06 Marzo 2013
LA GACETA / ARCHIVO
- La fundación.- El Liceo Militar de Tucumán fue creado por Decreto del Poder Ejecutivo Nacional en noviembre de 1977, aunque el proyecto venía desarrollándose desde al menos tres años antes. Era un colegio exclusivamente secundario, destinado a formar cadetes de Reserva. En 1979 se abrieron las primeras inscripciones, y se anotaron 382 aspirantes provenientes de todo el NOA. Al año siguiente, 150 cadetes inauguraron las remodeladas instalaciones del ex cuartel del Batallón 5 de Comunicaciones, en Italia al 2.400. Allí sigue funcionando. La foto de abajo es, justamente, de 1980.
- Pocos continúan con la carrera militar.- A mediados de 1984, cuando aún no había terminado sus estudios la pimera camada de subtenientes de Reserva -tal el título de los egresados-, se corrió el rumor de que cerrarían todos los liceos. El argumento del ministro de Defensa, Raúl Borrás, era que sólo el 5% de los egresados continuaba con la carrera militar. Actualmente no hay cifras certeras acerca de la cantidad de cadetes que pasan al Colegio Militar, pero continúa siendo baja: se habla de un 20% como máximo.
- Salvados por una fundación.- 1990 fue otro año complejo. Como parte de los recortes presupuestarios se barajó la posibilidad del cierre definitivo de los liceos. Tras varias movilizaciones y reclamos de los padres, se formó la Fundación General Aráoz de La Madrid, que propició la continuidad financiándolo.
- Cambios que sorprendieron.- En 1995, el Liceo Militar de Tucumán se convirtió en un secundario mixto y eliminó el régimen de internados. Sólo lo conservan quienes lo eligen, principalmente los cadetes de otras provincias. Al año siguiente, y para adaptarse a la nueva Ley Federal de Educación, incorporó la formación primaria, también de doble escolaridad -como la secundaria-, y un jardín de infantes de jornada simple.
- El "no positivo" de Néstor Kirchner.- En 2006, la entonces ministra de Defensa Nilda Garré había anunciado la intención de la cartera de desactivar los cinco liceos militares que quedaban en Argentina. Explicó que implicaban una militarización temprana de los alumnos, cuando aún no estaban maduros para elegir su vocación. El plan era quitar de la órbita de Defensa los colegios castrenses y cederlos a las provincias para que funcionasen como un secundiario común. Padres de cadetes de todo el país hicieron sentir su descontento. Quien le arrancó el "no" definitivo a Kirchner fue el ex vicepresidente -entonces gobernador de Mendoza- Julio Cobos, egresado de un liceo. Tras una reunión por otros temas, Cobos confirmó que había hablado del asunto con Kirchner y que este le había confirmado que no tocaría los liceos.
- La última reforma.- En 2010, y tras ruidosas protestas, las autoridades nacionales consiguieron reformar la educación en los liceos. Entre los cambios sustanciales estuvieron la eliminación de la materia Religión de la currícula; que sólo los alumnos de 5º año manipulen armas (únicamente de calibre 22); y ratificar por escrito su decisión de integrar la Reserva al alcanzar la mayoría de edad.
- Pocos continúan con la carrera militar.- A mediados de 1984, cuando aún no había terminado sus estudios la pimera camada de subtenientes de Reserva -tal el título de los egresados-, se corrió el rumor de que cerrarían todos los liceos. El argumento del ministro de Defensa, Raúl Borrás, era que sólo el 5% de los egresados continuaba con la carrera militar. Actualmente no hay cifras certeras acerca de la cantidad de cadetes que pasan al Colegio Militar, pero continúa siendo baja: se habla de un 20% como máximo.
- Salvados por una fundación.- 1990 fue otro año complejo. Como parte de los recortes presupuestarios se barajó la posibilidad del cierre definitivo de los liceos. Tras varias movilizaciones y reclamos de los padres, se formó la Fundación General Aráoz de La Madrid, que propició la continuidad financiándolo.
- Cambios que sorprendieron.- En 1995, el Liceo Militar de Tucumán se convirtió en un secundario mixto y eliminó el régimen de internados. Sólo lo conservan quienes lo eligen, principalmente los cadetes de otras provincias. Al año siguiente, y para adaptarse a la nueva Ley Federal de Educación, incorporó la formación primaria, también de doble escolaridad -como la secundaria-, y un jardín de infantes de jornada simple.
- El "no positivo" de Néstor Kirchner.- En 2006, la entonces ministra de Defensa Nilda Garré había anunciado la intención de la cartera de desactivar los cinco liceos militares que quedaban en Argentina. Explicó que implicaban una militarización temprana de los alumnos, cuando aún no estaban maduros para elegir su vocación. El plan era quitar de la órbita de Defensa los colegios castrenses y cederlos a las provincias para que funcionasen como un secundiario común. Padres de cadetes de todo el país hicieron sentir su descontento. Quien le arrancó el "no" definitivo a Kirchner fue el ex vicepresidente -entonces gobernador de Mendoza- Julio Cobos, egresado de un liceo. Tras una reunión por otros temas, Cobos confirmó que había hablado del asunto con Kirchner y que este le había confirmado que no tocaría los liceos.
- La última reforma.- En 2010, y tras ruidosas protestas, las autoridades nacionales consiguieron reformar la educación en los liceos. Entre los cambios sustanciales estuvieron la eliminación de la materia Religión de la currícula; que sólo los alumnos de 5º año manipulen armas (únicamente de calibre 22); y ratificar por escrito su decisión de integrar la Reserva al alcanzar la mayoría de edad.