Alberto Lebbos, desde temprano, pretendió pasar hasta la plaza Independencia para tratar de hacerle llegar a alguno de los funcionarios nacionales sus reclamos por la investigación del crimen de su hija Paulina. Pero el hombre, como todos los ciudadanos, se encontró con un fuerte vallado policial que impedía el paso.
En una solicitada publicada hoy en LA GACETA, Lebbos se dirige a la presidente Cristina Fernández de Kirchner: "usted compartirá los actos del 9 de Julio con los cómplices, encubridores y presuntos asesinos del horrendo e impune homicidio de mi hija Paulina. El verdadero pueblo estará en la Plaza Independencia". "Solicito me reciba, me escuche y ayude como lo hizo su esposo un 9 de Julio. El pueblo y yo la estaremos esperando también", finaliza. A pesar de esto, es muy difícil que pueda cumplir su deseo.
A pesar de que había orden de que nadie pasara, el hombre y otros miembros de la comisión de "Víctimas de Impunidad" intentaron quebrar la resistencia de los policías, que los empujaron violentamente. Según los testigos, Lebbos quería pasar a toda costa para acercarse hasta la Casa Histórica, donde estaría la presidenta. Pero por el momento no pudo lograr su cometido.
Al padre de Paulina, incluso, le tiraron gas pimienta en los ojos.