12 Mayo 2014
Trágico recorrido de un camión: Un muerto y un herido grave
El conductor del auto falleció minutos después del choque, mientras que el motociclista permanece en la terapia intensiva del hospital Centro de Salud con una pierna fracturada. Los vecinos del barrio Lola Mora contaron que el chofer del camión pretendía huir y que el conductor de una camioneta impidió la fuga.
LOS RESTOS DEL BORA. Su conductor, de 28 años, perdió la vida. LA GACETA / FOTO DE ANTONIO FERRONI
“El ruido era como una frenada y un montón de latas rameándose”. Así describieron los vecinos del barrio Lola Mora el estruendo que los hizo saltar de la cama ayer a la mañana. Afuera, en la rotonda General Belgrano (ubicada en el cruce de Papa Francisco y Pedro Miguel Aráoz), un automovilista agonizaba, un motociclista estaba gravemente herido tras haber sido arrastrado cinco cuadras y el chofer de un camión, según los vecinos, intentaba escapar después de haber causado semejante tragedia.
Susana Ovejero es una de las personas que se vistió en un segundo y salió corriendo de su casa. En cuanto abrió la puerta pudo determinar que no se trataba de un accidente más. Y la situación empeoró cuando, mientras cruzaba la calle para acercarse a la rotonda, reconoció a uno de los vehículos que había participado del tremendo choque. “El chico del auto vivía a tres cuadras de acá”, lamentó Ovejero al referirse al conductor del Volkswagen Bora, Pablo Javier Cáceres. El joven de 28 años falleció poco después.
En el siniestro intervinieron tres vehículos: un camión sin acoplado, un auto y una motocicleta. Fuentes policiales indicaron que todos circulaban en el mismo sentido, de norte a sur. A los vecinos les comentaron que el rodado de mayor porte circulaba a excesiva velocidad. “Nos contaron que salió a toda velocidad de una ‘Refinor’ y que después atropelló a la moto. La arrastró varias cuadras y agarró al auto”, relató Ovejero. Según explicó la mujer, la motocicleta quedó enganchada en las ruedas traseras del camión y recién se desprendió cuando el vehículo trepó a la rotonda, después de embestir al Bora.
El camión arrasó con todo. Los vecinos contaron que se llevó puestos bancos de cemento, postes de alumbrado público y parte de la estatua de Manuel Belgrano que se levanta en el corazón de la plazoleta. Esos destrozos, sumados a la gente que corría en auxilio de los heridos y a las sirenas de las cuatro ambulancias que llegaron al lugar, generaron un caos.
Olor a alcohol
Los vecinos comentaron a este diario que, mientras intentaban asistir a las víctimas, el conductor del camión pretendía huir. “Una camioneta se le atravesó adelante para que frene, si no se escapaba”, afirmó Ovejero. Al verse rodeado, el chofer entró en una crisis nerviosa. “Se golpeaba la cabeza contra el vidrio. Un vecino lo tuvo que ayudar a bajar del camión porque no se podía parar y después nos contó que el olor a alcohol que tenía era impresionante. También se comentaba que había botellas de vodka dentro del camión y que el chofer amenazaba con sacar un arma de fuego”, agregó la mujer.
El chofer fue trasladado en una ambulancia al hospital Padilla, aunque su estado no revestía gravedad. Allí le realizaron un dosaje para determinar si tenía alcohol en la sangre y permaneció en observación hasta ayer a la tarde. Alrededor de las 17, una guardia policial lo trasladó a la seccional 4ª. Fuentes policiales informaron que se trata de Mario Rubén Camargo, de 52 años, quien venía de La Rioja. Las fuentes agregaron que la fiscalía de la IX° Nominación, a cargo de María de las Mercedes Carrizo, ordenó que quedara aprehendido por el delito de homicidio culposo. Hoy a la mañana lo llevarán a tribunales para que preste declaración.
Las víctimas
En el lugar del hecho, todos estaban conmocionados. “Lo conocíamos al chico del auto, estaba casado y tenía una nena de cinco o seis años”, recordó Ovejero, y resaltó que era “un buen chico, que trabajaba en una droguería con su papá”.
La mujer contó que lo primero que hizo fue acercarse al auto. El joven conductor agonizaba. “Habrá durado unos 15 o 20 minutos; balbuceaba... pero cuando llegó la ambulancia ya estaba muerto”, indicó Ovejero. Pablo Javier Cáceres circulaba acompañado por dos chicas, pero ninguna sufrió lesiones de consideración ya que el impacto fue sobre el costado del conductor.
Según consta en los registros policiales, una de las jóvenes que acompañaba a Cáceres es Noelia Agustina Páez, de 28 años. La joven permanecía internada en el Padilla con politraumatismos y fuera de gravedad. La otra chica, en tanto, no precisó asistencia médica.
Una pierna
Quien sí revestía gravedad era el motociclista, René Higinio Núñez. El hombre fue arrastrado cinco cuadras por el camión. Núñez fue trasladado al hospital Centro de Salud y, aunque en un primer momento se temía que le amputaran una pierna, los médicos consiguieron salvarle el miembro.
