¿Más caballos a la carreta?

¿Más caballos a la carreta?

24 Noviembre 2014

Juan María Segura - Experto en educación

En las últimas semanas se conocieron datos que indican que desde el 2003 hasta la fecha la escuela pública ha venido perdiendo terreno frente a la escuela privada.

Sin detenernos a analizar las desopilantes declaraciones del Ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, quien indicó que el cambio se debía a la mejora en las condiciones económicas de las familias (sic), es pertinente preguntarnos por qué la población decide, año tras año, darle la espalda al sistema público cuando el estado más decidió invertir en él. O, yendo a un plano más general, por qué razón la educación escolar formal, pública y privada, pierde adeptos y no logra revertir sus ya legendarios índices de repitencia, sobreedad y abandono.

Estadísticas

En nuestro país, todos los años ingresan a la escuela primaria unos 800.000 alumnos, pero apenas egresan de la escuela secundaria unos 360.000 alumnos, con solo un tercio haciéndolo en tiempo y forma. ¿Qué pasa en el medio? ¿Por qué, si aumentamos 2.5 puntos del PBI el gasto en educación, seguimos discutiendo de los mismos problemas?

Un importante trabajo sobre el tema del abandono escolar, realizado por el Sistema de Información de Tendencias Educativas en América Latina (Siteal), arroja algunas pistas. A partir de las encuestas de hogares y de la medición de los niveles de escolarización en 18 países de la región, se logró observar algunos patrones relativamente constantes a lo largo de los últimos años.

A pesar de los esfuerzos presupuestarios, normativos y regulatorios de todos los países, los niveles de abandono escolar hacia el final del ciclo escolar apenas han logrado revertirse. Con niveles de escolarización del 98% en la población estudiantil de entre 7 y 12 años, a partir de los 13 años la situación comienza un derrotero firme y parejo, que concluye con más del 35% de la población no escolarizada a la edad de 17 años.

El dato no es novedoso, y tal vez por ello vemos a los gobiernos reaccionando, intentando imponer por ley la doble escolaridad y la obligatoriedad en el ciclo educativo en donde el sistema muestra su mayor fisura o filtración. Sin embargo, el informe de Siteal nos permite ver que la principal razón por cual los chicos abandonan la escuela es porque… les aburre.

Razones

Las 6 posibles causas de abandono escolar señaladas por el informe son: i) razones de discapacidad, ii) necesidad de trabajar, iii) domesticidad y demandas del hogar, iv) dificultades económicas, v) problemas de oferta educativa y vi) el problema del aburrimiento.

En la franja de los 11 a 12 años de edad, los problemas económicos familiares son responsables del 35% del abandono, siendo la causa dominante. Sin embargo, en esa franja etaria, el abandono aún no es un problema de magnitud, lo cual circunscribe el problema a una población pequeña.

Por el contrario, en la franja de los 16 a los 17 años de edad, que es el momento de mayor desgrane de la escuela secundaria, el desinterés, desaliento y aburrimiento explican el 40% de los casos.

Si bien los problemas de la necesidad de trabajar, dominante en los niños, y de domesticidad, casi exclusiva de las niñas, aumentan con la edad, la sumatoria de ambas causas en la última banda etaria no alcanza al 30% de los casos. Y los otros 3 problemas, que son discapacidad, oferta y dificultades económicas, disminuyen a mayor edad, explicando en conjunto al final del ciclo un 30% de los casos.

Por ello, si como adultos, legisladores o educadores tuviésemos que priorizar y abordar un frente de conflicto por vez para reducir el abandono escolar, no dudaría en comenzar por transformar el paso de los alumnos por la escuela en una experiencia significativa y relevante de aprendizaje, sea en la escuela pública o privada.

Premisas

El informe de referencia debería iluminar las ideas y políticas que se impulsan desde el Estado. Tanto la resolución 1057/14 de la Provincia de Buenos Aires, que se discutió algunas horas en los medios el mes pasado, como la misma Ley de Educación Nacional 26.206, que fue deliberada por un conjunto amplio de políticos y especialista, hacen especial hincapié en incluir dentro de la escuela a una población de niños y adolescentes que, suponen, desean asistir a la escuela y no lo pueden hacer por situaciones familiares y socioeconómicas adversas. La premisa es falsa, o al menos incompleta. Los niños dejan la escuela, en su mayoría, como lo indica el informe de Siteal, porque les aburre.

No hay peor sordo que el que no quiere escuchar, ni peor político que el que gobierna o legisla sin considerar los argumentos o reclamos de la sociedad. No podemos aceptar que, frente a una evidencia tan contundente como incontrastable, la respuesta de políticos y educadores sea… agregar más caballos a la carreta. Por más que nos esforcemos y nos dibujemos sonrisas en la cara, los chicos se las arreglaran para encontrar experiencias significativas de aprendizaje en la educación no formal e informal, por afuera del sistema escolar.

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