Las personas más creativas comparten 22 características

Las personas más creativas comparten 22 características

La creatividad forma parte de la cognición humana, al igual que la inteligencia y la memoria.

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13 Julio 2015
La creatividad es la capacidad de crear conceptos o ideas originales a través de la imaginación. Es una habilidad que forma parte de la cognición humana, la cual conlleva varios procesos mentales, al igual que la inteligencia y la memoria.  

Hay personas que tienen un mayor desarrollo de pensamiento convencional, mientras que otros tienen un mayor proceso de pensamiento creativo, y todo se debe a que, de los dos hemisferios cerebrales que tenemos, uno está más desarrollado que el otro. 

Las personas creativas suelen ser personas muy ocurrentes. Son individuos que, por así decirlo, viven en su propio mundo. La neurociencia ha comprobado que las personas creativas piensan y actúan diferente a una persona que tiene un balance entre ambos hemisferios (una persona “normal”), lo que provoca que la comunicación y comprensión entre ciertas personas sea más compleja a falta de comprensión. 

Para comprender a una persona creativa hay que tomar en cuenta 22 características sobre ellos:

1. Tienen una mente activa en todo momento

La fuente de energía de una persona creativa es la curiosidad misma que los lleva a querer descubrir lo desconocido, a saber más del mundo, y la razón de todo. Eso los vuelve personas muy observadoras. La curiosidad es engendrada por el aspecto emocional, que provoca el deseo de la investigación y el aprendizaje. No hay forma de detenerlo, pues es un instinto natural en todos los seres vivos. Nuestro nivel de curiosidad radica en nuestro ADN, y es más fuerte mientras más joven seas. Hay casos de personas que lo tienen más alto que otros. Si la curiosidad está presente en todo momento, los que son creativos lo tienen aún más desarrollado que los demás y no hay manera de ponerle un alto. Esto puede ser muy agotador pero a la vez entretenido para quienes se relacionen con ellos, pues no se van a aburrir al tener conversaciones y actividades fuera de lo común. 

2. Cuestionan y rompen el statu quo

En pocas palabras, el status quo es “mantener el equilibrio” de las cosas, siempre dejándolas como, en teoría, deben ser. Existe para evitar que dos situaciones que se contraponen, no se salgan de control y no genere crisis, se busca que ambas partes sean equitativas y que ninguna esté encima de la otra. Las personas creativas siempre están cuestionando el qué y el porqué de las situaciones, deseosos de ir tras el cuadro marcado y descubrir que hay más allá de lo ordinario. El romper con las reglas puede ser bastante molesto para otros, pero para los creativos es necesario ir más allá de lo ordinario. 

3. Se mantienen auténticos 

Los creativos no van a intentar ser otras personas que no son; prefieren ser ellos mismos, auténticos a su persona. Aceptan sus ideas y formas de pensar y están decididos a utilizarlas para ser exitosos, algo que ocasiona que se les consideren como raros y los hace personas muy difíciles de aceptar y comprender.

4. Tienen dificultad de permanecer concentrados

La creatividad que los lleva a un estado mental activo hace que siempre estén pensando un paso delante, provocando la perdida de interés en lo que están haciendo en el momento, con el interés de crear un proyecto nuevo y emocionante. No son personas del presente; son del futuro. La única forma de mantenerlos en el presente es presentándoles algo único y llamativo. 

5. Su creatividad se desarrolla en ciclos

Generar nuevas ideas se alterna de momentos intensos e incluso maniáticos, a ser momentos lentos y depresivos para ellos. Es necesario para ellos pasar por cada uno de los ciclos para pensar y desarrollarse. Ambos ciclos son inevitables e incontrolables. Lo difícil es que nunca sabes cuando van a cambiar pero hay que tener por seguro que el cambio de etapa va a suceder. 

6. Requieren de tiempo para reactivar sus mentes

La inspiración va y viene. Cuando se les acaba, siempre necesitan una chispa para reactivarse e iniciar a trabajar. Ello les lleva tiempo y hay que tomárselo con calma. Una gran idea necesita de un largo periodo de planeación y trabajo; es como una recarga de gasolina. 

7. Necesitan espacio

Para generar ideas, los creativos requieren de un lugar cómodo para trabajar y pensar sin que nadie los interrumpa y donde se sientan con confianza y seguridad. El ambiente en el que trabajen tiene que ser respetado y es mejor no interrumpirlos si no lo desean. Aquí también hay que darles su tiempo. 

8. Nada puede desconcentrarlos de una idea

Una vez que inician a trabajar en un proyecto, no hay nada que los saque de él; incluso, es imposible para ellos hacer más de una actividad al mismo tiempo. Si los desconcentrás puede llega a ser bastante frustrante para ellos porque reiniciar el trabajo puede tomarles bastante tiempo (más de 20 minutos), por muy corta que haya sido la interrupción. Es mejor dejarlos hacer lo que sea que estén haciendo. 

9. Son muy emotivos

Gran parte de la creatividad sale de las emociones y de dar mensajes muy profundos, llenos de significados. Muchos solo damos y recibimos lo que conocemos y comprendemos, por lo que alguien creativo (por ejemplo: un artista) suele ser muy emotivo para dar un mensaje profundo que la gente escuche y comprenda su mensaje. Para alguien creativo, el comunicar sus tormentosas ideas es elemental, por lo que escucharlos puede ser confuso ya que su lenguaje es uno complicado que sólo algunos comprenden. 

