Por Federico Diego van Mameren
16 Junio 2013
En aquella vecindad con la que muchos llegamos a merendar la más poderosa era Doña Florinda. A cachetazos limpios ponía orden y su relación con el profesor Jirafales completaba el manejo de los hilos aún cuando el dueño de la plata, el señor Barriga, anotaba que tenían algunas mensualidades pendientes.
José Alperovich ya puso a calentar los motores de su Lear Jet para que a más tardar el martes Cristina le diga (como siempre) qué tiene que hacer. "Acúsalos con tu mamá, Quico". El gobernador lleva dos listas en su bolsillo. En una está el nombre de "el hombre que él inventó" y le siguen el tranqueño Osvaldo Jaldo y el matrimonio de Villa Amalia, aunque entre ellos ya se pusieron de acuerdo en que será el concejal Germán Alfaro y no la legisladora Beatriz Ávila el que ocupe el lugar que en la nómina reservaron para el amayismo. En el otro bolsillo no aparece Juan Manzur en ningún lado y encabeza la lista Jaldo. Luego le siguen la cuñada Silvia Rojkés de Temkin y luego de nuevo los Alfaro.
Según las encuestas de las que todos hablan y nadie ve (cual si fuera Quico las esconde y nadie las encuentra) Manzur es quien tiene mejor imagen pero también es el candidato más vulnerable. Como el señor Barriga tiene tantas propiedades que la oposición ya mandó a escudriñar en Tribunales los expedientes en los que se lo acusa de enriquecimiento ilícito.
Manzur es el mimado de Alperovich. La obsecuencia y la exagerada pleitesía le han dado resultados con el número uno, más no se convierte en el hombre que enamora al peronismo.
En este oficialismo nadie podría cumplir el papel del chavo del 8, por razones obvias. Sin embargo, medido por popularidad y simpatía, la candidatura de Jaldo es la más bienvenida en el entorno del PJ. Todo da vueltas alrededor de él. Además, hoy, su protagonismo en la vida del gobernador, a fuerza de perfil bajo y presencia, ha eclipsado al mismísimo Jorge Gassenbauer enloquecido con que no se le escapen nuevas tortugas.
Jaldo se ha convertido en imprescindible. Desde su ministerio maneja las cajas, es el centro de información peronista que necesita un gobernador venido del radicalismo y tiene tantos años en la función pública y en el peronismo que se convierte en un simpático pater famili.
Quico quiere conformar a todos, amigos y enemigos. Y en este inesperado cambio de lista da la sensación de que Alperovich le paga mejor a los díscolos que a los leales. Sorprendió a más de uno que Alfaro, quien claramente no es un alperovichista y menos un "sijosesista", recibe un premio mayor que los mellizos Orellana que más de una vez se vanagloriaron de ser los primeros en tenderle la alfombra peronista a José.
Orellana legislador (José) era uno de los cuatro candidatos a diputados hasta que se lo vio sentado charlando con el macrista Alberto Colombres Garmendia. Hasta los concejales de Famaillá fueron a la Casa de Gobierno a diferenciarse del líder.
Fue el día anterior a que la gripe A hicieran su advertencia a los que no se habían vacunado. Y, al día siguiente que el "hombre que él inventó" no tuvo ningún problema en pasar prácticamente todo el día en esta vecindad para ver cómo se iban a insertar las listas. Fue un viaje inesperado del ministro de Salud de la Nación que dejó sus actividades centrales para verse en el espejo de candidato. Demasiadas ambiciones. Manzur siempre estuvo bajo la protección de Alperovich y si llega a ser candidato este año puede empezar a soñar con llegar a postularse para la máxima magistratura provincial en 2015. Pero como en la vecindad del Chavo, el dueño de la pelota sigue siendo Quico y el que termina dejando nocaut al profesor Barriga es él.
Los papelitos de Alperovich le aseguran que Jaldo coseche votos en el Este, que Alfaro trabaje en la Capital y Orellana iba a ser el que pase el rastrillo por el Oeste. Pero si mamá Cristina le ordena que ponga a La Cámpora no habrá discusiones.
Comprender la política
La Chilindrina actúa con viveza y con picardía suele divertirse con los otros personajes hasta que la sacan de las casillas. Su objetivo siempre es no pagar el pato de las locuras que hacen en sus diversiones dentro de la vecindad. Sin embargo, a veces termina presa de sus rabietas.