El motociclista permanecía en terapia intensiva, en estado delicado. El director del Centro de Salud, Diego Eskinazi, explicó que sufrió la fractura de una pierna. “Le realizaron una tracción esquelética (consiste en tirar de una extremidad mediante la fijación de un clavo metálico o un alambre introducido en el tejido óseo) porque tuvo una herida importante y de esa manera se pudo salvar la pierna. También está con una tendencia a hipotensión (presión baja) debido a la importante pérdida de sangre que tuvo y al dolor”, señaló el médico.
Susana Ovejero es una de las personas que se vistió en un segundo y salió corriendo de su casa. En cuanto abrió la puerta pudo determinar que no se trataba de un accidente más. Y la situación empeoró cuando, mientras cruzaba la calle para acercarse a la rotonda, reconoció a uno de los vehículos que había participado del tremendo choque. “El chico del auto vivía a tres cuadras de acá”, lamentó Ovejero al referirse al conductor del Volkswagen Bora, Pablo Javier Cáceres. El joven de 28 años falleció poco después.
En el siniestro intervinieron tres vehículos: un camión sin acoplado, un auto y una motocicleta. Fuentes policiales indicaron que todos circulaban en el mismo sentido, de norte a sur. A los vecinos les comentaron que el rodado de mayor porte circulaba a excesiva velocidad. “Nos contaron que salió a toda velocidad de una ‘Refinor’ y que después atropelló a la moto. La arrastró varias cuadras y agarró al auto”, relató Ovejero. Según explicó la mujer, la motocicleta quedó enganchada en las ruedas traseras del camión y recién se desprendió cuando el vehículo trepó a la rotonda, después de embestir al Bora.
El camión arrasó con todo. Los vecinos contaron que se llevó puestos bancos de cemento, postes de alumbrado público y parte de la estatua de Manuel Belgrano que se levanta en el corazón de la plazoleta. Esos destrozos, sumados a la gente que corría en auxilio de los heridos y a las sirenas de las cuatro ambulancias que llegaron al lugar, generaron un caos.
Olor a alcohol
Los vecinos comentaron a este diario que, mientras intentaban asistir a las víctimas, el conductor del camión pretendía huir. “Una camioneta se le atravesó adelante para que frene, si no se escapaba”, afirmó Ovejero. Al verse rodeado, el chofer entró en una crisis nerviosa. “Se golpeaba la cabeza contra el vidrio. Un vecino lo tuvo que ayudar a bajar del camión porque no se podía parar y después nos contó que el olor a alcohol que tenía era impresionante. También se comentaba que había botellas de vodka dentro del camión y que el chofer amenazaba con sacar un arma de fuego”, agregó la mujer.
El chofer fue trasladado en una ambulancia al hospital Padilla, aunque su estado no revestía gravedad. Allí le realizaron un dosaje para determinar si tenía alcohol en la sangre y permaneció en observación hasta ayer a la tarde. Alrededor de las 17, una guardia policial lo trasladó a la seccional 4ª. Fuentes policiales informaron que se trata de Mario Rubén Camargo, de 52 años, quien venía de La Rioja. Las fuentes agregaron que la fiscalía de la IX° Nominación, a cargo de María de las Mercedes Carrizo, ordenó que quedara aprehendido por el delito de homicidio culposo. Hoy a la mañana lo llevarán a tribunales para que preste declaración.
Las víctimas
En el lugar del hecho, todos estaban conmocionados. “Lo conocíamos al chico del auto, estaba casado y tenía una nena de cinco o seis años”, recordó Ovejero, y resaltó que era “un buen chico, que trabajaba en una droguería con su papá”.
La mujer contó que lo primero que hizo fue acercarse al auto. El joven conductor agonizaba. “Habrá durado unos 15 o 20 minutos; balbuceaba... pero cuando llegó la ambulancia ya estaba muerto”, indicó Ovejero. Pablo Javier Cáceres circulaba acompañado por dos chicas, pero ninguna sufrió lesiones de consideración ya que el impacto fue sobre el costado del conductor.
Según consta en los registros policiales, una de las jóvenes que acompañaba a Cáceres es Noelia Agustina Páez, de 28 años. La joven permanecía internada en el Padilla con politraumatismos y fuera de gravedad. La otra chica, en tanto, no precisó asistencia médica.
Una pierna
Quien sí revestía gravedad era el motociclista, René Higinio Núñez. El hombre fue arrastrado cinco cuadras por el camión. Núñez fue trasladado al hospital Centro de Salud y, aunque en un primer momento se temía que le amputaran una pierna, los médicos consiguieron salvarle el miembro.
El motociclista permanecía en terapia intensiva, en estado delicado. El director del Centro de Salud, Diego Eskinazi, explicó que sufrió la fractura de una pierna. “Le realizaron una tracción esquelética (consiste en tirar de una extremidad mediante la fijación de un clavo metálico o un alambre introducido en el tejido óseo) porque tuvo una herida importante y de esa manera se pudo salvar la pierna. También está con una tendencia a hipotensión (presión baja) debido a la importante pérdida de sangre que tuvo y al dolor”, señaló el médico.
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