01 Octubre 2014
Peritos informáticos analizarán el video en el que un detenido es torturado por policías
El ministro Fiscal Edmundo Jiménez informó que la Justicia comenzó una investigación de oficio para determinar quiénes son los uniformados que intervinieron en la agresión que fue filmada y que ayer difundió LA GACETA. La Policía comunicó que también inició una pesquisa, y repudió los hechos. Las imágenes trascendieron las fronteras y llegaron a medios españoles. Video.
SECUENCIA. En el video, cuya reproducción puede herir la sensibilidad de los lectores, puede verse la tortura. capturas de video
Los primeros sonidos que emite son guturales. Parecen quejidos por los golpes que su cara está dando contra el suelo. En realidad, son los intentos desesperados por imitar el relinche de un caballo. Está con el torso desnudo tirado en un piso de tierra, boca abajo. Sus manos están esposadas hacia atrás. No puede frenar la caída cada vez que el uniformado lo toma del cabello, lo eleva y lo suelta.
“No le duele, dice”, se escucha a la persona que está filmando la agresión que sufrió un detenido por parte de policías. La grabación, aparentemente, se realizó con un teléfono celular, y ayer a la mañana llegó a LA GACETA. No pasó mucho tiempo para que el video se difundiera en los medios de otras provincias, y tuviera incluso repercusión internacional.
Fuentes policiales aseguraron que el video está circulando desde hace unos 10 días entre los miembros de la fuerza. Se lo distribuyen a través del servicio de mensajería WhatsApp. Ayer la Justicia comenzó a investigar las torturas.
Imitaciones
“A ver caballito, va de nuevo”, se escucha al policía que toma del cabello al esposado y lo arroja hacia el suelo. “Caballito, va de nuevo”, repite las palabras y los movimientos. El uniformado imita a un relinche. “¿Cómo hace el caballito? ¿cómo hace? ¿a ver? hacé ruidito”, insiste.
La agresividad del hombre que tortura al detenido se mezcla con la indiferencia del que filma. No serían los únicos dos que están en la escena, la que en apariencia sería una dependencia policial. Se ríen, alientan al torturador.
“¿Cómo hace la gallina?”, interroga luego el agresor. Esta vez le toma los cabellos y le agita la cabeza. El agredido trata de emitir los sonidos que le piden, en un intento infructuoso de que cese la tortura. Pero no cesará. Le exigirán que emule a un perro y a un gato. Y los golpes seguirán.
Las risas de los policías presentes es interrumpida por la voz de una mujer. Al parecer es una de las operadoras del sistema de emergencias 911. Sólo alcanza a oírse “5911”. “Contale vos, deciles que ustedes están con un procedimiento porque nos están rompiendo el p... a nosotros”, se escucha decir a un hombre. El video, de casi un minuto y medio, finaliza. La tortura, seguramente, siguió.
Respuesta escueta
La Policía difundió un comunicado de dos párrafos, en el que no asegura que el agresor sea un policía ni que el agredido que está con esposas en el video sea un detenido. “En vista de la publicación de un video donde un supuesto efectivo policial agrede violentamente a un presunto detenido, la Policía de Tucumán ordenó que se inicie una investigación para que se llegue hasta las últimas consecuencias, a fin de esclarecer la situación”, afirmó la fuerza en el parte de prensa.
En el segundo párrafo manifestaron que lamentan y repudian los hechos, que “perjudican la imagen institucional, el trabajo profesional y responsable que realizan los integrantes de la fuerza día a día”. Ningún funcionario emitió declaración, y los jefes policiales consultados se excusaron en que les habían prohibido hacer mención al video.
Sin embargo, fuentes policiales contaron que la investigación que iniciaron las autoridades incluyó que las uniformadas que trabajan en la base del 911 prestaran declaración, para que identifiquen al agresor. La persona que filmó el video trató de cuidar que no se registrara la cara del torturador, pero en algunas partes del video se ve su rostro de perfil. Sin embargo, las mujeres policías que controlan la firma del libro de entrada y salida del personal del 911, dijeron que no conocían al que aparece en el video.
El agresor vestía el uniforme policial estrenado a mediados del año pasado, que tiene el color amarillo flúo en la mitad superior. Además, la operadora se identifica como del 911, el que fue inaugurado en octubre de 2013. El video, por lo tanto, tiene menos de un año.
El número del móvil
En cuanto al número “5911” que se escucha decir a la operadora, una fuente policial aclaró que ningún móvil tiene ese número. Los autos del 911 están identificados del uno al 200; y las motos, de este número en adelante. Sin embargo, es común que la operadora llame al móvil por su número y que inmediatamente diga “911”, identificándose.