Beatriz Rojkés la pasó mal esta semana cuando avanzó en Tribunales su juicio por calumnias a Karina Pellasio, quien le había gritado "ladrona" a la tercera figura política del país. La primera dama tucumana porfía en que estas cuestiones reñidas con la moral no se deben dejar pasar. Distinta es la posición de su marido. Mientras Carlos Guido Cattáneo, la sombra del ministro de Gobierno, Edmundo Jiménez, busca la forma de avanzar con esta causa en Tribunales, los hombres de la política le piden paciencia a la senadora. "A la política no se la aprende, se la comprende", solía repetir Juan Domingo Perón. El enojo de Rojkés de Alperovich terminó como un bumerán.
Unidos pero separados
Lo más parecido a la oposición es la representación que en El Chavo hace del aula. Los avioncitos van y vienen, los empujones, los chistes y el bochinche se parecen a los pasos atolondrados de los dirigentes de la oposición que quedaron divididos en una decena de partes y prometen ser todavía más. Cada uno de los dirigentes se parece a Godines, ese niño distraído que se sienta al final del curso y que cada vez que es sorprendido por el profesor Jirafales afirma: "yo no fui".
Nadie quiere ser culpable de la falta de unidad de la oposición pero tampoco nadie quiere hacerse cargo de tener que juntar el agua y el aceite.
Está muy claro que el ejemplo venezolano de Capriles es una idea que toma cuerpo en la sociedad tucumana, pero, al mismo tiempo, no sólo los dirigentes sino también parte de esa sociedad se siente incapaz de unir ideologías por el sólo hecho de que hay que vencer al oficialismo kirchnerista.
El jueves cuando Manzur surcaba los cielos en un avión del Estado para acomodar su cuestión electoral, en la tierra analizaban las encuestas. Un "sijosesista" que habla todos los días con el gobernador confesaba. "Estamos bien en las encuestas. Tenemos porcentajes por debajo de 2009 pero no es para preocuparse. Antes teníamos un 53% y ahora estamos en un 45% pero eso nos alcanza para sacar cómodamente tres diputados nacionales. Además nosotros nos vamos a sentar a esperar el gran acto de la incapacidad opositora que se va a partir en mil pedazos. Sólo tenemos que esperar". Y, el funcionario no tuvo que esperar mucho.
El senador José Cano rumiaba ayer su impotencia. No logró sumar a todos. La gestión había fracasado. El radical se aferró a sus compromisos para que Juan Casañas se mantuviera en Diputados pero sus correligionarios no lo creen acreedor a la reelección. ¿Cano debió dejar que las fuerzas se acomoden y esperar a que lo vayan a buscar? ¿Cano se equivocó en ser él quien busque la unidad? No hay respuestas claras.
Cano analiza si tiene sentido ser candidato de esa alianza. El senador es quien tiene mayor intención de voto en la oposición pero su proyecto es ser el candidato a gobernador de 2015. ¿Le quedará nafta para llegar a esa postulación si no se presenta este año? Mientras él piensa, varias listas radicales se preparan para competir en las internas abiertas del 11 de agosto porque no están de acuerdo con los nombres que están en danza, especialmente con el de Casañas.
En la calle
La vecindad de El Chavo vive ajena a lo que pasa afuera. El caso Verón va a marcar un antes y un después en la Justicia tucumana. Así lo dijo Franco Picardi, subsecretario del Ministerio de Justicia que vino con el secretario Julián Alvarez hace nueve días.
El juicio por la desaparición de Marita ha sido clave en la difícil relación que tiene hoy el gobierno de Alperovich con el de Cristina. Y la Justicia está preocupada por ello porque el rumor de intervención es un incómodo fantasma que siempre merodea los fríos pasillos del Palacio de Tribunales.
El Caso Lebbos no tiene la misma presión desde la Nación, pero en Casa de Gobierno saben que la oposición va a cabalgar todas las veces que sea necesario en esta impericia oficial para encontrar al asesino de Paulina.
El gobierno y la oposición se mueven en la vecindad como les indica las encuestas que parece ser el libreto que más les gusta. Pero la corrupción y la inseguridad van ganando espacio en la disconformidad de la sociedad. Y hay advertencias que ninguna encuestadora ve y que no llama la atención pero que puede hacer trizas la vecindad: la droga que la advierten los jóvenes en la página 6 y en la tapa de este diario y las tristísimas manifestaciones de un grupo de chicas concepcionense.
