08 Enero 2013
La autopista de Circunvalación es el largo camino de basura que recibe al visitante
Junto al tramo de la ruta 9 que rodea la ciudad se suceden los vaciaderos clandestinos de residuos domiciliarios y escombros. Aunque también hay animales muertos, ramas y muchos otros desperdicios. Es la primera -y quizás la última- imagen que se llevan los turistas del entorno de la capital.
LA PRIMERA IMPRESIÓN ES LA QUE CUENTA. Los vaciaderos clandestinos se repiten a lo largo del trayecto que va desde las inmediaciones del Mercofrut hasta la intersección con la Gobernador del Campo y el camino que va al aeropuerto.
El carro cruza parsimonioso el pavimento por el que circulan vehículos a más de 100 km/h. Se detiene entre los yuyales que crecen entre ambas calzadas y sus ocupantes liberan la carga indigna que trajeron desde algún barrio de la ciudad. Así, esas bolsas que contienen quién sabe qué engordan uno de los tantos basurales que reciben a los turistas en la autopista de Circunvalación.
Este tramo de la ruta 9 rodea San Miguel de Tucumán desde San Cayetano hasta Villa Mariano Moreno. Es la vía más rápida para ir de norte a sur, o viceversa, sin ingresar al centro. También es el camino por el que muchos visitantes llegan a la ciudad. El paisaje de basura es largo: se extiende desde algunos kilómetros antes del Mercofut hasta, aproximadamente, la intersección de la autopista con la Gobernador del Campo. A eso se suma que en las banquinas y en el espacio que hay entre las calzadas el pasto ha crecido bastante. El pésimo estado del pavimento, el entorno de marginalidad y las personas, los carros, los caballos y los perros que cruzan el camino, como si fuesen los únicos transeúntes, conforman la peor bienvenida que se le puede dar a un turista.
Además, no hay que olvidarse de que la mugre afecta principalmente a quienes viven cerca del camino. Ellos coinciden en que los operativos de limpieza no son suficientes, pero están divididos en dos grupos: los que aportan al crecimiento de los basurales y los que se sienten cansados de vivir junto a un gigantesco chiquero. "Son los mismos vecinos los que vienen a tirar basura. Varias veces me quisieron pegar por decirles que no lo hagan. Pero parece que a nadie le importa", se entristeció Miguel Ángel Díaz Ávila detrás de las rejas de su casa de Honduras y Alfredo Palacios.
"Hoy hay muy poca basura para lo que tenemos que aguantar normalmente. Así que imagínese lo que son los peores días", dijo Lorena Frías con expresión de resignación. "Como mucho, el recolector pasa una vez por semana, pero no se lleva lo que está acumulado. A eso lo levantan unas dos veces al mes", agregó María, su vecina de La Costanera. "A esto lo ven todos los que llegan a Tucumán ¿Qué imagen se van a llevar de nosotros?", se preguntó Miguel Ángel.
El presidente del Ente Tucumán Turismo, Bernardo Racedo Aragón, fue directo: "Es algo que no se resuelve; el problema de la basura es una deuda pendiente". El funcionario recordó que el gobernador José Alperovich había pedido el año pasado a los responsables de las áreas competentes que mantuvieran los accesos a la ciudad en el mejor estado posible. "Este es un tema que yo planteo todo el tiempo, pero que todavía no se ha podido resolver", lamentó.
El subsecretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Atilio Belloni, explicó que el gobierno de la ciudad se encarga de la limpieza y del mantenimiento únicamente de las entradas a la ciudad (el acceso Norte, el de San Cayetano, el del puente Lucas Córdoba y el que viene del aeropuerto). "La autopista es de Vialidad Nacional", definió. Jorge Correa, jefe del Distrito Tucumán de Vialidad Nacional, dijo que a lo largo de 2012 se realizaron varios operativos de limpieza en conjunto con la Municipalidad y con la Dirección Provincial de Vialidad. "Pero hay personas inescrupulosas que vuelven a tirar basura y nosotros no tenemos poder de policía para impedirlo", justificó. El ingeniero agregó que ya comenzó la recuperación de la autopista. Es una obra que incluye la construcción de colectoras, de un puente, de una elevación del camino sobre la calle Guatemala, el ensanche de las calzadas y su repavimentación con concreto asfáltico.
Este tramo de la ruta 9 rodea San Miguel de Tucumán desde San Cayetano hasta Villa Mariano Moreno. Es la vía más rápida para ir de norte a sur, o viceversa, sin ingresar al centro. También es el camino por el que muchos visitantes llegan a la ciudad. El paisaje de basura es largo: se extiende desde algunos kilómetros antes del Mercofut hasta, aproximadamente, la intersección de la autopista con la Gobernador del Campo. A eso se suma que en las banquinas y en el espacio que hay entre las calzadas el pasto ha crecido bastante. El pésimo estado del pavimento, el entorno de marginalidad y las personas, los carros, los caballos y los perros que cruzan el camino, como si fuesen los únicos transeúntes, conforman la peor bienvenida que se le puede dar a un turista.
Además, no hay que olvidarse de que la mugre afecta principalmente a quienes viven cerca del camino. Ellos coinciden en que los operativos de limpieza no son suficientes, pero están divididos en dos grupos: los que aportan al crecimiento de los basurales y los que se sienten cansados de vivir junto a un gigantesco chiquero. "Son los mismos vecinos los que vienen a tirar basura. Varias veces me quisieron pegar por decirles que no lo hagan. Pero parece que a nadie le importa", se entristeció Miguel Ángel Díaz Ávila detrás de las rejas de su casa de Honduras y Alfredo Palacios.
"Hoy hay muy poca basura para lo que tenemos que aguantar normalmente. Así que imagínese lo que son los peores días", dijo Lorena Frías con expresión de resignación. "Como mucho, el recolector pasa una vez por semana, pero no se lleva lo que está acumulado. A eso lo levantan unas dos veces al mes", agregó María, su vecina de La Costanera. "A esto lo ven todos los que llegan a Tucumán ¿Qué imagen se van a llevar de nosotros?", se preguntó Miguel Ángel.
El presidente del Ente Tucumán Turismo, Bernardo Racedo Aragón, fue directo: "Es algo que no se resuelve; el problema de la basura es una deuda pendiente". El funcionario recordó que el gobernador José Alperovich había pedido el año pasado a los responsables de las áreas competentes que mantuvieran los accesos a la ciudad en el mejor estado posible. "Este es un tema que yo planteo todo el tiempo, pero que todavía no se ha podido resolver", lamentó.
El subsecretario de Obras Públicas de la Municipalidad, Atilio Belloni, explicó que el gobierno de la ciudad se encarga de la limpieza y del mantenimiento únicamente de las entradas a la ciudad (el acceso Norte, el de San Cayetano, el del puente Lucas Córdoba y el que viene del aeropuerto). "La autopista es de Vialidad Nacional", definió. Jorge Correa, jefe del Distrito Tucumán de Vialidad Nacional, dijo que a lo largo de 2012 se realizaron varios operativos de limpieza en conjunto con la Municipalidad y con la Dirección Provincial de Vialidad. "Pero hay personas inescrupulosas que vuelven a tirar basura y nosotros no tenemos poder de policía para impedirlo", justificó. El ingeniero agregó que ya comenzó la recuperación de la autopista. Es una obra que incluye la construcción de colectoras, de un puente, de una elevación del camino sobre la calle Guatemala, el ensanche de las calzadas y su repavimentación con concreto asfáltico.
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