajará la defensa de su cliente en “en tres planos”, la inimputabilidad, las circunstancias extraordinarias de atenuación y la emoción violenta. (Télam)