Detienen a dos ex altos jefes de la Policía, acusados de encubrir el crimen de Paulina Lebbos

Detienen a dos ex altos jefes de la Policía, acusados de encubrir el crimen de Paulina Lebbos

La medida fue contra Barrera, ex subjefe de la fuerza, y Brito, quien estaba al mando de la Regional Norte. Ya están en Tribunales.

LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
28 Noviembre 2013

Esta mañana fueron detenidos el ex subjefe de la Policía de Tucumán Nicolás Barrera y el ex jefe de la Unidad Regional Norte Héctor Brito, acusados de encubrir el crimen de Paulina Lebbos. La medida fue llevada a cabo por agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), por lo que los arrestados fueron trasladados hacia el aeropuerto internacional Benjamín Matienzo. Alrededor d elas 12.30, ingresaron a la sede judicial de avenida Sarmiento y Laprida.   

Con estas medidas, ya son cuatro las personas que estarían relacionadas directamente con el asesinato de la joven. Anoche, el fiscal de Instrucción de la IV° Nominación, Diego López Ávila, ordenó la aprehensión de un hombre, que sería una de las personas que tuvo el teléfono de la víctima en sus manos. El martes ya se había tomado la misma medida contra una persona de 34 años.

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En su declaración, el acusado negó haber conocido a Paulina, y dijo que no tuvo intervención en el crimen. Fuentes judiciales agregaron que, sin embargo, tuvo numerosas contradicciones en su relato, relacionadas con los números de teléfono que tuvo.

Se supo que por estas horas la PSA estaría realizando cinco nuevas medidas, al menos. En tanto, esta mañana se presentó en Tribunales el abogado Gustavo Carlino, quien informó que asumió la defensa de Barrera por pedido de la esposa del ex comisario. Señaló que aún no tuvo acceso a la causa.        

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Paulina murió la noche del 26 de febrero de 2006. Fue a bailar a un boliche en la zona del ex Abasto con su mejor amiga, Virginia Mercado. Al volver, dejó a su compañera en su casa y dijo que se iba a dirigir a la casa de su pareja, César soto. Su cadáver apareció días después al costado de la ruta 341, en Tapia, en el noroeste de la provincia.


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