12 Junio 2015
LA GACETA / FOTO DE ANA LÍA JARAMILLO
El Tribunal Oral Federal (TOF) condenó esta mañana al juez federal Manlio Martínez a 16 años de prisión por crímenes de lesa humanidad. Los jueces Hugo Cataldi (presidente), José Asís y Mario Garzón lo consideraron responsable, por un lado, de los delitos de abuso de autoridad, incumplimiento de la obligación de promover la persecución y represión penal y encubrimiento en su rol en la investigación de la ejecución de cinco militantes de Montoneros (Alejandra Niklison, Eduardo González Paz, Juan Carlos Meneses, Fernando Saavedra Lamas y Atilio Brandsen) en 1976.
Por el otro, en tanto, de la privación ilegal de la libertad por abuso de sus funciones agravado por grave daño a la persona y la salud, abuso de autoridad y prevaricato. Estos últimos, en perjuicio de Miguel Romano, dueño de la casa de la calle Azcuénaga en la que se produjo la "matanza" (así la calificó el TOF en un fallo anterior). Por ambos casos, fue hallado culpable del delito de asociación ilícita agravada (coautor).
Martínez es el primer ex magistrado que es condenado en el país por su actuación en los 70’. El ex juez Victor Brusa, de Santa Fe, había sido encontrado también culpable en 2014, pero era secretario al momento de los hechos.
Pese a la sentencia, el ex magistrado seguirá cumpliendo prisión domiciliaria. La Fiscalía (Diego Velasco, Pablo Camuña y Agustín Chit) había requerido una pena de 25 años y que el acusado, de estar en condiciones de salud (sufre problemas cardíacos) cumpliera la condena en una penitenciaría y que dejara de percibir una jubilación especial. Las querellas (Alejandra Romero Niklison y Emilio Guagnini y Pablo Gargiulo y Bernardo Lobo Bugeau), en tanto, habían solicitado penas de entre 18 y 25 años.
La Defensa (Vanessa Lucero y Manuel Bonnin) había considerado que es inocente y que debía ser absuelto. El entramado de acusaciones contra Martínez era complejo. La causa es una derivación de “Romero Niklison” (2011), que condenó a Luciano Benjamín Menéndez y Roberto Albornoz a perpetua. Abordó los asesinatos de cinco militantes de Montoneros (Alejandra Niklison, Eduardo González Paz, Juan Carlos Meneses, Fernando Saavedra Lamas y Atilio Brandsen) en mayo de 1976 en una vivienda de Miguel Romano. Por un lado, Martínez estaba acusado por sus “omisiones” -según la acusación- en la investigación de ese hecho. Por el otro, por haber ordenado la posterior detención de Romano, cuya familia denuncia que fue torturado en la ex Jefatura.
Además, se lo sindicaba como presunto miembro de una asociación ilícita. Martínez (69 años) declaró varias veces en el juicio. Había sostenido su inocencia y asegurado que él y su familia estuvieron amenazados en los ‘70. Además, había consignado que siempre actuó de acuerdo con las normas. Aseguró que en el caso de la “matanza” no fue competente y que sus decisiones en el caso Romano fueron ratificadas por instancias superiores.
Por el otro, en tanto, de la privación ilegal de la libertad por abuso de sus funciones agravado por grave daño a la persona y la salud, abuso de autoridad y prevaricato. Estos últimos, en perjuicio de Miguel Romano, dueño de la casa de la calle Azcuénaga en la que se produjo la "matanza" (así la calificó el TOF en un fallo anterior). Por ambos casos, fue hallado culpable del delito de asociación ilícita agravada (coautor).
Martínez es el primer ex magistrado que es condenado en el país por su actuación en los 70’. El ex juez Victor Brusa, de Santa Fe, había sido encontrado también culpable en 2014, pero era secretario al momento de los hechos.
Pese a la sentencia, el ex magistrado seguirá cumpliendo prisión domiciliaria. La Fiscalía (Diego Velasco, Pablo Camuña y Agustín Chit) había requerido una pena de 25 años y que el acusado, de estar en condiciones de salud (sufre problemas cardíacos) cumpliera la condena en una penitenciaría y que dejara de percibir una jubilación especial. Las querellas (Alejandra Romero Niklison y Emilio Guagnini y Pablo Gargiulo y Bernardo Lobo Bugeau), en tanto, habían solicitado penas de entre 18 y 25 años.
La Defensa (Vanessa Lucero y Manuel Bonnin) había considerado que es inocente y que debía ser absuelto. El entramado de acusaciones contra Martínez era complejo. La causa es una derivación de “Romero Niklison” (2011), que condenó a Luciano Benjamín Menéndez y Roberto Albornoz a perpetua. Abordó los asesinatos de cinco militantes de Montoneros (Alejandra Niklison, Eduardo González Paz, Juan Carlos Meneses, Fernando Saavedra Lamas y Atilio Brandsen) en mayo de 1976 en una vivienda de Miguel Romano. Por un lado, Martínez estaba acusado por sus “omisiones” -según la acusación- en la investigación de ese hecho. Por el otro, por haber ordenado la posterior detención de Romano, cuya familia denuncia que fue torturado en la ex Jefatura.
Además, se lo sindicaba como presunto miembro de una asociación ilícita. Martínez (69 años) declaró varias veces en el juicio. Había sostenido su inocencia y asegurado que él y su familia estuvieron amenazados en los ‘70. Además, había consignado que siempre actuó de acuerdo con las normas. Aseguró que en el caso de la “matanza” no fue competente y que sus decisiones en el caso Romano fueron ratificadas por instancias superiores.
El ex juez Martinez es condenado a 16 años #tucuman #ddhh
— Gaby Baigorrí (@gabybaigorri) junio 12, 2015
La causa por la que el ex juez llega a juicio es una derivación de "Romero Niklison" (asesinato de 5 militantes en 1976) #tucuman #ddhh
— Gaby Baigorrí (@gabybaigorri) junio 12, 2015
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