Después de una jornada en la que fue imposible transitar por las calles tucumanas, los taxistas nucleados en la Asociación de Trabajadores Involucrados en la Actividad Taximetreta (Atiat) levantaron el paro. Desde esta mañana y hasta horas de la tarde, mantuvieron rodeada la plaza Independencia exigiendo mayores controles contra el transporte ilegal, mayor seguridad y el blanqueo de los choferes que no están registrados.
Antonio Rodríguez, titular de Atiat, se reunió con el ministro de gobierno Edmundo Jiménez y acordó una reunión con el gobernador José Alperovich para mañana, por lo que se decidió levantar la medida de fuerza.
Desde las 9, los conductores se congregaron en la zona del parque 9 de Julio, donde bloquearon distintas arterias. Los bocinazos y las largas filas de autos no se hicieron esperar de parte de los automovilistas que circulaban por ese sector de la ciudad.
Durante la protesta se registraron varios incidentes y episodios violentos que involucraron a algunos manifestantes. El más grave tuvo lugar en Laprida al 300. Un chofer que también es policía y que no participaba de la protesta cruzó insultos con un grupo taxistas. Como no se detuvo, comenzaron a seguirlo y a golpear su auto. El episodio se agravó aún más cuando rompieron la luneta del vehículo y el conductor extrajo de su auto un arma de fuego. Luego de algunos forcejeos, fue reducido por la Policía.
Además, según denunciaron algunos taxistas, los manifestantes obligaban a detenerse a quienes no participaban de la protesta. También habrían obligado a los pasajeros a descender de los vehículos.