Los subsidios estatales a empresas elevan el déficit fiscal

Los subsidios estatales a empresas elevan el déficit fiscal

Según un informe de Idesa, las erogaciones para financiar a firmas públicas y privadas pusieron en rojo las cuentas y gastos del Estado

12 Noviembre 2013
Los subsidios del Estado nacional destinados a financiar empresas públicas y privadas explican el crecimiento del déficit fiscal. Según un estudio del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), el déficit fiscal -es decir la diferencia entre las erogaciones estatales y los ingresos disponibles del fisco- aumentó fuertemente en los últimos años. En este escenario, el rojo en las cuentas se consolidó como un potente generador de inflación, que presiona sobre la cotización del dólar.

El informe elaborado por técnicos del instituto señala que el crecimiento del déficit fiscal responde a diversos factores vinculados con la dinámica del modelo económico. "Uno de importancia superlativa son los subsidios dirigidos a empresas públicas (como Aerolíneas Argentinas o Yacimiento Río Turbio, entre otras) y a operadores privados que administran servicios públicos como la energía eléctrica, el gas y el transporte público", remarca.

Para explicar el incremento del gasto público, Idesa expone una proyección de las erogaciones estatales. "Según el Ministerio del Economía de la Nación, en 2009, el déficit fiscal ascendió a $ 29.000 millones y los subsidios a empresas, a $ 33.000 millones. El año pasado, el déficit fiscal fue de $ 90.000 millones y los subsidios, de $ 99.000 millones. Hasta agosto de 2013, el déficit fiscal llegó a $ 58.000 millones y las subvenciones a privados fueron de $ 79.000 millones", precisa el reporte.

Estos datos oficiales, según los técnicos del organismo, indican que "el sector público no presentaría déficit si no tuviera que hacerse cargo de los problemas financieros de las empresas públicas y de las privadas que ofrecen servicios con tarifas retrasadas". "La presión tributaria récord es suficiente para financiar el Estado. Pero no alcanza si se pretende sostener con subsidios a las empresas deficitarias", insiste. Además, Idesa explica que el déficit fiscal obliga a una desmesurada emisión de moneda. "Esto provoca inflación y, a su vez, deriva en presión sobre el dólar, porque suben los costos internos. Entonces se desalienta las exportaciones y se exacerba las importaciones", argumenta el organismo privado.

Corregir las cuentas

El incremento del gasto público destinado a empresas, además de consolidar el déficit fiscal, afecta al mercado cambiario. El reflejo más ilustrativo de esto es el comportamiento del dólar en el mercado informal, que se mantiene en el orden de los $10, muy por encima de los $6 que cotiza en el mercado oficial. "Las inconsistencias se reflejan en la exacerbación de viajes al exterior, en la creciente pérdida de competitividad y en la vertiginosa caída en las reservas del Banco Central", recalca Idesa. Frente a este panorama, el informe reconoce la alternativa de oficializar el desdoblamiento cambiario.

Sin embargo -aclara- el desafío más importante para el Gobierno no es modificar la política cambiaria sino ordenar sus cuentas. "Lo más probable es que se legalice el desdoblamiento cambiario para que todos los gastos de turismo (por medio de agencias de viaje y con tarjetas de crédito), algunas importaciones "superfluas" y el ingreso de capitales se realicen a un dólar más alto. Pero se trata de una medida transitoria. Lo más importante es revisar a arcaica y regresiva política de subsidiar a empresas", finaliza Idesa.

Comentarios