10. Tienen un humor muy cambiante

Al ser tan sentimentales, es natural que los cambios de humor en ellos sean más explosivos y bipolares. Tienen una mente y corazón muy frágiles; son muy perceptivos a las emociones por lo que pueden estar cambiando de humor constantemente. La base de su creatividad es en las emociones. 

11. Su forma de hablar es a base de historias

A todos nos gustan las buenas historias. Los hechos suelen ser aburridos y/o deprimentes. Alguien creativo, que conoce lo que es aburrirse, sabe cómo evitar eso a través de conversaciones a través de historias. Esta forma de hablar suele hacer la conversación más lenta pero más interesante, aparte de que te llenan de experiencia.

12. Siempre están luchando contra ellos mismos

Los creativos andan luchando todos los días con los límites de sí mismos, siempre con el temor de quedarse estancados en lo de siempre. Cada día buscan crecer y romper con nuevos retos; nunca están satisfechos con ellos mismos y es algo que los persigue día a día, por el resto de sus vidas. Tienen pavor al fracaso, de no tener lo necesario para cumplir con un proyecto o idea. Aprenden a manejar su temor y frustración, pero jamás lo superan. 

13. Se toman muy a pecho su trabajo

Por lo mismo de que sus trabajos están bañados en sus emociones, si alguien los critica se sienten ofendidos; después de todo, sus trabajos son una parte de ellos. Tu comentario hacia sus obras tienen mucho impacto en ellos, por lo que hay que medir las palabras con las que valoras su hazaña. 

14. Tienen poca confianza en ellos mismos

Siempre están dudando de sus capacidades y habilidades, inseguros de si tienen lo necesario para ser exitosos. Tienen la mala tendencia de estar comparando su trabajo con el de otros, resaltando los errores del suyo, jamás viendo lo bueno por muy claro que esté y por mucho que los demás resalten el buen trabajo que hicieron. Esto los hace trabajar más y más, buscando ser mejor que antes pero sin nunca sentirse satisfechos con lo logrado. 

15. Son muy intuitivos

Aunque no ha sido posible precisar el porqué de la creatividad y sus orígenes, de algo estamos seguros: los que son muy creativos no tardan en dominarla y comprenderla más que otros. Tienen la suficiente experiencia y mentalidad para comprender hasta la más compleja de las obras y trabajos. No están cerrados a comprender algo hasta que lo hayan intentado previamente. 

16. Tienen la tendencia de retrasar sus trabajos

Por extraño que suene, las personas más creativas utilizan el aplazamiento como herramienta elemental para crear sus mejores obras, debido a que el atrasarlos los forza a trabajar bajo presión, momento en el que se esfuerzan más y le agregan más emoción. A las personas creativas les gustan los retos pues los mantienen entretenidos y activos. Sin ello, no sienten la emoción y el atractivo de terminar su obra. 

17. Son adictos al flujo creativo

Quién diría que la creatividad es como una especie de droga. Hace poco se descubrió que el flujo creativo es una experiencia adictiva para los seres humanos, mucho de lo que afecta nuestro estado de ánimo. Eso explica por qué cuando alguien está sin ideas suele estar decaído. El crear ideas y proyectos nos mantiene activos, llenos de júbilo y emoción. Cuando creamos, nos volvemos otras personas y mientras más, mejor. En cierta forma, todos somos adictos a una droga y dependemos de ella. 

18. Les cuesta trabajo terminar proyectos

La emoción de un proyecto siempre ocurre en un principio, cuando tienes la idea clara en la mente y la vas magnificando sin conocer realmente su desenlace. Al ir avanzando, te vas familiarizando con ella y deja de parecerte exótica. Las personas creativas tienden a abandonar el proyecto cuando ya se conocen toda la idea y se aburren y prefieren irse a un nuevo proyecto que les brinde esa energía tan explosiva.

19. Saben identificar puntos importantes

La creatividad hace que la mente de las personas sea más abierta y observadora, por lo que, para alguien con mucha creatividad, le es más fácil detectar patrones antes que encontrar los puntos importantes. Ven un área más grande de trabajo y no se centran en lo pequeño. 

20. Toman riesgos

Ser creativo y tomar riesgos vienen de la mano, puesto que una idea no va a ser innovadora si no es algo creativo, y la idea no puede salir al aire sin aceptar el riesgo de que podría salir inefectiva y rechazada. La gente creativa se dedica a seguir su intuición y esperar a que todo salga bien, aunque normalmente termine siendo lo contrario. Por lo mismo, se podría decir que son personas muy valientes, pues pueden perderlo todo por haber decidido hacer el intento.

21. Pierden la noción del tiempo

Al ser personas que se dedican a muchas actividades activamente, les es muy fácil concentrarse al 100% en ello y, por lo tanto, perderse. Cuando uno entra en esta zona de flujo de mente, es prácticamente imposible que se den cuenta de lo que está pasando fuera de ahí en el mundo exterior. Las preocupaciones del interior y del exterior se desvanecen por un rato y el tiempo deja de importarles. Es muy común en ellos llegar tarde a citas, pues cuando haces algo que te apasiona el tiempo pasa volando. 

22. Siempre tendrán la mente de un niño

Ante los ojos de alguien creativo, lo importante es lo nuevo, emocionante y desconocido. Son esas sensaciones que uno vive constantemente de niños las que ellos abrazan de por vida, empujando lo tangible a un lado. Ellos siempre van a buscar lo que les ofrezca una nueva aventura.

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