03 Enero 2013
IDOLO. El Beto Alonso, que cumplirá 60 años, es uno de los máximos referentes de River.
BUENOS AIRES (por Juan Carlos Larrarte).- Norberto "Beto" Alonso, un ícono en la historia de River Plate e integrante de una galería selecta de ídolos junto con Angel Labruna, Amadeo Carrizo, Enzo Francescoli y el actual técnico del equipo, Ramón Díaz, cumplirá mañana 60 años.
Nacido bajo el signo zodiacal de Capricornio en la ciudad de Vicente López, pero criado en la localidad bonaerense de Los Polvorines, en su infancia y adolescencia el "Beto" era hincha de Racing y palpitó intensamente la campaña del "equipo de José (Pizzuti)" que ganó la Intercontinental ante el Celtic de Escocia en 1967.
Tras jugar en clubes de barrio junto con muchachos que a veces lo pasaban bastante en edad, Alonso llegó a las divisiones juveniles de Ríver a los 14 años, de la mano de Carlos Palomino, un descubridor de cracks.
Al principio jugó de wing izquierdo y después ocupó su tradicional puesto de enganche, el número 10, donde descolló por su técnica y habilidad.
En Primera debutó en 1971 (ante Atlanta) promovido por el técnico brasileño Didí (campéon del Mundo en 1958 y 1962 con la "verdeamarelha") junto a compañeros como Joaquín Martínez, Juan José López, César Laraigneé y Reinaldo "Mostaza" Merlo, entre otros.
En 1972 hizo un recordado gol en el partido que River le ganó 7 a 2 a Independiente en Núñez, con características similares al que no pudo convertirle el brasileño Pelé, en el Mundial de México de 1970, al arquero uruguayo Ladislao Mazurkiewicz, fallecido hace pocas horas.
En esa oportunidad, el "Diez" riverplatense, corriendo desde la izquierda hacia el centro en busca de un pase de Jorge "Gori" Dominichi, vio que el arquero Miguel Santoro se había adelantado, y él pasó por el lado contrario de la pelota.
Alonso fue a buscar el balón dando una vuelta alrededor del guardavallas que no pudo evitar que el mediocampista de River, tocando apenas la pelota, convirtiera el tanto para delirio de la hinchada "millonaria".
Otro gol emblemático de Alonso fue el que le convirtió en un partido amistoso a la entonces Alemania Occidental, con un soberbio tiro libre, en el triunfo conseguido por 3 a 2 como visitante en 1973.
Tras 18 años de sequía, el "Beto" fue una de las figuras del equipo que en 1975 fue campeón del Metropolitano, junto con Roberto Perfumo, Héctor Artico y Pedro González, entre otros.
En 1976 fue transferido al Olympique de Marsella, equipo perteneciente a la liga francesa, donde jugó solamente 17 partidos (3 goles) y regresó a River.
En 1978 fue convocado por César Menotti para jugar en el Seleccionado argentino que ganó el Mundial, donde tuvo la camiseta número 1.
En el partido que Argentina le ganó 2-1 a Hungría, en el debut mundialista de ese equipo, Alonso le dio el pase de taco a Daniel Bertoni (autor del gol del triunfo), y en el partido siguiente, ante Francia, se desgarró.
Para 1981 tuvo que pasar a Vélez Sarsfield por un duro enfrentamiento con el técnico riverplatense de entonces, Alfredo Di Stéfano: en el club de Liniers jugó 73 partidos y convirtió 16 goles a lo largo de dos años (cuatro torneos).
En 1984 lo "repatrió" a River el presidente Hugo Santilli, y el "Beto" volvió a ser campeón con la camiseta de sus amores en las temporadas ´84 y ´85.
En 1986 ganó la Copa Libertadores ante el América de Cali y la Copa Intercontinental ante el Steaua Bucarest de Rumania por 1 a 0, siendo el autor del pase -a la salida de un tiro libre- del gol que convirtió Antonio Alzamendi.
Se retiró de la práctica activa el 13 de junio de 1987, en un partido amistoso y ovacionado en la cancha de River por unas 70 mil personas.
Como director técnico tuvo una corta experiencia en Belgrano de Córdoba, en donde dirigió solamente cinco partidos.
En los últimos años, es uno de los más duros críticos de la gestión de Daniel Passarella como presidente de River, y tras el descenso a la Primera B Nacional en 2011, el "Beto" sostuvo que Passarella debía "dar un paso al costado", al tiempo que manifestó que con la pérdida de la categoría del equipo de la banda roja se le "arrugaba el corazón". (Télam)