Tucumán sigue siendo una influencia en su vida
"Es mucho más sustentable preservar lo que ya está que construir algo nuevo", dijo. Lamentó que el parque 9 de Julio haya sido cercenado. Elogió el dinamismo de la urbe. El consagrado arquitecto respondió preguntas de periodistas y de gente que fue a presenciar la conferencia de prensa por la mañana.
"La arquitectura no sólo tiene que ser sustentable sino también preservar el valor que ya tenemos. Es mucho más sustentable preservar lo que ya está que construir algo nuevo". Lo dijo ayer un sonriente César Pelli (85 años) en la rueda de prensa organizada por el diario LA GACETA en la que no sólo hubo periodistas sino también curiosos. Y un amigo, Dante Diambra, que le aportó al encuentro la pizca de nostalgia encerrada en una foto.
"He evitado dar a mi obra una firma, un sello o una expresión demasiado personal porque siento que esa no es una función responsable para un arquitecto que trabaja en varias partes del mundo. Siento que mi responsabilidad es tratar de entender qué es lo que quiere la gente que lo construyó y que va a usar el edificio; responder al clima, la cultura y las tradiciones arquitectónicas… Me corresponde hacer un edificio que tenga raíces en el lugar. No busco un estilo propio, yo busco una interpretación de lo que es necesario y de lo que va a contribuir más en la sociedad. Eso me ha permitido hacer trabajos que son bien recibidos: es lo que quiero lograr, que la gente sienta que sus edificios son de ellos, no míos", expresó el autor de las Torres Petronas (Kuala Lumpur, Malasia).
Por supuesto que también hubo preguntas sobre la "carrera por construir el edificio más alto del mundo". "La tecnología y la economía la hicieron posible. Hay países con mucho dinero que no saben bien en qué usarlo… En algún momento se harán torres de 1.000 o 1.500 metros, pero es simplemente porque están los medios para concretar ese tipo de proyectos. La verdad es que no hacen falta estas obras, que no son muy sensibles. Me alegra que la Argentina no haya entrado aún en esa carrera", manifestó Pelli en un intercambio ameno que se prolongó durante 45 minutos.
En su intervención, el fundador del prestigioso despacho Pelli Clarke Pelli (New Haven, Connecticut) reconoció el valor de su provincia en su formación y en su concepción de la arquitectura. "Una influencia sin duda fue Tucumán. Los espacios públicos de Tucumán son una referencia continua aunque trabaje en el Tíbet. Las enseñanzas de mi padre y madre siguen estando presentes en mi casa. Son principios básicos de vida que afectan todo lo que yo hago. Los maestros que tuve en el Instituto de Arquitectura (de la Universidad Nacional de Tucumán). Tuve profesores fabulosos. Los dos que más me influenciaron a mí fueron Jorge Vivanco y Eduardo Sacriste. El primero fue un soñador, una persona de gran vuelo que hacía sentir que no había límites en lo que yo podía pensar. Y Sacriste me hizo amar el lugar, el terreno, el ladrillo, la piedra… Me hizo sentir que la arquitectura podía ser algo que me diese una satisfacción emocional completa", aseveró el arquitecto de 85 años.
De la ciudad de su infancia, dijo que está "muy cambiada". "En ciertos sentidos está mucho mejor, más dinámica y activa. Cuando yo era joven debe haber habido cuatro o cinco bares en toda la ciudad. Eso da gusto de ver. Por otro lado está muy maltratada la pobre ciudad. Lo que más me da pena es el Parque 9 de Julio. Cuando yo era joven era un parque 100% abierto al público. Ahora está lleno de reservas privadas: ¡eso es un crimen! Era un tesoro y un patrimonio de todos los tucumanos".
El bicentenario
Pelli comentó que está interesado en diseñar una obra pública para su ciudad. Sin embargo, precisó que no es él quien deba decidir qué hacer: "esa definición es del Gobierno de Tucumán. Sin duda me gustaría hacer un edificio de cierta importancia para celebrar los 200 años de la Independencia. Pero, insisto, no es mi función decidir qué sino interpretar el qué y darle forma arquitectónica".