Ellas salieron de la escuela a la calle, no a gritar el amor como aconseja el poeta, sino a pedir que los novios no las golpeen. TA TA TA TA TA, gritaría el profesor Jirafales.
José Alperovich ya puso a calentar los motores de su Lear Jet para que a más tardar el martes Cristina le diga (como siempre) qué tiene que hacer. "Acúsalos con tu mamá, Quico". El gobernador lleva dos listas en su bolsillo. En una está el nombre de "el hombre que él inventó" y le siguen el tranqueño Osvaldo Jaldo y el matrimonio de Villa Amalia, aunque entre ellos ya se pusieron de acuerdo en que será el concejal Germán Alfaro y no la legisladora Beatriz Ávila el que ocupe el lugar que en la nómina reservaron para el amayismo. En el otro bolsillo no aparece Juan Manzur en ningún lado y encabeza la lista Jaldo. Luego le siguen la cuñada Silvia Rojkés de Temkin y luego de nuevo los Alfaro.
Según las encuestas de las que todos hablan y nadie ve (cual si fuera Quico las esconde y nadie las encuentra) Manzur es quien tiene mejor imagen pero también es el candidato más vulnerable. Como el señor Barriga tiene tantas propiedades que la oposición ya mandó a escudriñar en Tribunales los expedientes en los que se lo acusa de enriquecimiento ilícito.
Manzur es el mimado de Alperovich. La obsecuencia y la exagerada pleitesía le han dado resultados con el número uno, más no se convierte en el hombre que enamora al peronismo.
En este oficialismo nadie podría cumplir el papel del chavo del 8, por razones obvias. Sin embargo, medido por popularidad y simpatía, la candidatura de Jaldo es la más bienvenida en el entorno del PJ. Todo da vueltas alrededor de él. Además, hoy, su protagonismo en la vida del gobernador, a fuerza de perfil bajo y presencia, ha eclipsado al mismísimo Jorge Gassenbauer enloquecido con que no se le escapen nuevas tortugas.
Jaldo se ha convertido en imprescindible. Desde su ministerio maneja las cajas, es el centro de información peronista que necesita un gobernador venido del radicalismo y tiene tantos años en la función pública y en el peronismo que se convierte en un simpático pater famili.
Quico quiere conformar a todos, amigos y enemigos. Y en este inesperado cambio de lista da la sensación de que Alperovich le paga mejor a los díscolos que a los leales. Sorprendió a más de uno que Alfaro, quien claramente no es un alperovichista y menos un "sijosesista", recibe un premio mayor que los mellizos Orellana que más de una vez se vanagloriaron de ser los primeros en tenderle la alfombra peronista a José.
Orellana legislador (José) era uno de los cuatro candidatos a diputados hasta que se lo vio sentado charlando con el macrista Alberto Colombres Garmendia. Hasta los concejales de Famaillá fueron a la Casa de Gobierno a diferenciarse del líder.
Fue el día anterior a que la gripe A hicieran su advertencia a los que no se habían vacunado. Y, al día siguiente que el "hombre que él inventó" no tuvo ningún problema en pasar prácticamente todo el día en esta vecindad para ver cómo se iban a insertar las listas. Fue un viaje inesperado del ministro de Salud de la Nación que dejó sus actividades centrales para verse en el espejo de candidato. Demasiadas ambiciones. Manzur siempre estuvo bajo la protección de Alperovich y si llega a ser candidato este año puede empezar a soñar con llegar a postularse para la máxima magistratura provincial en 2015. Pero como en la vecindad del Chavo, el dueño de la pelota sigue siendo Quico y el que termina dejando nocaut al profesor Barriga es él.
Los papelitos de Alperovich le aseguran que Jaldo coseche votos en el Este, que Alfaro trabaje en la Capital y Orellana iba a ser el que pase el rastrillo por el Oeste. Pero si mamá Cristina le ordena que ponga a La Cámpora no habrá discusiones.
Comprender la política
La Chilindrina actúa con viveza y con picardía suele divertirse con los otros personajes hasta que la sacan de las casillas. Su objetivo siempre es no pagar el pato de las locuras que hacen en sus diversiones dentro de la vecindad. Sin embargo, a veces termina presa de sus rabietas.
