15 Octubre 2014

Los alumnos de la escuela Ricardo Rojas, de Leales, se fueron ayer sin comer. Solamente un mate cocido les pudieron dar, contó la directora, Sandra Bustamante. A la mercadería, el anafe y las garrafas que usaban para cocinar se las llevaron los ladrones que, el sabado a la madrugada, rompieron una reja y una puerta y entraron al establecimiento.
Computadoras, dos televisores, un ventilador de pie, un tarro de pintura, un DVD, herramientas, una máquina fumigadora, un equipo de música, micrófonos inalámbricos, y hasta la driza (la soga con la que se iza la bandera) y las almohadillas para los sellos cayeron en manos de los delincuentes. La heladera, en cambio, quedó tirada en un descampado vecino. Ahora no funciona.
La información llegó a LA GACETA a través de un mensaje de WhastApp, al 381-5870289.
"La nuestra es una escuela chiquita, a nueve kilómetros de la ruta 9 y a cinco de Santa Rosa de Leales, con 40 alumnos (desde el nivel inicial hasta el secundario) y una planta docente de 10 personas, de las cuales tres estamos en forma permanente. Se llega por un camino vecinal de tierra y la gente en los alrededores no tiene luz ni agua -contó la directora-. A la vuelta casi no hay vecinos, así que nadie escuchó ni vio quién pudo haber entrado".
No es la primera vez que les roban. "Hace dos años, le llevaron 10 computadoras de mesa y cosas del laboratorio. En otra oportunidad, nos robaron la bomba, que también usaban los vecinos para sacar agua potable", dijo Bustamante
"Quedamos sin nada. Ahora estamos cocinando con leña, porque ayer solo pudimos hacer un mate cocido. ¿Cómo les explico a los chicos, cómo los mando sin comer a sus casas?", lamentó la docente.
Angela Brito, personal auxiliar de la escuela y ex alumna, fue la primera persona de la escuela en enterarse de la novedad. "Me llamó un vecino para avisarme que habían abierto la puerta y que había llamado a la comisaría de Santa Rosa. Cuando llegué, me encontré con que faltaba todo. Hasta las almohadillas del sello de la escuela se llevaron", lamentó.
Computadoras, dos televisores, un ventilador de pie, un tarro de pintura, un DVD, herramientas, una máquina fumigadora, un equipo de música, micrófonos inalámbricos, y hasta la driza (la soga con la que se iza la bandera) y las almohadillas para los sellos cayeron en manos de los delincuentes. La heladera, en cambio, quedó tirada en un descampado vecino. Ahora no funciona.
La información llegó a LA GACETA a través de un mensaje de WhastApp, al 381-5870289.
"La nuestra es una escuela chiquita, a nueve kilómetros de la ruta 9 y a cinco de Santa Rosa de Leales, con 40 alumnos (desde el nivel inicial hasta el secundario) y una planta docente de 10 personas, de las cuales tres estamos en forma permanente. Se llega por un camino vecinal de tierra y la gente en los alrededores no tiene luz ni agua -contó la directora-. A la vuelta casi no hay vecinos, así que nadie escuchó ni vio quién pudo haber entrado".
No es la primera vez que les roban. "Hace dos años, le llevaron 10 computadoras de mesa y cosas del laboratorio. En otra oportunidad, nos robaron la bomba, que también usaban los vecinos para sacar agua potable", dijo Bustamante
"Quedamos sin nada. Ahora estamos cocinando con leña, porque ayer solo pudimos hacer un mate cocido. ¿Cómo les explico a los chicos, cómo los mando sin comer a sus casas?", lamentó la docente.
Angela Brito, personal auxiliar de la escuela y ex alumna, fue la primera persona de la escuela en enterarse de la novedad. "Me llamó un vecino para avisarme que habían abierto la puerta y que había llamado a la comisaría de Santa Rosa. Cuando llegué, me encontré con que faltaba todo. Hasta las almohadillas del sello de la escuela se llevaron", lamentó.
Lo más popular