18 Septiembre 2014
CÁLIDA Y SENCILLA. LA CEREMONIA RELIGIOSA QUE UNIÓ A LUCAS Y MARIANELA SE REALIZÓ EN LA PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DE LA CARIDAD, DE YERBA BUENA.
Lejos de las pistas y del taller de la calle Perú (en Yerba Buena), Lucas Mohamed vive igualmente horas de mucha intensidad. El martes a la noche contrajo matrimonio con Marianela Massa, y mañana emprenderá viaje a Buenos Aires. Desde allí, el sábado, junto con su papá “Lito” y una delegación del Turismo Nacional, tomará un vuelo a Roma. Una audiencia con el papa Francisco los espera en El Vaticano, el miércoles 24.
Casi 100 personas se acercaron a la parroquia Nuestra Señora de la Caridad de Yerba Buena para presenciar la ceremonia en la que Lucas y Marianela se convirtieron en marido y mujer. El padre Horacio Alfredo Gómez les tomó los votos esposales y bendijo los anillos. Al emotivo momento lo matizó Oscar Asensio, interpretando el Ave María.
Lucas, papá de tres hijos (Agostina, Lucas Jr. y Selim), dijo sentirse bien y tranquilo después del paso que dio. “Me siento en gracia con Dios, algo que era muy importante para mí antes de este viaje que voy a emprender al corazón del catolicismo”, señaló.
El piloto que lidera la Clase 2 del Turismo Nacional contó que en las últimas horas todos los preparativos se aceleraron. “Mi esposa, mi mamá Margarita, mis hermanas, todas están dándonos una mano preparando las cosas. Entre tanto yo sigo recibiendo gente que se interesa por mi viaje, sin ir más lejos vino una señora trayendo una imagen de la Virgen de la Eucaristía, que voy a llevar, como así también un montón de cartitas que me fueron acercando”, dijo.
Lucas no olvidó a quienes posibilitaron este viaje. “La categoría nos está dando esta posibilidad, que agradezco infinitamente. Hugo Paoletti y su gente siempre nos trataron bien, y la verdad que nos sentimos en casa corriendo en el TN. Y si a esa experiencia de años integrando esta familia le sumo la que estamos a punto de vivir, no puedo decir otra cosa que esto será algo que siempre llevaré en mí”, apuntó.
“Lito” consideró que la posibilidad de viajar a “un lugar tan santo”, como lo describió, es un verdadero milagro para él. “Soy católico, pienso que esto es un regalo de Dios. Además de estar en El Vaticano y conocer al Papa argentino, vamos a poder pasar algunos días de confraternidad con la gente de la categoría. Vivir esto es algo que me colma el espíritu: compartir esta experiencia con gente excelente no se compara con nada”, aseguró.
Casi 100 personas se acercaron a la parroquia Nuestra Señora de la Caridad de Yerba Buena para presenciar la ceremonia en la que Lucas y Marianela se convirtieron en marido y mujer. El padre Horacio Alfredo Gómez les tomó los votos esposales y bendijo los anillos. Al emotivo momento lo matizó Oscar Asensio, interpretando el Ave María.
Lucas, papá de tres hijos (Agostina, Lucas Jr. y Selim), dijo sentirse bien y tranquilo después del paso que dio. “Me siento en gracia con Dios, algo que era muy importante para mí antes de este viaje que voy a emprender al corazón del catolicismo”, señaló.
El piloto que lidera la Clase 2 del Turismo Nacional contó que en las últimas horas todos los preparativos se aceleraron. “Mi esposa, mi mamá Margarita, mis hermanas, todas están dándonos una mano preparando las cosas. Entre tanto yo sigo recibiendo gente que se interesa por mi viaje, sin ir más lejos vino una señora trayendo una imagen de la Virgen de la Eucaristía, que voy a llevar, como así también un montón de cartitas que me fueron acercando”, dijo.
Lucas no olvidó a quienes posibilitaron este viaje. “La categoría nos está dando esta posibilidad, que agradezco infinitamente. Hugo Paoletti y su gente siempre nos trataron bien, y la verdad que nos sentimos en casa corriendo en el TN. Y si a esa experiencia de años integrando esta familia le sumo la que estamos a punto de vivir, no puedo decir otra cosa que esto será algo que siempre llevaré en mí”, apuntó.
“Lito” consideró que la posibilidad de viajar a “un lugar tan santo”, como lo describió, es un verdadero milagro para él. “Soy católico, pienso que esto es un regalo de Dios. Además de estar en El Vaticano y conocer al Papa argentino, vamos a poder pasar algunos días de confraternidad con la gente de la categoría. Vivir esto es algo que me colma el espíritu: compartir esta experiencia con gente excelente no se compara con nada”, aseguró.