17 Enero 2014
Luciano Gramajo lleva más de una semana postrado en su cama. Su madre, Ana María Monteros, devolvió -hace nueve días- en la sede donde funciona el Programa Federal Incluir Salud (Profe) la silla de ruedas que le habían entregado para Luciano, de 10 años, porque no concordaba con las especificaciones de la silla de ruedas que había pedido su médico, según dijo su mamá. Le sobran los pies en la silla y está incómodo con su cuerpo torcido.
Luciano sufre parálisis cerebral, microcefalia, escoliosis y se alimenta por una sonda, para evitar que se bronco aspire. “Hice el pedido para el cambio de silla en mayo del año pasado, porque la otra silla le quedaba chica. En agosto me dieron la orden de la ortopedia y recién en diciembre me entregaron la silla, pero esta no es ni la sombra de la que me pidió el médico para mi hijo”, dijo -desesperada- Monteros. Ella explicó que la silla solicitada por el médico es una postural ergonómica “Taguer” con sistema till, para permitirle a Luciano estar en seis posiciones. Además, debe tener las bases para los pies de tipo “móviles” para realizar algunos ejercicios de traumatología. Sin embargo, la que le habían dado en el programa dependiente del Ministerio de Salud de la Nación sólo tiene una posición, según dijo Monteros. “Esta silla tampoco tiene el soporte lumbar que necesita Luciano, a causa de su escoliosis”, expresó la madre.
“Él no puede estar con esta silla. Hay que pensar que la silla anterior la usó desde que era más chico. El tendría que usar esta silla hasta los 15 años. Si ahora no entra como corresponde no hay manera de que pueda usarla tanto tiempo”, manifestó.
Desde el “Profe”
Desde el Ministerio de Salud de la provincia indicaron que la silla entregada (y devuelta luego por Monteros) cumple con todos los requerimientos técnicos necesarios para el tipo de cuadro.
Indicaron que en todo momento se respetó el protocolo establecido para la compra de insumos o medicamentos que necesiten los beneficiarios del plan. Tras una compulsa de precios, se otorgó la compra de la silla de ruedas que comparativamente cumplía con todos los requerimientos, de acuerdo a la proscripción médica realizada por el médico del servicios de traumatología del Hospital de Niños (resolución Nº 3736/21-MSP del 19 de julio de 2013), consignaron los empleados de la cartera.
Además, dijeron que antes de ejecutar la compra, las gestiones pasaron por una auditoría del Tribunal de Cuentas. Si bien el plan Incluir Salud depende de la Nación, al superarse un tope de $1.700 para cada compra se abona el saldo restante con un fondo a cargo de las provincias.
En el caso particular, la silla fue entregada por intermedio de la empresa TecnoMed. Empleados del ministerio consignaron que estan dispuestos al diálogo para llegar a una solución y que no hay motivos que lleven a mantener cualquier clase de conflicto con Monteros. La silla de ruedas entregada en Casa de Gobierno hace nueve días se encuentra en la sede del “Profe”, en Lamadrid 107, a disposición de la unidad de gestión.
Luciano sufre parálisis cerebral, microcefalia, escoliosis y se alimenta por una sonda, para evitar que se bronco aspire. “Hice el pedido para el cambio de silla en mayo del año pasado, porque la otra silla le quedaba chica. En agosto me dieron la orden de la ortopedia y recién en diciembre me entregaron la silla, pero esta no es ni la sombra de la que me pidió el médico para mi hijo”, dijo -desesperada- Monteros. Ella explicó que la silla solicitada por el médico es una postural ergonómica “Taguer” con sistema till, para permitirle a Luciano estar en seis posiciones. Además, debe tener las bases para los pies de tipo “móviles” para realizar algunos ejercicios de traumatología. Sin embargo, la que le habían dado en el programa dependiente del Ministerio de Salud de la Nación sólo tiene una posición, según dijo Monteros. “Esta silla tampoco tiene el soporte lumbar que necesita Luciano, a causa de su escoliosis”, expresó la madre.
“Él no puede estar con esta silla. Hay que pensar que la silla anterior la usó desde que era más chico. El tendría que usar esta silla hasta los 15 años. Si ahora no entra como corresponde no hay manera de que pueda usarla tanto tiempo”, manifestó.
Desde el “Profe”
Desde el Ministerio de Salud de la provincia indicaron que la silla entregada (y devuelta luego por Monteros) cumple con todos los requerimientos técnicos necesarios para el tipo de cuadro.
Indicaron que en todo momento se respetó el protocolo establecido para la compra de insumos o medicamentos que necesiten los beneficiarios del plan. Tras una compulsa de precios, se otorgó la compra de la silla de ruedas que comparativamente cumplía con todos los requerimientos, de acuerdo a la proscripción médica realizada por el médico del servicios de traumatología del Hospital de Niños (resolución Nº 3736/21-MSP del 19 de julio de 2013), consignaron los empleados de la cartera.
Además, dijeron que antes de ejecutar la compra, las gestiones pasaron por una auditoría del Tribunal de Cuentas. Si bien el plan Incluir Salud depende de la Nación, al superarse un tope de $1.700 para cada compra se abona el saldo restante con un fondo a cargo de las provincias.
En el caso particular, la silla fue entregada por intermedio de la empresa TecnoMed. Empleados del ministerio consignaron que estan dispuestos al diálogo para llegar a una solución y que no hay motivos que lleven a mantener cualquier clase de conflicto con Monteros. La silla de ruedas entregada en Casa de Gobierno hace nueve días se encuentra en la sede del “Profe”, en Lamadrid 107, a disposición de la unidad de gestión.
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