Los trastornos que acarrea la hiperconectividad

Los trastornos que acarrea la hiperconectividad

Las aplicaciones tecnológicas facilitan la agenda, pero quienes la usan no deben caer en sus redes, ya que se convierten en ultradependientes del celular, la tablet o la laptop. La clave, según los especialistas, es gestionarlas, con el fin de que no se alimente la ansiedad y que ello signifique una pérdida de productividad en el trabajo y en la vida cotidiana

16 Febrero 2015
Pendientes de la tecnología. Esa es la conducta que se evidencia día tras día en nuestras vidas. Más en el ambiente laboral, donde el tiempo siempre falta y es necesario estar conectados permanentemente para desarrollar proyectos o concluirlos. Varios estudios (Flurry Analytics Company) muestran en alza el nivel de “adicción” o uso compulsivo de los smartphones y sus apps en preferencia. Se calcula en 176 millones los usuarios a las mismas con este estilo de conducta.

Es cada vez más notable como han aumentado las aplicaciones (apps) para los celulares, las tablets o laptops. Sin duda la gran mayoría nos ofrecen soluciones para nuestra vida diaria y nuevas formas de mantenernos comunicados en un mundo tan caótico como en el que vivimos.

“El problema se nos plantea cuando la línea entre “uso” y “abuso” se torna delgada e imperceptible a tal punto que más que soluciones nos trae serios problemas. Pareciera que cuanto más liberados nos sentimos por poder llevarnos “todo” (trabajo, contactos, redes sociales) dentro de un pequeño teléfono, más esclavos y rehenes quedamos, sujetos a su uso. El uso de ellas llegan a suponer hasta un 86% del tiempo de ocupación”, indica María Cecilia Palozzo, del staff del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (Ceeta). ¿Cuáles son los síntomas de adicción a la hiperconectividad? Aquí, algunos de ellos:

• Cuando la ansiedad comienza a ser marcada, definida, persistente, generando una necesidad urgente por tener que re-chequear, el celular o la tablet, una y otra vez en cortos períodos de tiempo, o utilizar una determinada app, como ser un juego.

• Cuando sentimos que el uso del smartphone o la tablet, regla el funcionamiento de nuestra vida a tal punto de traernos problemas a nivel laboral, como también sobre nuestra salud. Por ejemplo restar horas al descanso sobretodo de noche por estar conectados, no realizar actividad física por pensar que “no tenemos tiempo” para ello, etc.

• Al sentir malestar intenso, angustia e irritabilidad si no se logra conectar o acceder a la app deseada o se corta la conexión.

• Problemas de salud como irritabilidad en los ojos, problemas asociados a la mala postura como contracturas severas, dolor de espalda, dolor de cabeza.

“Tratar de limitar el uso de los smartphones o tablets, prolongando el tiempo entre los chequeos de los mismos, incluir una rutina de actividad física, proponernos apagar los mismos a un horario determinado antes de irnos a dormir, son simples actitudes que podemos empezar a cambiar para disponer mejor de la tecnología que tan importante es en nuestra vida”, indica Palozzo.

Según Gabriela Martínez Castro, directora del Ceeta, la clave es aprender a controlarse, desprenderse de la tecnología de forma gradual, afrontar de forma aislada las sensaciones y pensamientos negativos derivados de este padecimiento como pueden ser las crisis de pánico.

Para prevenir este problema, indica la experta, se recomienda establecer horarios para un uso correcto de las tecnologías (tal como sucede para el caso de los niños y los jóvenes).

Hay que separar momentos. La noche es para dormir y, por lo tanto, el móvil debe de estar apagado; del mismo modo, que la cena es para comer y no para estar con el móvil, puntualiza Martínez Castro. Todo esto redunda en una mejora en la productividad de la persona en su entorno laboral, al definir la agenda y controlarla, sin dejar llevarse tanto por la hiperconectividad.

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