15 Noviembre 2012
MARCHA Y PROTESTA. El titular de La Bancaria cargó nuevamente contra Cortalezzi. LA GACETA / FOTO DE FRANCO
La Bancaria ratificó la adhesión al paro del martes 20, convocado por la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli. La asociación gremial se movilizó por la city tucumana para anunciar la suspensión de actividades ese día en reclamo por la eliminación del impuesto a las Ganancias sobre los salarios de trabajadores, la universalización de la asignación familiar, el 82% móvil jubilatorio y, puntualmente, un aumento de emergencia en el sector de un 25% (alrededor de $ 2.800) en enero, febrero y marzo.
El sindicato criticó en ese marco al gobernador José Alperovich y al actual interventor Armando Cortalezzi, en un nuevo capítulo del enfrentamiento entre las partes por el uso de los fondos de la Caja Popular de Ahorro ($ 172 millones). El secretario general de la filial local, Eduardo Bourlé, aprovechó la protesta que se realizó banco por banco e hizo público el rechazo a la decisión oficial ante los clientes que permanecían en las salas de la sedes financieras.
"Al inteventor de la Caja Popular no le alcanzó con el destacamento policial que instaló. También tiene a la Infantería (policial) y guardespaldas que no son bancarios, no son trabajadores, quienes intimidan todo el día no sólo a la Asociación Bancaria, sino a los empleados. Lo que pasó en la década de los ' 70, parece que se repite hoy en la Caja Popular", acusó Bourlé.
"Además, utilizó a las cooperativas que maneja el interventor para que funcionen como fuerza de choque", denunció el dirigente hoy. LA GACETA ©
El sindicato criticó en ese marco al gobernador José Alperovich y al actual interventor Armando Cortalezzi, en un nuevo capítulo del enfrentamiento entre las partes por el uso de los fondos de la Caja Popular de Ahorro ($ 172 millones). El secretario general de la filial local, Eduardo Bourlé, aprovechó la protesta que se realizó banco por banco e hizo público el rechazo a la decisión oficial ante los clientes que permanecían en las salas de la sedes financieras.
"Al inteventor de la Caja Popular no le alcanzó con el destacamento policial que instaló. También tiene a la Infantería (policial) y guardespaldas que no son bancarios, no son trabajadores, quienes intimidan todo el día no sólo a la Asociación Bancaria, sino a los empleados. Lo que pasó en la década de los ' 70, parece que se repite hoy en la Caja Popular", acusó Bourlé.
"Además, utilizó a las cooperativas que maneja el interventor para que funcionen como fuerza de choque", denunció el dirigente hoy. LA GACETA ©
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