15 Diciembre 2013
RECLAMO EN LA SUBJEFATURA. Frente a la sede policial de calle Italia 2.600, los policías se reunieron el martes a la madrugada para exigir la suba.
Ángel Chaile trabajó ocho años como agente en la Policía de Tucumán. La última unidad en la que prestó servicio -hasta abril pasado- fue la División de Delitos Rurales y Ecológicos en la Dirección de Investigaciones. En una entrevista exclusiva con LA GACETA contó que, junto con el agente Diego Herrera y el ex comisario Miguel Toledo, coordinó el paro de la fuerza, previo al caos que sumió a la provincia por dos días. El reportaje se realizó horas antes de que la Justicia ordenara su detención, junto con la de otros ocho policías, en una causa por presunta sedición y otros supuestos delitos. Chaile, de 42 años, es el único prófugo.
El ex agente sostiene que el PE fue el principal responsable de lo ocurrido y acusa al gobernador, José Alperovich, de haber protegido sólo sus intereses. Además, aunque no reveló quién era, sostuvo que existió una fuerza instigadora externa a la protesta que desató el pánico en las calles.
- ¿Cómo analiza que hayan muerto al menos cinco personas en el marco de esta protesta?
- Es un hecho bastante lamentable. Somos conscientes de que somos servidores públicos. Pero acá nos quiere cargar toda la responsabilidad. Es cierto que tenemos la obligación de proteger. ¿Qué obligación le corresponde a las autoridades políticas? Ellos tienen la obligación de ver qué es lo que sucede en los cuadros de la Policía. Ellos ya sabían que había un gran descontento. Además, en Tucumán todos saben que el gobernador Alperovich, dos días antes de que se inicie el conflicto, había ordenado que se trasladen todos los autos de su concesionaria. ¿Y por qué hizo eso? Porque trató de prever por sus intereses y no por los de la ciudadanía.
- ¿Quién provocó este caos?
- Nosotros, no. Hubo un elemento extraño que intervino desde afuera. La Policía no dijo “vayan y saqueen”. Pienso que se copió el comportamiento de otras provincias. Además se dice que como todo el pueblo hizo los saqueos y, si lo analizamos, sólo fue un porcentaje pequeño del millón y medio de habitantes que hay en Tucumán.
- ¿La Policía liberó zonas para que los delincuentes ayuden en su protesta, como se rumoreaba en un momento?
- No, nosotros estábamos manifestándonos. Lo que pasó no estaba previsto. No pensábamos que esto iba a pasar. Creíamos que el Gobierno iba a ceder ante la presión de que estuviéramos sin trabajar. Esto no es sólo responsabilidad nuestra. El primer responsable es el Gobierno, que debe abrir un canal de diálogo con la fuerza y mejorar las condiciones en las que trabajamos. En los últimos meses, cinco policías se suicidaron por las presiones de sus superiores y las órdenes que deben cumplir.
- ¿Están conformes con el sueldo de $ 8.500 que recibieron?
- Todo dependerá de la inflación. En las reuniones de negociación el ministro Jorge Gassenbauer nos dijo que parece que la inflación se irá a la nubes. Y con este sueldo no se resuelven nuestros problemas. En realidad, pedíamos que nos den $ 12.000.
- ¿Piensa que habrá una reconciliación con la sociedad?
- Creo que sí. Pero va a pasar mucho tiempo porque hay mucho dolor y resentimiento. Pero se debe saber que esto surgió porque la Policía tiene leyes opresivas y represivas para regir a la institución. Eso es lo que genera este enfrentamiento. Incluso había algunos jefes, como el ex subjefe Luis Pedraza, que nos decían que la sociedad no nos quiere. Pero nosotros queremos que la fuerza se humanice para ser parte de la sociedad. La Policía se tiene que adecuar al tiempo en el que vivimos.
- ¿Piensa que tuvieron una actitud golpista, como se dijo?
- No, porque nunca nos alzamos en armas para destituir al Gobierno. Algunos de nosotros estaban (sic) armados, pero era para resguardar la seguridad de todos. Además no estábamos acuartelados; había grupos nuestros que salían a bordo de sus propias motos para convencer a nuestros compañeros de que se unieran a la protesta.
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