16 Noviembre 2012
SIN DESCANSO. Los vecinos de la zona se movilizaron para repudiar la instalación de la planta. ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Una semana después de la realización de la segunda audiencia pública, el gobernador, José Alperovich, decidió ayer que no se avanzará en la construcción de la planta transformadora en Ayacucho 266 si, previamente, el emprendimiento no es consensuado con los vecinos. "Mientras los vecinos no quieran, la obra no se hace", sostuvo anoche el mandatario a LA GACETA.
La edificación de la estación eléctrica en pleno barrio Sur fue resistida desde un principio por los vecinos de la zona, quienes habían realizado presentaciones en la Justicia para frenar el emprendimiento que había comenzado a construir la empresa EDET, en enero de este año.
En la última audiencia realizada el jueves 8, los vecinos mantuvieron firme su postura en frenar la obra, al manifestar que la planta transformadora podría generarles trastornos a su salud. Al término de esa reunión entre las partes, los representantes del Ente Nacional de Regulación de la Energía (ENRE) se llevaron a Capital Federal las versiones taquigráficas de los más de 60 expositores que participaron del debate. El organismo nacional es el encargado de darle viabilidad al proyecto energético, mediante el otorgamiento del certificado de conveniencia y necesidad pública.
La decisión de la Provincia de instalar una estación eléctrica en el centro se conoció el 13 de septiembre, cuando los concejales de la capital aprobaron la obra sin un estudio previo. El proyecto de ordenanza fue tratado sobre tablas y no había sido estudiado por ninguna comisión del cuerpo. Los ediles capitalinos concedieron una excepción al Código de Planeamiento Urbano y la polémica se instaló al día siguiente entre los vecinos del barrio Sur. Con pancartas se movilizaron hacia Ayacucho 266 y exigieron la suspensión de los trabajos.
Posteriormente, los habitantes del lugar y los miembros de un colegio de la zona unificaron su reclamo y decidieron ir a la Justicia. En los escritos, los abogados patrocinantes plantearon que los trabajos debían paralizarse por el principio precautorio que rige en este tipo de edificaciones, ya que el Gobierno nunca pudo garantizar que la estación de transferencia no generaría efectos negativos en la salud de la población.
A raíz de las constantes críticas, el ENRE decidió suspender los trabajos a fines de septiembre. Esa resolución había sido recibida como un triunfo por los vecinos. "Es necesario aclarar a la comunidad que se le comunicó a la empresa (EDET), en su carácter de ejecutor de la obra, la suspensión de los trabajos. Conforme nos informan las autoridades de la Provincia, en coordinación con el directorio del ENRE, han decidido brindar a todos los sectores que alegan objeciones a la obra, la oportunidad de participar y acercar toda la información que resulte pertinente para esclarecer la conveniencia o no de la radicación de la estación transformadora", había manifestado el gerente general de EDET, Günther Hofmann.
La edificación de la estación eléctrica en pleno barrio Sur fue resistida desde un principio por los vecinos de la zona, quienes habían realizado presentaciones en la Justicia para frenar el emprendimiento que había comenzado a construir la empresa EDET, en enero de este año.
En la última audiencia realizada el jueves 8, los vecinos mantuvieron firme su postura en frenar la obra, al manifestar que la planta transformadora podría generarles trastornos a su salud. Al término de esa reunión entre las partes, los representantes del Ente Nacional de Regulación de la Energía (ENRE) se llevaron a Capital Federal las versiones taquigráficas de los más de 60 expositores que participaron del debate. El organismo nacional es el encargado de darle viabilidad al proyecto energético, mediante el otorgamiento del certificado de conveniencia y necesidad pública.
La decisión de la Provincia de instalar una estación eléctrica en el centro se conoció el 13 de septiembre, cuando los concejales de la capital aprobaron la obra sin un estudio previo. El proyecto de ordenanza fue tratado sobre tablas y no había sido estudiado por ninguna comisión del cuerpo. Los ediles capitalinos concedieron una excepción al Código de Planeamiento Urbano y la polémica se instaló al día siguiente entre los vecinos del barrio Sur. Con pancartas se movilizaron hacia Ayacucho 266 y exigieron la suspensión de los trabajos.
Posteriormente, los habitantes del lugar y los miembros de un colegio de la zona unificaron su reclamo y decidieron ir a la Justicia. En los escritos, los abogados patrocinantes plantearon que los trabajos debían paralizarse por el principio precautorio que rige en este tipo de edificaciones, ya que el Gobierno nunca pudo garantizar que la estación de transferencia no generaría efectos negativos en la salud de la población.
A raíz de las constantes críticas, el ENRE decidió suspender los trabajos a fines de septiembre. Esa resolución había sido recibida como un triunfo por los vecinos. "Es necesario aclarar a la comunidad que se le comunicó a la empresa (EDET), en su carácter de ejecutor de la obra, la suspensión de los trabajos. Conforme nos informan las autoridades de la Provincia, en coordinación con el directorio del ENRE, han decidido brindar a todos los sectores que alegan objeciones a la obra, la oportunidad de participar y acercar toda la información que resulte pertinente para esclarecer la conveniencia o no de la radicación de la estación transformadora", había manifestado el gerente general de EDET, Günther Hofmann.
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