09 Junio 2013
Lo mataron a sangre fría en una calle de Lules
Un joven, de 19 años, recibió un disparo en el pecho, cuando lo abordaron otros dos individuos encapuchados que se acercaron en moto. Casucheli iba en moto con una amiga, de 14 años, y al llegar a Mendoza al 200, los agresores le dijeron a la menor que se fuera del lugar y después le dispararon.
SIN VIDA. El cuerpo de Lucas Casucheli quedó tendido sobre el pavimento. FOTO GENTILEZA / HUGO RODRíGUEZ
Circulaba en moto con una amiga cuando dos encapuchados lo interceptaron y le pegaron un balazo en el pecho. Lucas Casucheli, que tenía 19 años, cayó muerto sin que nadie pudiera ayudarlo.
El crimen tuvo lugar en el pasaje Mendoza al 200, frente a la Escuela Técnica de Lules, entre las 6 y las 7 de ayer. Según el relato de la Policía, Lucas había estado durante la madrugada en una reunión con amigos. Pasadas las 6, salió a comprar cigarrillos en una moto Yamaha. Lo acompañó una de sus amigas, una adolescente de 14 años.
Cuando los jóvenes estaban de regreso, dos individuos encapuchados que circulaban en una moto YBR negra los interceptaron frente a la escuela. La amiga de la víctima le dijo a la Policía que sacaron un arma y la obligaron a bajar de la moto y retirarse. Mientras la adolescente se alejaba a pie, escuchaba a sus espaldas que los desconocidos discutían con su amigo. El siguiente sonido fue el estruendo de un disparo.
Lucas fue baleado en el costado izquierdo del pecho, cerca del corazón, señaló la Policía. Su primera reacción, luego de recibir el disparo, fue encender el motor y acelerar la moto. Pero sólo pudo avanzar unos 70 metros. Su amiga relató que el joven pasó por su lado, se estrelló contra una camioneta que estaba estacionada y cayó muerto sobre el cordón de la vereda.
El móvil del crimen
Pronto llegaron al lugar del hecho uniformados de la comisaría local, de la Unidad Regional Oeste, de Criminalística y de la división Homicidios y Delitos Complejos. Pero no pudieron hallar rastros de los homicidas.
Los peritos examinaron una vaina servida y concluyeron que el arma utilizada por los delincuentes era calibre 40, "un tipo de arma sumamente costosa y muy difícil de conseguir", según señaló la Policía.
Al cierre de esta edición, los uniformados trataban de establecer el móvil del crimen y la posibilidad de que se haya tratado de un robo, como se rumoreó temprano, quedó descartada. "A la víctima no le faltaba ninguna de sus pertenencias", indicó el comisario Guido Salas, jefe de la Regional Oeste.
Fuentes extraoficiales señalaron a LA GACETA que pudo tratarse de un ajuste de cuentas. Según afirmaron, el padre de la víctima estuvo preso por estafa y no descartaban que el crimen pudiera estar vinculado con ese antecedente.
El crimen tuvo lugar en el pasaje Mendoza al 200, frente a la Escuela Técnica de Lules, entre las 6 y las 7 de ayer. Según el relato de la Policía, Lucas había estado durante la madrugada en una reunión con amigos. Pasadas las 6, salió a comprar cigarrillos en una moto Yamaha. Lo acompañó una de sus amigas, una adolescente de 14 años.
Cuando los jóvenes estaban de regreso, dos individuos encapuchados que circulaban en una moto YBR negra los interceptaron frente a la escuela. La amiga de la víctima le dijo a la Policía que sacaron un arma y la obligaron a bajar de la moto y retirarse. Mientras la adolescente se alejaba a pie, escuchaba a sus espaldas que los desconocidos discutían con su amigo. El siguiente sonido fue el estruendo de un disparo.
Lucas fue baleado en el costado izquierdo del pecho, cerca del corazón, señaló la Policía. Su primera reacción, luego de recibir el disparo, fue encender el motor y acelerar la moto. Pero sólo pudo avanzar unos 70 metros. Su amiga relató que el joven pasó por su lado, se estrelló contra una camioneta que estaba estacionada y cayó muerto sobre el cordón de la vereda.
El móvil del crimen
Pronto llegaron al lugar del hecho uniformados de la comisaría local, de la Unidad Regional Oeste, de Criminalística y de la división Homicidios y Delitos Complejos. Pero no pudieron hallar rastros de los homicidas.
Los peritos examinaron una vaina servida y concluyeron que el arma utilizada por los delincuentes era calibre 40, "un tipo de arma sumamente costosa y muy difícil de conseguir", según señaló la Policía.
Al cierre de esta edición, los uniformados trataban de establecer el móvil del crimen y la posibilidad de que se haya tratado de un robo, como se rumoreó temprano, quedó descartada. "A la víctima no le faltaba ninguna de sus pertenencias", indicó el comisario Guido Salas, jefe de la Regional Oeste.
Fuentes extraoficiales señalaron a LA GACETA que pudo tratarse de un ajuste de cuentas. Según afirmaron, el padre de la víctima estuvo preso por estafa y no descartaban que el crimen pudiera estar vinculado con ese antecedente.
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