El barrio del derrumbe se debate entre la melancolía y la bronca

Bronca y melancolía. Estos dos estados de ánimo resumen lo que sienten muchos vecinos y comerciantes de la zona de la plazoleta Mitre, especialmente aquellos que llevan muchos años en el barrio. El derrumbe de la fachada del edificio en el que funcionó el cine Mitre entristeció a quienes se sentaron alguna vez en sus butacas. Pero indignó a aquellos a los que les trastocó la rutina. La mayoría de los enojados vive en la Lucas Córdoba y en la Santa Fe. Desde el viernes hasta ayer se mantuvo cerrada la calzada sur de las dos primeras cuadras de la Belgrano y el tráfico brutal de la avenida fue desviado por estas dos calles. Hubo accidentes y muchas quejas. Según la Municipalidad, el tránsito se normalizará hoy.

El viernes a las 16.30 se desplomó el muro del edificio que da a la plazoleta. Además del cine, allí funcionaron bares y boliches. Ahora lo estaban remodelando para instalar locales comerciales. La Policía informó que en el momento del hecho trabajaban 16 obreros y que uno de ellos resultó herido. A causa del siniestro, se detuvo la obra y se ordenó el vallado del perímetro del edificio y el corte del carril sur de la avenida Belgrano.

Viejo y deteriorado
El subdirector de Defensa Civil de la Municipalidad, Eduardo Valdez, contó que durante las inspecciones que realizaron se determinó que será necesario implementar medidas de seguridad estrictas cuando la obra se reanude para evitar nuevos derrumbes; la estructura es muy vieja y está deteriorada. "La Provincia pidió la intervención de la Dirección de Catastro de la Municipalidad, que sugirió un plan de demolición del sector afectado. En el edificio hay sectores que están apuntalados; lo que se cayó fue una pared y se pidió que sea retirada", explicó Fernando Insaurralde, secretario de Obras Públicas municipal.

El funcionario agregó que ayer iba a comenzar la limpieza de los escombros que cubren la calle. Y estimó que probablemente hoy se libere la circulación en ese tramo de la Belgrano.

Quienes más lo desean son las personas que viven o transitan diariamente por Lucas Córdoba y por Santa Fe, las dos calles que recibieron todo el flujo de vehículos de la avenida. "Es una vergüenza. Dos autos se llevaron puestas las vallas porque no están señalizadas", se quejó Marta, una vecina que prefirió no decir su nombre.

En Lucas Córdoba y Belgrano, donde está el desvío, no hay semáforos. Durante parte del día hay varitas. Pero de noche no queda nadie. Y las vallas destrozadas dan cuenta de los vehículos que las chocaron. Para evitar nuevos accidentes, el lunes por la noche los vecinos le prendieron fuego a una cubierta y los obreros de una construcción las cubrieron con afiches para volverlas visibles. "La Santa Fe es un caos, porque no da a basto", protestó Sandra Toledo. "No se dignaron a poner señalización", renegó Marcela Pérez.

Cuánto más grandes son los vecinos, más melancolía sienten por el edificio en el que funcionó el cine. "Ahí vi 'La princesa que quería vivir', con Audrey Hepburn -recordó Rosario Molina, de 69 años-. Mi casa estaba en Salta y Uruguay, y con mi hermana nos veníamos caminando". Jorge Bringas llegó al barrio a los 14 años. "La juventud iba al cine sí o sí, porque era barato. Después se tomaba helado, se paseaba. Dicen que el ruido del derrumbe fue tremendo...", recordó a los 84 años. Y se hundió en sus recuerdos.