15 Febrero 2014
CLAUSURA. Momentos en que cierran el local comercial de barrio Sur. la gaceta / foto de analía jaramillo
Un comercio de barrio Sur fue clausurado al menos por séptima vez en el último año, esta vez porque el encargado no permitió una inspección de rutina de la Municipalidad capitalina.
Pasadas las 13 de ayer, un grupo de inspectores de la Dirección de Producción y Saneamiento Ambiental municipal (Dipsa) arribó a la esquina. En un abrir y cerrar de ojos, dos inspectores alzaron una parrilla con unos 20 pollos que se estaban asando y la cargaron en una camioneta. Otro grupo, encabezado por el director del área, Miguel Molins, ingresó al local y le solicitó a una empleada los papeles del negocio. A los 20 minutos se presentó Rodolfo Murúa, aduciendo ser el encargado del “SuperNor”. Allí se trenzó en una discusión con un inspector primero y con Molins después. Hasta las 14.30 hubo un “cabildeo” entre el funcionario municipal y el encargado. “Esta es la séptima vez que lo clausuramos. Hay quejas de los vecinos sobre el comportamiento de los que vienen a comprar durante la noche”, indicó Molins. Luego agregó: “no hemos podido inspeccionar el lugar para saber en qué estado está porque el encargado se opuso”, aseguró.
“Ellos me quieren meter la goma a como dé lugar (sic). No me negué a ninguna inspección”, repetía Murua. Finalmente dos inspectores de la Dipsa colocaron una faja de clausura en la puerta del comercio.
El secretario de Gobierno de la Municipalidad, Germán Alfaro, dijo que pidieron una consigna a la Policía, para evitar que el negocio abra durante el fin de semana.
Pasadas las 13 de ayer, un grupo de inspectores de la Dirección de Producción y Saneamiento Ambiental municipal (Dipsa) arribó a la esquina. En un abrir y cerrar de ojos, dos inspectores alzaron una parrilla con unos 20 pollos que se estaban asando y la cargaron en una camioneta. Otro grupo, encabezado por el director del área, Miguel Molins, ingresó al local y le solicitó a una empleada los papeles del negocio. A los 20 minutos se presentó Rodolfo Murúa, aduciendo ser el encargado del “SuperNor”. Allí se trenzó en una discusión con un inspector primero y con Molins después. Hasta las 14.30 hubo un “cabildeo” entre el funcionario municipal y el encargado. “Esta es la séptima vez que lo clausuramos. Hay quejas de los vecinos sobre el comportamiento de los que vienen a comprar durante la noche”, indicó Molins. Luego agregó: “no hemos podido inspeccionar el lugar para saber en qué estado está porque el encargado se opuso”, aseguró.
“Ellos me quieren meter la goma a como dé lugar (sic). No me negué a ninguna inspección”, repetía Murua. Finalmente dos inspectores de la Dipsa colocaron una faja de clausura en la puerta del comercio.
El secretario de Gobierno de la Municipalidad, Germán Alfaro, dijo que pidieron una consigna a la Policía, para evitar que el negocio abra durante el fin de semana.
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