05 Mayo 2015
CONSECUENCIAS. Piletón de la curtiembre a cielo abierto, en Nonogasta. FOTO TOMADA DE ECOSCORDOBA.COM.AR
LA RIOJA.- Un concejal peronista de Chilecito, La Rioja, admitió que las malformaciones que presentan numerosos menores de la localidad de Nonogasta se debe al cromo que utiliza la curtiembre local.
Ricardo Alcalde, concejal oficialista del departamento Chilecito, al que pertenece Nonogasta, sostuvo, en declaraciones a Radio Frontera, que "la mayoría de los niños" de ese pueblo presenta malformaciones debidas a la contaminación con cromo.
Recientemente, Nonogasta fue declarada "en estado de emergencia sanitaria y ambiental en virtud del mal funcionamiento y falta de compromiso" de la Curtiembre de Curtume, la nuecera Coralino y una empresa vitícola estatal, según consta en la ordenanza, sancionada la semana pasada.
La curtiembre, actualmente de capitales brasileños, perteneció originalmente a los Yoma, la familia política del ex presidente Carlos Menem. "No vamos a negar el problema y no vamos a taparnos los ojos diciendo que en Nonogasta no hay chicos con discapacidad", sostuvo el concejal.
Puntualizó que lo que padecen los niños afectados "no es una discapacidad de un problema neurológico, sino que hay chicos con miembros más cortos por deformaciones. Si hacen un censo sobre ese tema van a ver la discapacidad que hay en Nonogasta", subrayó.
Si bien no es el único elemento, en particular se ha detectado cromo, que está considerado altamente perjudicial para los seres humanos, ya que afecta el aparato reproductor y también causa cáncer.
En Nonogasta se han detectado también numerosos casos de esta enfermedad, según han informado especialistas. "Ya basta de ocultar. Yo prefiero un pueblo con hambre que un pueblo con enfermos", sostuvo el concejal, en referencia a lo que ha sido el discurso oficial predominante en las últimas décadas, ya que la dirigencia siempre sostuvo que la contaminación de la curtiembre era el costo a pagar por la existencia de la fuente de trabajo.
El grupo empresario Curtume se hizo cargo de la empresa que era propiedad de los Yoma a cambio de una inversión, considerada mínima por distintos sectores, y la construcción de una planta de tratamiento de efluentes.
Pero esto nunca se llevó a cabo y el Estado nacional nunca controló que se cumplieran los acuerdos, tal como estaba previsto. La última noticia oficial fue que se habilitaría una primera etapa para eliminar sólo el mal olor, pero la contaminación seguiría, consignó la agencia DyN
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