16 Septiembre 2014
CIUDAD DEL VATICANO.- El secretario personal del cardenal Jorge Mejía, el padre Luis Alberto Duacastella, se refirió hoy al escándalo que salpicó al purpurado argentino luego de que encontraran cuatro kilos de cocaína y 200 gramos de marihuana en su auto, con chapa del Vaticano. "Estoy muy mal, destrozado, es una cosa de locos lo que pasó, no se lo deseo a nadie. Es una cosa de locos de parte de esta persona que usa la amistad para hacer una cosa de este tipo. Han puesto al cardenal en primera plana por algo en lo que obviamente no tiene nada que ver", dijo Duacastella en diálogo con "La Nación".
El padre manifestó que aún no le comunicaron el caso al cardenal, de 91 años, quien está en condiciones muy frágiles de salud. "Aunque está bien, sería un mazazo para él. Pero más tarde se lo voy a decir, le tengo que contar la verdad. Y también le voy a escribir una carta al Papa, diciéndole cómo fue todo", manifestó.
Duacastella prestó una declaración jurada ante Gendarmería del Vaticano en la que contó que el auto del cardenal necesitaba ser sometido a una revisión. Pero como está las 24 horas con Mejía, dejó el viernes pasado que otra persona, llamada Luca Di Dio y a quien conoce hace 10 años, se ocupara del asunto.
"Él me dijo: 'no te preocupes, yo tengo un taller de un amigo mío, yo te pido el turno, lo llevo el viernes y el domingo al mediodía te lo traigo', me dijo. Y yo confié", relató. Y agregó: "Cuando el domingo al mediodía no apareció con el auto, empecé a preocuparme y a llamarlo a su celular, que no contestaba. También llamé a su mamá y a su novia, que estaban desesperadas porque tampoco sabían nada de él. Hasta que el domingo a la noche recibí un llamado de la Gendarmería del Vaticano".
"Vinieron a casa ayer a la mañana y yo fui a la Gendarmería a declarar. Me preguntaron si conocía a la otra persona arrestada y obviamente no lo conocía. Y estoy muy mal, atónito. Es obvio que no tenemos nada que ver y espero que este señor, para salvarse, no diga algo extraño", afirmó.
El padre manifestó que aún no le comunicaron el caso al cardenal, de 91 años, quien está en condiciones muy frágiles de salud. "Aunque está bien, sería un mazazo para él. Pero más tarde se lo voy a decir, le tengo que contar la verdad. Y también le voy a escribir una carta al Papa, diciéndole cómo fue todo", manifestó.
Duacastella prestó una declaración jurada ante Gendarmería del Vaticano en la que contó que el auto del cardenal necesitaba ser sometido a una revisión. Pero como está las 24 horas con Mejía, dejó el viernes pasado que otra persona, llamada Luca Di Dio y a quien conoce hace 10 años, se ocupara del asunto.
"Él me dijo: 'no te preocupes, yo tengo un taller de un amigo mío, yo te pido el turno, lo llevo el viernes y el domingo al mediodía te lo traigo', me dijo. Y yo confié", relató. Y agregó: "Cuando el domingo al mediodía no apareció con el auto, empecé a preocuparme y a llamarlo a su celular, que no contestaba. También llamé a su mamá y a su novia, que estaban desesperadas porque tampoco sabían nada de él. Hasta que el domingo a la noche recibí un llamado de la Gendarmería del Vaticano".
"Vinieron a casa ayer a la mañana y yo fui a la Gendarmería a declarar. Me preguntaron si conocía a la otra persona arrestada y obviamente no lo conocía. Y estoy muy mal, atónito. Es obvio que no tenemos nada que ver y espero que este señor, para salvarse, no diga algo extraño", afirmó.
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