El ministro Fiscal Edmundo Jiménez informó que la fiscala de Instrucción de la I° Nominación, Mariana Rivadeneira, inició actuaciones de oficio al conocer la existencia del video. La representante del Ministerio Público tratará de determinar la procedencia de la filmación, y convocó a peritos informáticos para que analicen las imágenes, las voces y las palabras de los uniformados (supuestos según la Policía) que participaron de la tortura.
“No le duele, dice”, se escucha a la persona que está filmando la agresión que sufrió un detenido por parte de policías. La grabación, aparentemente, se realizó con un teléfono celular, y ayer a la mañana llegó a LA GACETA. No pasó mucho tiempo para que el video se difundiera en los medios de otras provincias, y tuviera incluso repercusión internacional.
Fuentes policiales aseguraron que el video está circulando desde hace unos 10 días entre los miembros de la fuerza. Se lo distribuyen a través del servicio de mensajería WhatsApp. Ayer la Justicia comenzó a investigar las torturas.
Imitaciones
“A ver caballito, va de nuevo”, se escucha al policía que toma del cabello al esposado y lo arroja hacia el suelo. “Caballito, va de nuevo”, repite las palabras y los movimientos. El uniformado imita a un relinche. “¿Cómo hace el caballito? ¿cómo hace? ¿a ver? hacé ruidito”, insiste.
La agresividad del hombre que tortura al detenido se mezcla con la indiferencia del que filma. No serían los únicos dos que están en la escena, la que en apariencia sería una dependencia policial. Se ríen, alientan al torturador.
“¿Cómo hace la gallina?”, interroga luego el agresor. Esta vez le toma los cabellos y le agita la cabeza. El agredido trata de emitir los sonidos que le piden, en un intento infructuoso de que cese la tortura. Pero no cesará. Le exigirán que emule a un perro y a un gato. Y los golpes seguirán.
Las risas de los policías presentes es interrumpida por la voz de una mujer. Al parecer es una de las operadoras del sistema de emergencias 911. Sólo alcanza a oírse “5911”. “Contale vos, deciles que ustedes están con un procedimiento porque nos están rompiendo el p... a nosotros”, se escucha decir a un hombre. El video, de casi un minuto y medio, finaliza. La tortura, seguramente, siguió.
Respuesta escueta
La Policía difundió un comunicado de dos párrafos, en el que no asegura que el agresor sea un policía ni que el agredido que está con esposas en el video sea un detenido. “En vista de la publicación de un video donde un supuesto efectivo policial agrede violentamente a un presunto detenido, la Policía de Tucumán ordenó que se inicie una investigación para que se llegue hasta las últimas consecuencias, a fin de esclarecer la situación”, afirmó la fuerza en el parte de prensa.
En el segundo párrafo manifestaron que lamentan y repudian los hechos, que “perjudican la imagen institucional, el trabajo profesional y responsable que realizan los integrantes de la fuerza día a día”. Ningún funcionario emitió declaración, y los jefes policiales consultados se excusaron en que les habían prohibido hacer mención al video.
Sin embargo, fuentes policiales contaron que la investigación que iniciaron las autoridades incluyó que las uniformadas que trabajan en la base del 911 prestaran declaración, para que identifiquen al agresor. La persona que filmó el video trató de cuidar que no se registrara la cara del torturador, pero en algunas partes del video se ve su rostro de perfil. Sin embargo, las mujeres policías que controlan la firma del libro de entrada y salida del personal del 911, dijeron que no conocían al que aparece en el video.
El agresor vestía el uniforme policial estrenado a mediados del año pasado, que tiene el color amarillo flúo en la mitad superior. Además, la operadora se identifica como del 911, el que fue inaugurado en octubre de 2013. El video, por lo tanto, tiene menos de un año.
El número del móvil
En cuanto al número “5911” que se escucha decir a la operadora, una fuente policial aclaró que ningún móvil tiene ese número. Los autos del 911 están identificados del uno al 200; y las motos, de este número en adelante. Sin embargo, es común que la operadora llame al móvil por su número y que inmediatamente diga “911”, identificándose.
El ministro Fiscal Edmundo Jiménez informó que la fiscala de Instrucción de la I° Nominación, Mariana Rivadeneira, inició actuaciones de oficio al conocer la existencia del video. La representante del Ministerio Público tratará de determinar la procedencia de la filmación, y convocó a peritos informáticos para que analicen las imágenes, las voces y las palabras de los uniformados (supuestos según la Policía) que participaron de la tortura.
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