Pampita, entre la agonía y el éxtasis

Carolina "Pampita" Ardohain esta cansada. Abatida. Desolada. Desde hace un tiempo la bella modelo es la protagonista de una seguidilla de escándalos que la llevaron a estar en la primera plana de la mayoría de las revistas latinoamericanas. La modelo, que fue la imagen de la Selección Argentina de Fútbol, ya no soporta la tensión que le produce la discriminación de sus compañeras de modelaje y la aparición de un supuesto padre en Mendoza que le ha trastocado la vida. Pero la gota que colmó el vaso fueron los rumores sobre su supuesta separación que una colega suya echó a rodar sin ninguna contemplación. "Yo no estoy separada, pero sé quien quiere que lo esté", señaló enigmática. Toda esta situación ha llevado a que Pampita tome la determinación de abandonar las pasarelas por un tiempo. "Ella espera que adoptando un bajo perfil las voces que la atormentan se acallen", sentenció una amiga que no quiso revelar su nombre. Pero ¿cómo llegó la modelo a esta situación? El primer cachetazo fue propinado por sus propias colegas, quienes la empezaron a llamar "mucamita" o "muqui" como consecuencia de la envidia que provoca su maratónico ascenso y el menosprecio de su humilde origen. No soportan que en sólo dos años se haya convertido en una de las modelos más cotizadas que encima, logró casarse con un modelo y estanciero de apellido ilustre, Martín Barrantes. Las miradas y las acusaciones de racismo se posaron, más que nada, sobre Julieta Prandi y Nicole Neumann. Pero ellas miran para otro lado. "Yo no le puse ese apodo", grita Prandi a los cuatro vientos sin llegar a convencer a nadie. Pero Pampita, aunque molesta, decidió hacer oídos sordos. Sin embargo, cuando llegó el segundo embate, la modelo empezó a flaquear. Fue justamente en el desfile que Roberto Giordano realizó frente a las Cataratas del Iguazú el 6 de setiembre que Carolina se dió cuenta que debía retirarse al desierto. En la pasada final, cuando Giordano la eligió para que este a su lado, el resto de las modelos tops, no pudieron resistirlo y empezaron a alejarla a codazos limpios. "Como algunas no tienen el carisma de Pampita, se dejan dominar por los celos y la envidia, y dicen estupideces. Pampita es la modelo más popular de la Argentina y hay un grupo grande de modelos que no se lo banca", confiesa Giordano reconociendo el triste episodio. Pero, la tercera embestida fue fulminante. En Alvear, una localidad mendocina, el sábado 20 de setiembre, en medio de una convención de escritores, Rubén Antolín Heredia aseguró que hace 25 años había estado de novio con Tania dos Santos, la mamá de Pampita, y que tenía serias dudas de que la modelo fuera en realidad hija suya y no del estanciero pampeano que le dio su apellido y que falleció hace muchos años en un accidente automovilístico. Fue entonces que Pampita no pudo más y se retiró de la vida pública. Hoy, la bella joven confiesa que está muy cansada y mientras trata de esquivar las balas, organiza un verano de lo más movido en la chacra de Pancho Dotto en Punta del Este y espera, para el año próximo, ser la cara bonita de un nuevo programa que está preparando Canal 13. Que las otras, sigan disparando. (Especial)