Estas piezas del patrimonio necesitan ser restauradas

"¿De dónde viene esa música angelical?" Tenía 10 años y era su primer día de Catecismo para hacer la Primer Comunión. Nunca había visto un instrumento tan grande como aquel órgano de la parroquia del Corazón de María. "¡Era como una orquesta encerrada en una sola pieza!" recuerda. Desde entonces cada día era una oportunidad para acercarse un poquito más a ese mágico instrumento. Hoy, con 34 años, el tucumano Pablo Paverin es uno de los pocos músicos dedicados a este arte. Hace ocho años arregla el órgano de la iglesia Catedral, al que conoce como la palma de su mano. Pero ha llegado a un límite. "Aunque todavía lo seguimos usando necesita una urgente restauración", reconoce el director del coro. "El Tedéum de 2016 está cerca si se tiene en cuenta que para afinar este instrumento son necesarias al menos cinco pruebas hasta que el metal se adapte", advierte. "¡Y este órgano no se afina desde hace 110 años", remarca. 

Paverin dice que hay solo cinco órganos antiguos en la ciudad, y están en la Catedral, el Corazón de María, Santo Domingo, San Roque y San Francisco; este último no funciona. "Que yo sepa solo hay tres personas que los arreglan", informa. El de la Catedral fue traído desde París en 1850; su costo fue de 1.500 francos, según los documentos que se conservan. "Es el segundo más antiguo del país", destaca Paverin.

El órgano de la Catedral, de estilo romántico, está confeccionado en madera con esculturales diseños en los bordes superiores. Tiene seis metros de largo, cuatro de ancho y cuatro de alto; cuenta con 1.000 tubos metálicos. "Necesitamos que se restauren los dos teclados, la reposición de 120 tubos, limpieza y afinado. Son tres meses de trabajo y un año de prueba, período durante el que se verán las fallas que vayan saliendo. Hay que afinarlo cinco veces hasta que el metal se adapta y queda en forma definitiva", explica.

El maestro organero uruguayo Sergio Silvestri presupuestó en $150.000 la restauración total del órgano de la Catedral. "Este profesional ya arregló los fuelles del órgano en alguna oportunidad y cobró $ 12.000, que se pagaron con una colecta que se hizo en la iglesia. Pero en este caso hace falta mucho más dinero, por eso hicimos un pedido al Ente de Cultura. Hasta ahora no tuvimos eco", indica Paverin.

En San Francisco
Aun mucho más grande que el de la Catedral, pero más sobrio es el órgano de San Francisco. No funciona. Tiene la inscripción 1936 y una chapa del constructor, Donato Sangatelli, aunque parece mucho más antiguo. Fray Marcos Porta encontró antiguos documentos que consignan que hubo un órgano en 1850. ¿Será el mismo? El presupuesto para arreglarlo es de $ 27.000 según el organista Oscar Tocco. "Ya tenemos una parte del dinero (lo aporta por EDET) y solicitamos otra parte a Extensión Universitaria, pero nos seguirá faltando un poco más", dice el sacerdote. Mientras tanto, el órgano eléctrico hace lo que puede sin pretender reemplazar al original.

EN LA IGLESIA SAN ROQUE
• El órgano nunca fue restaurado. Se rompe con mucha facilidad.

Piano arpa o jirafa
Fabricado en 1720
El Museo Histórico "Doctor Nicolás Avellaneda", de Congreso 56, guarda un curioso piano con las cuerdas hacia arriba, como si fuera un arpa enclavada detrás del instrumento. Su nombre es euforicón, pero por su forma se lo conoce también como piano-jirafa. "Hay muy pocos en el mundo, porque solamente se fabricaron durante 20 años. Este fue traído por una familia desde Europa -explica Pablo Paverin-. Se trata de un valioso instrumento que nunca fue afinado y necesita un urgente diagnóstico".

El gigante mudo de San Francisco 
De enorme dimensiones, contenido en una habitación de madera sin lujos ni detalles, el órgano del templo de 25 de Mayo y San Martín permanece en silencio desde hace varios años. Dos pequeños órganos eléctricos se alternan para compensar la ausencia del gigante mudo.