21 Agosto 2015
BUENOS AIRES.- El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, confirmó hoy el relevo de la cúpula de la Gendarmería Nacional y lo vinculó al malestar generado por la represión con balas de goma contra colectiveros de la línea 60 que realizaban un piquete sobre la autopista Panamericana, a fines de julio último.
"Hasta donde yo conozco, el tema de Gendarmería refiere específicamente a la última situación, por la Línea 60, pero no sé más que ese dato; es esa discusión de que hubo actos represivos", señaló Fernández, consultado sobre la decisión de relevar al director nacional de Gendarmería, Enrique Zach, y al subjefe, el comandante general José Pereyra.
El funcionario, como es habitual, formuló declaraciones esta mañana, al ingresar a la Casa de Gobierno, en donde abordó la decisión de relevar a Zach y Pereyra, jefes de la fuerza que reúne a unos 60 mil miembros.
Según trascendió en la Casa Rosada, el detonante del relevo fue la represión sobre los choferes, pero de todos modos en el gobierno “no había conformidad con la conducción" de Zach, quien había asumido hace tres años, en medio de una inédita protesta de efectivos por reclamos salariales.
El 28 de julio pasado, la Gendarmería desalojó en forma violenta en la Panamericana una protesta de choferes de la línea de colectivos 60 que reclamaban la reincorporación de trabajadores despedidos, donde hubo incidentes con heridos y detenidos, consignó la agencia DyN.