07 Enero 2004
TERNURA. Ocaña saluda a una jubilada tras asumir su cargo. En su discurso dijo que está dispuesta a soportar presiones para salvar a la entidad.
BUENOS AIRES.- En una ceremonia celebrada anoche en la Casa Rosada, el presidente Néstor Kirchner puso en funciones al frente del PAMI a la diputada del ARI Graciela Ocaña. La flamante interventora de la obra social de los jubilados ya trabaja en la elaboración de un nuevo proyecto de ley de normalización.
Una gran cantidad de funcionarios de los más altos rangos del Ejecutivo estuvieron en el acto.
La legisladora comenzará de ahora en más una licencia de tres meses en el Congreso, lo que provocó iras en las filas de su partido, que aspiran a que renuncie a su banca.
Al asumir, Ocaña enfatizó que impulsa una obra social "para los jubilados y no una caja para la política", y prometió terminar con los bolsones de corrupción.
Tras agradecer la confianza del jefe de Estado, Ocaña afirmó: "estamos frente a un Presidente que ha vuelto a poner la política como impulsora de la justicia social. Esta decisión no es contra nadie sino a favor de los abuelos que no pueden estar subordinados a los tiempos de la política".
Por su parte, Kirchner sostuvo que la tarea de reconstruir el PAMI es una causa nacional. "Con toda honestidad, con una mano en corazón, no podemos seguir analizando la política con la cultura de los años 90", agregó.
Al momento de defender la designación de la legisladora arista, Kirchner fue tajante. "Por mis hijos puedo jurar que la decisión de nombrar a la licenciada Ocaña está por arriba de cualquier circunstancia política", afirmó, en un intento por desestimar las versiones que indicaban que el nombramiento de la dirigente respondía a una estrategia para eliminar a la oposición.
Consultada si temía recibir presiones en la obra social, Ocaña replicó: "soy intransigente y cabeza dura; soy mezcla de gallega y piamontesa; estoy dispuesta a soportar presiones pero no a soportar la corrupción".
La líder del ARI, Elisa Carrió, cree que, al aceptar el ofrecimiento del Gobierno, Ocaña decidió también su salida del partido. Pero la legisladora, hasta hace poco mano derecha de la ex candidata presidencial, no se considera alejada del ARI ni tiene en mente resignar su banca.(DyN-Especial)
Llegó la intervención número 19 al vapuleado organismo
Buenos Aires.- La intervención de Graciela Ocaña será la número 19 del PAMI y la segunda dispuesta por el presidente Néstor Kirchner desde que asumió. El 8 de julio de 2003 el Ejecutivo emitió un decreto que establecía la intervención de la obra social por 180 días, encabezada por Juan González Gaviola y Juan Ramón Granero. En 1971, el creador del organismo, Francisco Manrique, nombró y luego desplazó a Pedro Urrutia. En abril de 1976, la dictadura nombró interventor a Guillermo Cal, un coronel médico. Raúl Alfonsín ubicó a Raúl Pistorio en 1983. En 1987 asumió Alejandro Armendáriz, quien puso la recaudación a plazo fijo para que no sea devorada por la hiperinflación. Con la llegada de Carlos Menem al gobierno, fue nombrado Santiago de Estrada y este fue reemplazado luego por Miguel Nazur. A partir del 92 se iniciaron en el PAMI las intervenciones más criticadas. La primera fue la de Matilde Menéndez, que manejó U$S 3.000 millones. Paralelamente crecieron los negociados y en el 94 fue relevada del cargo. Tras Menéndez, pasaron el sindicalista Carlos Alderete, el contador Alberto Abad, Antonio Maldonado y Alejandro Bramer Markovic. En 1997, comenzó la segunda intervención cuestionada, la del ahora procesado Víctor Alderete. La Alianza impuso a Cecilia Felgueras y a Federico Polak. Y en el Gobierno de Duhalde actuaron José Corchuelo Blasco y Horacio Pacheco. (Télam)
Una gran cantidad de funcionarios de los más altos rangos del Ejecutivo estuvieron en el acto.
La legisladora comenzará de ahora en más una licencia de tres meses en el Congreso, lo que provocó iras en las filas de su partido, que aspiran a que renuncie a su banca.
Al asumir, Ocaña enfatizó que impulsa una obra social "para los jubilados y no una caja para la política", y prometió terminar con los bolsones de corrupción.
Tras agradecer la confianza del jefe de Estado, Ocaña afirmó: "estamos frente a un Presidente que ha vuelto a poner la política como impulsora de la justicia social. Esta decisión no es contra nadie sino a favor de los abuelos que no pueden estar subordinados a los tiempos de la política".
Por su parte, Kirchner sostuvo que la tarea de reconstruir el PAMI es una causa nacional. "Con toda honestidad, con una mano en corazón, no podemos seguir analizando la política con la cultura de los años 90", agregó.
Al momento de defender la designación de la legisladora arista, Kirchner fue tajante. "Por mis hijos puedo jurar que la decisión de nombrar a la licenciada Ocaña está por arriba de cualquier circunstancia política", afirmó, en un intento por desestimar las versiones que indicaban que el nombramiento de la dirigente respondía a una estrategia para eliminar a la oposición.
Consultada si temía recibir presiones en la obra social, Ocaña replicó: "soy intransigente y cabeza dura; soy mezcla de gallega y piamontesa; estoy dispuesta a soportar presiones pero no a soportar la corrupción".
La líder del ARI, Elisa Carrió, cree que, al aceptar el ofrecimiento del Gobierno, Ocaña decidió también su salida del partido. Pero la legisladora, hasta hace poco mano derecha de la ex candidata presidencial, no se considera alejada del ARI ni tiene en mente resignar su banca.(DyN-Especial)
Buenos Aires.- La intervención de Graciela Ocaña será la número 19 del PAMI y la segunda dispuesta por el presidente Néstor Kirchner desde que asumió. El 8 de julio de 2003 el Ejecutivo emitió un decreto que establecía la intervención de la obra social por 180 días, encabezada por Juan González Gaviola y Juan Ramón Granero. En 1971, el creador del organismo, Francisco Manrique, nombró y luego desplazó a Pedro Urrutia. En abril de 1976, la dictadura nombró interventor a Guillermo Cal, un coronel médico. Raúl Alfonsín ubicó a Raúl Pistorio en 1983. En 1987 asumió Alejandro Armendáriz, quien puso la recaudación a plazo fijo para que no sea devorada por la hiperinflación. Con la llegada de Carlos Menem al gobierno, fue nombrado Santiago de Estrada y este fue reemplazado luego por Miguel Nazur. A partir del 92 se iniciaron en el PAMI las intervenciones más criticadas. La primera fue la de Matilde Menéndez, que manejó U$S 3.000 millones. Paralelamente crecieron los negociados y en el 94 fue relevada del cargo. Tras Menéndez, pasaron el sindicalista Carlos Alderete, el contador Alberto Abad, Antonio Maldonado y Alejandro Bramer Markovic. En 1997, comenzó la segunda intervención cuestionada, la del ahora procesado Víctor Alderete. La Alianza impuso a Cecilia Felgueras y a Federico Polak. Y en el Gobierno de Duhalde actuaron José Corchuelo Blasco y Horacio Pacheco. (Télam)