10 Marzo 2014
FESTEJO CON ALTURA. Cavenaghi pega un brinco luego de ejecutar impecablemente el penal. Fue gol y victoria para River.
BUENOS AIRES.- “Fue polémica. El contacto existió. Venía corriendo y me llevó la pierna. No sé si fue penal o no. Fue muy rápido”, sostuvo Leonel Vangioni. Hasta a él le quedaron dudas si Milton Caraglio le hizo infracción dentro del área. Claro que el jugador de River hizo un culto al disimulo para no dejar más en evidencia el error que cometió, en beneficio de su equipo, el árbitro Pablo Lunati.
El forcejeo Vangioni-Caraglio fue fuera del área, pero no para el juez que sancionó penal y Fernando Cavenaghi anotó el gol del 1 a 0 sobre Arsenal. Un triunfo “lunático” no sólo por el regalo arbitral, sino porque el equipo de Ramón Díaz no brilló ante un rival que jugó con varios suplentes por su participación en Copa Libertadores. River justificó el triunfo por el trabajo que realizó en la segunda parte, con más ímpetu que fútbol para quebrar la resistencia de su rival.
En un partido de pocas llegadas, a los 15 minutos, River dispuso de una pelota detenida que devino en un cabezazo de Gabriel Mercado que encontró el desvío magistral de Alejandro Limia, con mano derecha. Con el correr de los minutos, Arsenal fue por más ante las indecisiones de River. Con el contraataque como arma fundamental Caraglio y Mauricio Sperduti no fueron certeros en la definición.
Tras marcar, River se retrasó y trató de liquidar de contra, aunque los de Díaz sufrieron hasta el último minuto. Arsenal fue peligroso con la pelota detenida, pero la buena actuación del arquero Marcelo Barovero y la impericia de los delanteros de Arsenal mantuvieron el resultado intacto. (Télam-Especial)
El forcejeo Vangioni-Caraglio fue fuera del área, pero no para el juez que sancionó penal y Fernando Cavenaghi anotó el gol del 1 a 0 sobre Arsenal. Un triunfo “lunático” no sólo por el regalo arbitral, sino porque el equipo de Ramón Díaz no brilló ante un rival que jugó con varios suplentes por su participación en Copa Libertadores. River justificó el triunfo por el trabajo que realizó en la segunda parte, con más ímpetu que fútbol para quebrar la resistencia de su rival.
En un partido de pocas llegadas, a los 15 minutos, River dispuso de una pelota detenida que devino en un cabezazo de Gabriel Mercado que encontró el desvío magistral de Alejandro Limia, con mano derecha. Con el correr de los minutos, Arsenal fue por más ante las indecisiones de River. Con el contraataque como arma fundamental Caraglio y Mauricio Sperduti no fueron certeros en la definición.
Tras marcar, River se retrasó y trató de liquidar de contra, aunque los de Díaz sufrieron hasta el último minuto. Arsenal fue peligroso con la pelota detenida, pero la buena actuación del arquero Marcelo Barovero y la impericia de los delanteros de Arsenal mantuvieron el resultado intacto. (Télam-Especial)
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