San Martín cortó el maleficio y se llevó el clásico

Con un gol agónico de Rubén Molina, a los 43 minutos del segundo tiempo, San Martín venció 1 a 0 a Atlético y rompió siete años de sequía en el clásico tucumano, el primero de los dos previstos antes del inicio de la temporada.  

Ante una multitud, los "santos" llevaron siempre la iniciativa, aunque con un planteo por demás conservador por parte de su entrenador Carlos Ramacciotti, que para su debut eligió a Diego Pave; Mario Vera, Alejandro Rébola, Luciano González y Goicochea; Rubén Molina, Daniel Carrasco, Héctor López y Nicolás Roldán; Gustavo Ibáñez y Gustavo Balvorín.

Mientras tanto, en su estreno dirigiendo al "decano", Ricardo Rodríguez mandó a la cancha a Cacace, Edgardo Galíndez, Deivis Barone, David Lastra y César Montiglio; Exequiel Belmonte, Diego Calgaro, Diego Barrado, Gonzalo Bustamante; Luis Rodríguez y Juan Manuel Cobelli.

Durante la primera etapa, lo más interesante que mostraron los equipos salió de los pies de Luis Rodríguez, en la visita, mientras que Molina comenzaba a destacarse, sobre todo por el despliegue que le aportó a la mitad de la cancha "santa". La más clara fue desperdiciada por Balvorín, al minuto de juego, después de desaprovechar un pase en profundidad del ex Racing de Córdoba. Mano a mano con Cacace, "Ring ring" le pegó demasiado fuerte y la pelota se fue arriba del travesaño. 

Unos minutos después, el "Pulguita" avisaba que Atlético estaba en cancha, plantado para dar batalla. Pero con el correr del partido, ambos equipos fueron desapareciendo, sin mostrarse como claros dominadores.

Ya en el complemento, "RR" probó algunas modificaciones y, si bien con la salida de Bustamante perdió control del balón, con Cristian Palacios como relevo el "decano" ganó en velocidad. De todas maneras, la responsabilidad de llevar la pelota recayó en Diego Barrado, que ratificó todo lo bueno que ya se dijo de él.

Estaba claro que San Martín necesitaba la victoria, mientras que para Atlético, el empate hubiese estado bien. Esto quedó en claro cuando a los 43 minutos, el "Ratón" pegó su enésimo desborde, esta vez por el sector izquierdo, y con un centro preciso habilitó al "Negro" Molina que la empujó en el segundo palo, para el delirio de todos los hinchas.

Aunque el "decano" intentó, ya no quedaba tiempo para nada y desde los cuatro costados bajó el reconocimiento para los jugadores que terminaron esa racha que ya amenazaba con volverse en maldita. Los visitantes se fueron en silencio, sin la posibilidad de ser acompañados por los suyos, que tendrán su revancha en una semana, cuando en 25 de Mayo y Chile se defina la copa Bicentenario. LA GACETA ©