Récord: armaron el silo de maíz más grande del mundo

Récord: armaron el silo de maíz más grande del mundo

Un contratista forrajero ensiló 150.500 toneladas de grano (3.500 ha) en Pehuajó.

PARA EL GUINNESS. Para construir se utilizaron máquinas viales especiales.  PARA EL GUINNESS. Para construir se utilizaron máquinas viales especiales.
18 Enero 2013
PROVINCIA DE BUENOS AIRES.- En la zona de Pehuajó se ensilaron 3.500 hectáreas (ha) de maíz con un rinde superior a las 42 toneladas por hectárea. El silo se construyó en una superficie menor a 3 ha de base. El contratista, con picadoras Claas, realizó la hazaña.

Cerca de la ciudad de Pehuajó (NO Bonaerense, a 365 km de la Ciudad de Buenos Aires), el contratista forrajero Daniel Gardello ya puso su sello en la historia.

En este caso, se adjudicó el haber armado el silo de maíz más grande del mundo, que tiene serias posibilidades de entrar en el mismísimo libro Guinness de los récords. Para Gardello, más que hazaña, el gran silo de 150.500 toneladas de material, que hoy está alimentando a 60.000 animales, fue posible por la articulación de muchísimos fusibles, entre ellos la mano de obra de todos los que trabajaron, los dueños del establecimiento que apoyaron la idea, la disponibilidad de maquinaria de primer nivel, el excelente estado de los caminos internos del campo, el contar con un cultivo sembrado en forma escalonada y bien pensado, para entrar a picar, además de toda la logística aceitada.

"Esto es parte de un engranaje. En cualquier silaje cada parte del trabajo tiene su importancia, pero en un silo de estas características todo cobra más preponderancia", explicó Gardello al sitio de Claas www.smartfarming.com, que se desempeña como contratista forrajero y tiene su base de operaciones en Tandil (Buenos Aires).

En cuanto a sus características distintivas, el silo está compuesto por 3.500 ha de maíz que fueron picadas en dos etapas; una parte, con cultivo de primera, a la que luego, con una diferencia estimada de 25 días, se le agregó el picado de un maíz de segunda. "Acá lo difícil fue cumplir con terminar el trabajo en el tiempo que el cultivo lo requería, porque no tiene nada particular hacer un silo de 3.500 ha. Hay tambos estabulados en el país que pican esta cantidad de hectáreas", se sinceró Gardello. Sin embargo, "en general, toda esa masa de hectáreas se divide, pero en este caso el diferencial fue que concentramos todo el material picado en un sólo silo".

Cómo trabajaron

Al detallar el arranque del picado, el contratista comentó que "primero se seleccionaron los lotes que se iban a picar y se muestrearon todos, haciendo cortes en varios puntos para ver el estado general del maíz. Luego decidimos el orden de trabajo según el nivel de 'materia seca (MS)' y seguimos un esquema. El rendimiento final fue de 42 t/ha promedio", detalló.

En cuanto a la confección del silo, se empezó a picar con un índice de MS superior al 35% y terminaron picando maíz de segunda en una humedad de entre el 58-60%.

Las máquinas tuvieron un lugar determinante en el proyecto. Por eso Gardello puso dos Claas a trabajar en forma permanente, e incluso, sumó otra de apoyo durante una semana.

"El clima nos complicó muchísimo el picado, por eso necesitamos dos meses para terminar", agregó el contratista, quien asumió que nunca había realizado una tarea semejante. "Como si todo fuera poco, al tratarse de dos cultivos tuvimos que esperar bien que llegaran ambos al índice de MS óptimo para picar -destacó-, y necesitamos tractores que estuvieran a la altura de las picadoras".

Las máquinas en acción fueron una Claas Jaguar 950 (cabezal de 8 surcos, modelo 2012) que se estrenó en ese campo y una Jaguar 960 (cabezal de 10 surcos), que era la segunda campaña en la que trabajaba. De apoyo se eligió una Jaguar 890.

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