09 Mayo 2013
EN EL FONDO DEL OCEANO. El sumergible tripulado Shinkai 6500.
Geólogos brasileños anunciaron haber encontrado, a unos 1.500 kilómetros de la costa de Río de Janeiro, indicios de lo que podría ser un continente que quedó sumergido durante la separación entre África y América del Sur, cuando surgió el océano Atlántico hace 130 millones de años, según informó la agencia Telam.
Roberto Ventura Santos, director de geología de los recursos minerales del Servicio Geológico de Brasil (CPRM), dijo que hace dos años, durante un servicio de dragado, se encontraron muestras de granito, roca considerada continental.
El científico dijo que en un principio se creyó que las muestras eran un error o un accidente. Nadie creía en un primer momento que esa formación continental podría estar en el medio del océano. Sin embargo, posteriormente, en una expedición compuesta por científicos de Brasil y Japón, organizada el mes pasado, observaron la formación geológica.
El hallazgo del granito en el fondo del océano es la primera hipótesis de un descubrimiento que podría ser histórico para la ciencia. En la zona se encontraron también otros minerales como magnesio, cobalto, cobre, hierro y níquel.
"Es como si un continente se hubiese hundido en la época en que Sudamérica se separó de África. No sé lo que eso implica jurídicamente, pero desde el punto de vista científico y técnico, encontrar un continente perdido es una gran novedad", señaló.
Ocho horas de viaje
La expedición al Atlántico nació tras una asociación entre Japón y Brasil. Participó un geólogo de la universidad estatal responsable por los estudios minerales en Brasil. El primer viaje duró ocho horas en un submarino. Llegaron hasta una profundidad de 4.200 metros, donde se vieron las rocas continentales y se recogieron muestras de granito, una roca continental en la montaña submarina conocida como Elevado del Río Grande.
"Siempre se creyó que el Elevado del Río Grande era una montaña submarina de origen volcánico, semejante a las que hay frente a la costa de África, pero logramos comprobar que las rocas que la forman no son volcánicas, sino continentales", informó Ventura.
En total, se hicieron siete viajes en el Atlántico Sur a bordo del minisubmarino japonés Shinkai 6500 (el número remite a la profundidad que es capaz de alcanzar, en metros), con capacidad para tres tripulantes (dos pilotos y un científico). La nave está equipada con brazos mecánicos y cámaras de alta resolución, que permitieron observar por primera vez las cuestas de la Elevación del Río Grande, cordillera en aguas marítimas brasileñas e internacionales.
"Vamos a reforzar esta hipótesis. La certificación final deberá ocurrir a fines de este año, cuando vamos a hacer perforaciones en la región para encontrar más muestras", explicó Ventura Santo, según un despacho de la agencia Xinhua. Hasta entonces, se contempló la posibilidad de hacer nuevas travesías a la profundidad del Atlántico entre el 10 y el 24 de mayo, pero en otras zonas.
El científico dijo que en un principio se creyó que las muestras eran un error o un accidente. Nadie creía en un primer momento que esa formación continental podría estar en el medio del océano. Sin embargo, posteriormente, en una expedición compuesta por científicos de Brasil y Japón, organizada el mes pasado, observaron la formación geológica.
El hallazgo del granito en el fondo del océano es la primera hipótesis de un descubrimiento que podría ser histórico para la ciencia. En la zona se encontraron también otros minerales como magnesio, cobalto, cobre, hierro y níquel.
"Es como si un continente se hubiese hundido en la época en que Sudamérica se separó de África. No sé lo que eso implica jurídicamente, pero desde el punto de vista científico y técnico, encontrar un continente perdido es una gran novedad", señaló.
Ocho horas de viaje
La expedición al Atlántico nació tras una asociación entre Japón y Brasil. Participó un geólogo de la universidad estatal responsable por los estudios minerales en Brasil. El primer viaje duró ocho horas en un submarino. Llegaron hasta una profundidad de 4.200 metros, donde se vieron las rocas continentales y se recogieron muestras de granito, una roca continental en la montaña submarina conocida como Elevado del Río Grande.
"Siempre se creyó que el Elevado del Río Grande era una montaña submarina de origen volcánico, semejante a las que hay frente a la costa de África, pero logramos comprobar que las rocas que la forman no son volcánicas, sino continentales", informó Ventura.
En total, se hicieron siete viajes en el Atlántico Sur a bordo del minisubmarino japonés Shinkai 6500 (el número remite a la profundidad que es capaz de alcanzar, en metros), con capacidad para tres tripulantes (dos pilotos y un científico). La nave está equipada con brazos mecánicos y cámaras de alta resolución, que permitieron observar por primera vez las cuestas de la Elevación del Río Grande, cordillera en aguas marítimas brasileñas e internacionales.
"Vamos a reforzar esta hipótesis. La certificación final deberá ocurrir a fines de este año, cuando vamos a hacer perforaciones en la región para encontrar más muestras", explicó Ventura Santo, según un despacho de la agencia Xinhua. Hasta entonces, se contempló la posibilidad de hacer nuevas travesías a la profundidad del Atlántico entre el 10 y el 24 de mayo, pero en otras zonas.