Una de las víctimas del doble crimen habría conocido a uno de los asesinos

Los mataron a puñaladas y a golpes. Eso es lo único que hasta anoche podían corroborar los investigadores acerca del doble homicidio que ocurrió ayer a la madrugada en una casa ubicada en pasaje 1° de Mayo al 300, en Villa 9 de Julio.

Una de las víctimas tenía 37 años y fue identificada como Marcelo Romano, un ingeniero en sistemas que trabajaba en Rentas de la Provincia. Del otro muerto todavía no se pudo confirmar su identidad aunque fuentes oficiales señalaron que se trata de un hombre de entre 25 y 30 años.

Fuentes de la investigación comentaron que el dueño de casa habría conocido a uno de sus atacantes, y que habría sido él quien le abrió la puerta. Una de las víctimas habría sido ultimada a golpes con un palo o con una pala. Luego del ataque, los homicidas escaparon con cosas que robaron de la vivienda de Romano.

Por esto la fiscala Mercedes Carrizo, quien tiene a su cargo la causa, optó por la cautela y prefirió no hacer conjeturas acerca del móvil de los crímenes hasta contar con los resultados del análisis de las pruebas recolectadas por la Policía Científica.

Esas pericias, según dijo la titular de la Fiscalía de Instrucción de la IX° Nominación, también le permitirán conocer si existe alguna vinculación entre los dos detenidos -un adolescente y un hombre mayor de edad- que permanecen alojados en la seccional 2ª. Los sospechosos fueron aprehendidos en la plazoleta Dorrego cuando intentaron extraer dinero de un cajero automático, utilizando la tarjeta de débito de Romano.

La detención fue realizada durante la mañana por personal del 911. Los policías acudieron a una sucursal bancaria de esa zona de la ciudad, luego de que el guardia de esa entidad los llamara por el sospechoso accionar de estos dos sujetos. Los dos aprehendidos declararían hoy ante la Justicia.

La Policía también secuestró un cuchillo con manchas que serían de sangre y que, según se sospecha, podría tratarse de una de las armas homicidas.

Amanecer sangriento

Marcelo Romano y la persona que estaba con él habrían sido atacados a las 5. A esa hora algunos vecinos del pasaje 1° de Mayo al 300 escucharon un ruido que los despertó. “Se escuchó como un golpe. También se oyó un tiro”, aseguró Fanny, una mujer que vive a sólo una casa de la vivienda donde ocurrieron los crímenes. Ese sonido habría sido causado por los asaltantes quienes, según se informó, doblaron la parte inferior del portón del garaje cuando escapaban en el auto de Romano, aseguró una fuente de la Policía.

Lo que sí consiguieron determinar los investigadores es que los sospechosos cargaron con electrodomésticos el auto de Romano -un Peugeot 405 azul, dominio ABH 675- y huyeron hasta la calle Lola Mora al 600.

En ese lugar policías de la Seccional 11ª encontraron el auto abandonado. En el baúl todavía estaba un aire acondicionado y, en la esquina de Lola Mora y Estados Unidos, había una bolsa de plástico blanco con otros artefactos de valor. Luego de abandonar el auto, los sospechosos corrieron hasta la avenida Coronel Suárez donde, según algunos testigos, subieron a un taxi y huyeron.

La fiscala Carrizo destacó que todavía no se pudo determinar si los dos aprehendidos son las mismas personas que subieron al taxi. En ese sentido también señaló que aún no determinó el lapso de tiempo que pasó entre el momento en que estos sujetos subieron al taxi y el que fueron aprehendidos. Aún así, habría pruebas que vincularían a estos sospechosos con el doble crimen y el robo. En la causa también trabaja la división Homicidios, a cargo del comisario Jorge Dib y del subcomisario Daniel Robles.

“¿Cómo matan así a gente que no hizo nada? Esos chicos no se metían con nadie y hacía varios años que vivían acá. Tuvimos una noche tensionante porque la Policía anduvo hasta tarde buscando a los ladrones que se habían fugado de la (seccional) 10ª. Mi nieto no durmió cuidando la casa por temor a que los presos quieran meterse en la casa”, analizó a su vez Silvia Martínez, otra vecina.