Desarrollan nuevas variedades para otras zonas productivas

Desarrollan nuevas variedades para otras zonas productivas

Arturo Felipe (INTA) señaló que trabajan con redes internas y regionales para investigar posibilidades.

20 Junio 2015
A partir de la creciente demanda que se generó en el país con la Ley de Biocombustibles, entre los años 2006 y 2007, las áreas no tradicionales comenzaron a interesarse en el cultivo de la caña de azúcar, especialmente en el NEA. Gobiernos, empresas e instituciones de investigación de provincias como Corrientes, Chaco y Formosa se acercaron al INTA, pensando en especializarse, en el futuro, en lo que es la producción de biocombustibles. Así surgió la Red de Evaluación de Cultivares de Caña de Azúcar, conducida desde la EEA Famaillá (Tucumán), donde también participan provincias con más tradición en el cultivo como Salta, Jujuy, Santa Fe y Misiones.

Arturo Felipe, responsable del Programa en el INTA Famaillá, comentó el funcionamiento de la Red y los avances preliminares que posicionan a algunos materiales, entre ellos, las nuevas variedades inscriptas en el INASE (Instituto Nacional de Semillas), como promisorios en algunas zonas.

“Para avanzar con las estrategias de selección de materiales dentro de la Red, trabajamos en interacción con las áreas de fitopatología, biotecnología y ecofisiología, buscando llegar con mayor eficiencia al final del proceso selectivo. Estamos realizando ensayos comparativos de variedades, con pruebas concretas en Tucumán y en diferentes provincias con muy buenos resultados”, señaló el técnico.

Felipe explicó que dentro del programa se trabaja con una red interna, con ensayos en diferentes puntos de Tucumán, y una red regional que contempla otras áreas cañeras y no cañeras, pero agroecológicamente aptas en diferentes provincias del país.

“En nuestra provincia, desde hace muchos años, tenemos ensayos en ingenios y campos de productores de distintos estratos, desde pequeños a grandes, lo que nos permite someter los materiales a una variabilidad de ambientes y a distintas condiciones de manejo para evaluar su comportamiento”.

En cuanto a la red regional, “en el 2008 comenzamos con un juego de materiales que son o fueron comerciales en Tucumán, como una primera introducción para ver su desempeño en otros ambientes como el norte de Santa Fe, Misiones, Salta, Jujuy, Corrientes y Chaco. Así se empezó a pensar en este concepto de red y en 2012 terminamos formalizando la Red Caña. Los ensayos que se llevan adelante en la red, de acuerdo a un protocolo básico que permite estandarizar el proceso de selección, comenzaron a mostrar algunos materiales que se presentan como promisorios por su buen comportamiento en algunas zonas. “Dos de las variedades que estamos presentando, INTA CP 98-828 e INTA NA 91-209, están mostrando muy buenos resultados en el norte de Formosa; al igual que INTA NA 89-686 lo está haciendo en Salta, Jujuy, el CEDEVA y Corrientes. En el caso de Santa Fe y en la zona cercana al Río Paraná también se está comportando muy bien INTA CP 98-828. Esto demuestra que contamos con una gran cantidad de materiales, es decir, variabilidad para ampliar la base genética en los distintos ambientes”, aseguró Felipe.

“Pensando en este nuevo concepto de Caña Energía, como estrategia dentro del Programa de Mejoramiento Genético, comenzamos a seleccionar materiales de padres que tienen sangre salvaje, más espontánea, con datos interesantes en fibra y brix, para armar una colección que pueda probarse en los diferentes ambientes”, concluyó el ingeniero.

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