08 Octubre 2013
DYN
La cirugía del hematoma subdural que se le diagnosticó a la presidenta, Cristina Fernández, "era cantada" porque ya presentaba síntomas: cefalea y adormecimiento del brazo, según evaluaron especialistas tucumanos. Hasta hubo algunos médicos -prefirieron preservar su nombre- que estaban convencidos de que la operarían en silencio para no alarmar a la población y que después de tres o cuatro días lo comunicarían oficialmente a la población.
Dejando de lado tales conjeturas, dos reconocidos neurocirujanos tucumanos, los doctores Álvaro Campero y José María Goldman, y el neurólogo clínico y profesor titular de la cátedra de Neurología de la UNT, doctor Oscar Iguzquiza, coincidieron en señalar que la operación de una colección o hematoma subdural "es la más sencilla de las intervenciones neurológicas, comparable a la de apendicitis dentro de las cirugías generales. En cuatro o cinco días el paciente vuelve a la casa y a los 25 días o un mes puede retomar su trabajo", detalló Iguzquiza.
Como cualquier cirugía
"De todos modos, tiene los mismos riesgos que cualquier otra operación -por más sencilla que sea- y depende del estado en que el paciente llegue al quirófano. Generalmente se la realiza con anestesia general y dura una hora o un poco más y la recuperación suele ser prácticamente inmediata", aclaró el doctor Campero.
Los hematomas subdurales crónicos (con tres o cuatro semanas de evolución), explicó, por lo general se producen por un golpe no muy fuerte. Se forma una colección líquida, como un coágulo -que en principio es de sangre y luego por un proceso de metabolismo de sangre se transforma en líquido- que al expandirse o crecer comienza a presionar el cerebro y produce síntomas. "Los síntomas aparecen después de varias semanas de producido el golpe", precisó.
La operación
Desde el punto de vista técnico, la cirugía es relativamente simple. Una vez diagnosticado el hematoma subdural, el único tratamiento es la cirugía, ya que es muy difícil que se reabsorba.
Para extraer el líquido se trepana el cráneo (se hacen una o dos pequeñas perforaciones o agujeros en el hueso para evacuar el hematoma), se lava la zona con suero fisiológico y se coloca uno o dos drenajes por 24 o 48 horas para que el organismo expulse todo el líquido, coincidieron en detallar Goldman y Campero.
¿Cuándo se indica cirugía? Cuando tiene mucho efecto de masa, y por lo tanto, comprime el cerebro dando síntomas. Por lo que se vino informando, la Presidenta tuvo el domingo los primeros síntomas (hormigueo y menos fuerza en el miembro superior izquierdo) y por eso decidieron operarla mañana (por hoy). El echo de que los síntomas se den en el lado izquierdo es bueno: quiere decir que la lesión está ubicada en el sector derecho del cerebro. Si el hematoma hubiese estado en el hemisferio izquierdo del cerebro estaría comprimiendo la parte motriz del habla, de la escritura, la numeración, la lógica...", reflexionó Campero.
Si bien se desconocen las dimensiones del hematoma que sufre la Presidenta, tanto Iguzquiza como Goldman y Campero explicaron que una vez drenado el líquido, el cerebro volverá a su posición original y los síntomas de hormigueo y el fuerte dolor de cabeza desaparecerán.
En adultos mayores
"En los adultos mayores, a partir de los 60 años, son mayores las posibilidades de sufrir hematoma subdural crónico por golpes no tan fuertes. Se denomina subdural porque está ubicado dentro del cráneo entre la duramadre -membrana que cubre el cerebro- y la aracnoides, una de las capas de las meninges. Y es crónico porque con el paso de los días se agudizó hasta provocarle una fuerte cefalea. Al comienzo se forma un coágulo de sangre, pero debido a un proceso de degradación la sangre se transforma en líquido y por eso se llama hematoma crónico. Este tipo de lesión no es tan frecuente en los menores y personas jóvenes. En cuanto a la recuperación es prácticamente instantánea en un 100%, aunque cada caso es particular y depende de las condiciones en que se encuentre el enfermo", machacó Goldman.