Beatriz Rojkés la pasó mal esta semana cuando avanzó en Tribunales su juicio por calumnias a Karina Pellasio, quien le había gritado "ladrona" a la tercera figura política del país. La primera dama tucumana porfía en que estas cuestiones reñidas con la moral no se deben dejar pasar. Distinta es la posición de su marido. Mientras Carlos Guido Cattáneo, la sombra del ministro de Gobierno, Edmundo Jiménez, busca la forma de avanzar con esta causa en Tribunales, los hombres de la política le piden paciencia a la senadora. "A la política no se la aprende, se la comprende", solía repetir Juan Domingo Perón. El enojo de Rojkés de Alperovich terminó como un bumerán.
Unidos pero separados
Lo más parecido a la oposición es la representación que en El Chavo hace del aula. Los avioncitos van y vienen, los empujones, los chistes y el bochinche se parecen a los pasos atolondrados de los dirigentes de la oposición que quedaron divididos en una decena de partes y prometen ser todavía más. Cada uno de los dirigentes se parece a Godines, ese niño distraído que se sienta al final del curso y que cada vez que es sorprendido por el profesor Jirafales afirma: "yo no fui".
Nadie quiere ser culpable de la falta de unidad de la oposición pero tampoco nadie quiere hacerse cargo de tener que juntar el agua y el aceite.
Está muy claro que el ejemplo venezolano de Capriles es una idea que toma cuerpo en la sociedad tucumana, pero, al mismo tiempo, no sólo los dirigentes sino también parte de esa sociedad se siente incapaz de unir ideologías por el sólo hecho de que hay que vencer al oficialismo kirchnerista.
El jueves cuando Manzur surcaba los cielos en un avión del Estado para acomodar su cuestión electoral, en la tierra analizaban las encuestas. Un "sijosesista" que habla todos los días con el gobernador confesaba. "Estamos bien en las encuestas. Tenemos porcentajes por debajo de 2009 pero no es para preocuparse. Antes teníamos un 53% y ahora estamos en un 45% pero eso nos alcanza para sacar cómodamente tres diputados nacionales. Además nosotros nos vamos a sentar a esperar el gran acto de la incapacidad opositora que se va a partir en mil pedazos. Sólo tenemos que esperar". Y, el funcionario no tuvo que esperar mucho.
El senador José Cano rumiaba ayer su impotencia. No logró sumar a todos. La gestión había fracasado. El radical se aferró a sus compromisos para que Juan Casañas se mantuviera en Diputados pero sus correligionarios no lo creen acreedor a la reelección. ¿Cano debió dejar que las fuerzas se acomoden y esperar a que lo vayan a buscar? ¿Cano se equivocó en ser él quien busque la unidad? No hay respuestas claras.
Cano analiza si tiene sentido ser candidato de esa alianza. El senador es quien tiene mayor intención de voto en la oposición pero su proyecto es ser el candidato a gobernador de 2015. ¿Le quedará nafta para llegar a esa postulación si no se presenta este año? Mientras él piensa, varias listas radicales se preparan para competir en las internas abiertas del 11 de agosto porque no están de acuerdo con los nombres que están en danza, especialmente con el de Casañas.
En la calle
La vecindad de El Chavo vive ajena a lo que pasa afuera. El caso Verón va a marcar un antes y un después en la Justicia tucumana. Así lo dijo Franco Picardi, subsecretario del Ministerio de Justicia que vino con el secretario Julián Alvarez hace nueve días.
El juicio por la desaparición de Marita ha sido clave en la difícil relación que tiene hoy el gobierno de Alperovich con el de Cristina. Y la Justicia está preocupada por ello porque el rumor de intervención es un incómodo fantasma que siempre merodea los fríos pasillos del Palacio de Tribunales.
El Caso Lebbos no tiene la misma presión desde la Nación, pero en Casa de Gobierno saben que la oposición va a cabalgar todas las veces que sea necesario en esta impericia oficial para encontrar al asesino de Paulina.
El gobierno y la oposición se mueven en la vecindad como les indica las encuestas que parece ser el libreto que más les gusta. Pero la corrupción y la inseguridad van ganando espacio en la disconformidad de la sociedad. Y hay advertencias que ninguna encuestadora ve y que no llama la atención pero que puede hacer trizas la vecindad: la droga que la advierten los jóvenes en la página 6 y en la tapa de este diario y las tristísimas manifestaciones de un grupo de chicas concepcionense.
Ellas salieron de la escuela a la calle, no a gritar el amor como aconseja el poeta, sino a pedir que los novios no las golpeen. TA TA TA TA TA, gritaría el profesor Jirafales.
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