Denuncian que el delegado de Santa Ana los hacía compartir la mitad de su sueldo

Denuncian que el delegado de Santa Ana los hacía compartir la mitad de su sueldo

Tres ex empleados de la comuna afirman que se quedaron sin contrato en junio por negarse a compartir los haberes. Con documentación en mano, apuntaron contra el comisionado rural, Juan Horacio Páez. Formularon un planteo en la Justicia

POR ESCRITO. Aredes, Berdía y Flores visitaron LA GACETA para entregar la documentación. LA GACETA / FOTO DE ENRIQUE GALíNDEZ POR ESCRITO. Aredes, Berdía y Flores visitaron LA GACETA para entregar la documentación. LA GACETA / FOTO DE ENRIQUE GALíNDEZ
30 Octubre 2012
Afirman que cumplían su horario de trabajo habitual y que, durante su tiempo libre, debían "caminar" la zona para acompañar al comisionado rural. El acuerdo económico a corto plazo no era del todo beneficioso, aclaran, pero al menos les permitía pelearle a la dura situación económica del pueblo. Sin embargo, las tareas se multiplicaron y el sueldo siguió dividiéndose. Esa es la versión de tres ex empleados de la comuna de Santa Ana, quienes denunciaron en la Justicia que el delegado Juan Horacio Páez los obligó a compartir la mitad de sus salarios con otras personas. Y afirmaron que, cuando se negaron a seguir cediendo sus haberes, los echaron.

"Desde el comienzo nos dijo que teníamos que dejar el 50% de nuestro sueldo durante los primeros meses porque él tenía muchos compromisos políticos que arreglar. Pero ya pasaron cuatro años", renegó Miguel Ángel Flores (37 años), quien se desempeñaba como sereno del edificio comunal. Exequiel Berdía (32), con la cabeza gacha, relató que durante la campaña previa a los comicios provinciales del año pasado plantearon la inquietud a la autoridad. Él cumplía funciones en el área de saneamiento ambiental. "No daba para más porque todo está por las nubes. Los tres somos padres de familia y cobrábamos unos $ 3.000, pero sólo nos quedábamos con la mitad. Nos prometió que cuando pasaran las elecciones, solucionaría el tema", recordó indignado. El albañil José Daniel Aredes (31 años) precisó que, tras pasar por el cajero cada principio de mes, le daban el dinero en la mano a Páez o a sus "compañeros de sueldo". "Si demorábamos, te llamaba la secretaria o la persona (con la que compartían) te iba a cobrar", remarcó.

Flores se enojó al recordar que debía llevar parte de la plata a un policía que trabajaría en Aguilares. "Se llevaba mi 50% de arriba. Encima, me vino a amenazar cuando decidí no pagarle más. Tuve que salir a trabajar al limón y al arándano para dar de comer a mi familia. Tengo una sola pieza, una cama y somos cinco. Hasta el extra por el nacimiento de mis hijos tuve que entregar", lamentó al borde del llanto. Ese detalle también figura en el escrito judicial.

Los tres coincidieron en que, tras varios reclamos, Páez se reunió con ellos. "Nos dijo que el ministro (del Interior) Osvaldo Jaldo estaba enojado porque no pasábamos la mitad de lo que cobrábamos. El fue un atrevido, en dos reuniones me amenazó con que me haría cagar (sic) delante de todos. Pensó que lo estaba grabando y me tiró el celular", se ofuscó Flores.

Berdía precisó que en las reuniones siguientes les hicieron dejar los teléfonos en una caja ubicada en el ingreso. "Nos decía que éramos las manzanas podridas, que arruinaríamos el cajón y que éramos malas personas. Nos usó para amenazar al resto, ahora reprenden al que ven hablando con nosotros. Ensucia a Jaldo y al gobernador, José Alperovich, que no deben saber nada de esto", fustigó.

Flores consignó que les hizo tomar créditos y entregarle la plata antes de festividades, como el Día de la Madre o del Niño. "Nos decía que teníamos que generar recursos para los chocolates infantiles, por ejemplo. A veces poníamos $ 20 cada uno y él figuraba", relató Aredes.

Los ex empleados acompañaron su versión con documentación, y afirmaron que en marzo les retiraron las planillas para firmar la asistencia. Mientras que en junio, cuando se renovaban sus contratos semestrales, se quedaron sin vínculo con la comuna. Según dijeron, pensaron en encadenarse al edificio comunal para protestar. Luego, desistieron. Sin embargo, están creando una página de Facebook para difundir su situación. "Queremos que la presidenta (Cristina Fernández) sepa de esto. No nos interesa nada más que poder recuperar nuestros puestos, pero con el salario completo. Sólo somos gente humilde a la que le sacaron el trabajo", concluyó Berdía.

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