Un tucumano, Juan Carlos Colombo, de 64 años, fue operado el año pasado por el doctor Goldman de una colección subdural crónica ubicada en la zona frontoparietal izquierdo. "Estuve peor que la Presidenta, mi hematoma era grande, me oprimía el sector izquierdo del cerebro, tenía muchas dificultades pero después de la cirugía quedé perfecto", contó a LA GACETA.
Dejando de lado tales conjeturas, dos reconocidos neurocirujanos tucumanos, los doctores Álvaro Campero y José María Goldman, y el neurólogo clínico y profesor titular de la cátedra de Neurología de la UNT, doctor Oscar Iguzquiza, coincidieron en señalar que la operación de una colección o hematoma subdural "es la más sencilla de las intervenciones neurológicas, comparable a la de apendicitis dentro de las cirugías generales. En cuatro o cinco días el paciente vuelve a la casa y a los 25 días o un mes puede retomar su trabajo", detalló Iguzquiza.
Como cualquier cirugía
"De todos modos, tiene los mismos riesgos que cualquier otra operación -por más sencilla que sea- y depende del estado en que el paciente llegue al quirófano. Generalmente se la realiza con anestesia general y dura una hora o un poco más y la recuperación suele ser prácticamente inmediata", aclaró el doctor Campero.
Los hematomas subdurales crónicos (con tres o cuatro semanas de evolución), explicó, por lo general se producen por un golpe no muy fuerte. Se forma una colección líquida, como un coágulo -que en principio es de sangre y luego por un proceso de metabolismo de sangre se transforma en líquido- que al expandirse o crecer comienza a presionar el cerebro y produce síntomas. "Los síntomas aparecen después de varias semanas de producido el golpe", precisó.
La operación
Desde el punto de vista técnico, la cirugía es relativamente simple. Una vez diagnosticado el hematoma subdural, el único tratamiento es la cirugía, ya que es muy difícil que se reabsorba.
Para extraer el líquido se trepana el cráneo (se hacen una o dos pequeñas perforaciones o agujeros en el hueso para evacuar el hematoma), se lava la zona con suero fisiológico y se coloca uno o dos drenajes por 24 o 48 horas para que el organismo expulse todo el líquido, coincidieron en detallar Goldman y Campero.
¿Cuándo se indica cirugía? Cuando tiene mucho efecto de masa, y por lo tanto, comprime el cerebro dando síntomas. Por lo que se vino informando, la Presidenta tuvo el domingo los primeros síntomas (hormigueo y menos fuerza en el miembro superior izquierdo) y por eso decidieron operarla mañana (por hoy). El echo de que los síntomas se den en el lado izquierdo es bueno: quiere decir que la lesión está ubicada en el sector derecho del cerebro. Si el hematoma hubiese estado en el hemisferio izquierdo del cerebro estaría comprimiendo la parte motriz del habla, de la escritura, la numeración, la lógica...", reflexionó Campero.
Si bien se desconocen las dimensiones del hematoma que sufre la Presidenta, tanto Iguzquiza como Goldman y Campero explicaron que una vez drenado el líquido, el cerebro volverá a su posición original y los síntomas de hormigueo y el fuerte dolor de cabeza desaparecerán.
En adultos mayores
"En los adultos mayores, a partir de los 60 años, son mayores las posibilidades de sufrir hematoma subdural crónico por golpes no tan fuertes. Se denomina subdural porque está ubicado dentro del cráneo entre la duramadre -membrana que cubre el cerebro- y la aracnoides, una de las capas de las meninges. Y es crónico porque con el paso de los días se agudizó hasta provocarle una fuerte cefalea. Al comienzo se forma un coágulo de sangre, pero debido a un proceso de degradación la sangre se transforma en líquido y por eso se llama hematoma crónico. Este tipo de lesión no es tan frecuente en los menores y personas jóvenes. En cuanto a la recuperación es prácticamente instantánea en un 100%, aunque cada caso es particular y depende de las condiciones en que se encuentre el enfermo", machacó Goldman.
Un tucumano, Juan Carlos Colombo, de 64 años, fue operado el año pasado por el doctor Goldman de una colección subdural crónica ubicada en la zona frontoparietal izquierdo. "Estuve peor que la Presidenta, mi hematoma era grande, me oprimía el sector izquierdo del cerebro, tenía muchas dificultades pero después de la cirugía quedé perfecto", contó a LA GACETA.
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